miércoles, 30 de mayo de 2018

UN ABRAZO DE DON JOSÉ (30 de mayo de 2018)


El Diario Montañés, 30 de mayo de 2018

He estado el fin de semana en el salón del cómic de Huelva, con Ángeles de la Gala y José Ramón Sánchez. Y en Huelva encontramos nuevos amigos, charlas interesantes y buena comida. (¡Ay, esas gambas inigualables!). Las gentes del noveno arte son muy acogedoras. Miguelanxo Prado, un gigante, me confesaba recientemente que él había transitado por la senda de la pintura, pero luego eligió el cómic porque en ese colectivo hay menos zancadillas, más espíritu de gremio. Puedo dar fe de ello.
El obispo de la diócesis onubense es don José Vilaplana. Cuando se enteró de nuestra presencia en la ciudad hizo un hueco en su agenda para saludarnos. Nos ofreció amena compañía, paz espiritual y conversación culta. Salvando todas las distancias, don José se parece a las gentes del cómic. Nos habló de sus tiempos cántabros con emotividad, pero sin añoranza –en el sentido etimológico (sin pena por la pérdida de algo muy querido)–, porque siempre ha estado conforme con sus destinos pastorales. «Cuando estaba en Santander, me preguntaban por Valencia, mi tierra; ahora, en Huelva, me preguntan por Santander. Y yo digo lo mismo: me encuentro bien allí donde puedo trabajar a gusto». En su despacho hay una escultura plateada del palacio de la Magdalena. Y un óleo de José Ramón Sánchez, que refleja la pasión de Cristo, cuelga en el pasillo del primer piso episcopal. Pequeñas huellas santanderinas. Como la pintura que representa al buen pastor, con una oveja al hombro, bajando de una barca con matrícula de Santander y dirigiéndose por el pantalán hacia otra con matrícula de Huelva. «Algunos me dicen que se ve claramente que la oveja descarriada era cántabra», comenta. «Acaso sea yo», le contesto.
Al despedirse, nos pide que transmitamos su abrazo a todos nuestros paisanos. La oportunidad que me ofrece esta columna semanal es inmejorable. Y, aunque oveja negra y alejada de su rebaño, no puedo fallarle a tal señor. Un gran pastor. Tiempo tendré la próxima semana de hablar de terceros carriles, calendarios escolares o dimisiones en el Servicio Cántabro de Salud. Esos bucles terrenales que nunca pierden actualidad.

miércoles, 23 de mayo de 2018

CON OTRA MIRADA (23 de mayo de 2018)


El Diario Montañés, 23 de mayo de 2018

Necesitamos reposo. El día a día nos engulle y nos obliga a mirar hacia adelante, cuando lo verdaderamente prudente es echar la vista atrás de vez en cuando, al menos en el momento en que sientes que los años que has vivido superan a los que te quedan por vivir. Es muy sano hacer una pausa. Yo suelo desconectar una vez al trimestre. Y no viajo a lugares lejanos y bulliciosos sino a pueblos escondidos de Cantabria, Palencia o Burgos, humildes en presencia pero pródigos en arte y naturaleza; milenarios y vertebradores históricos de una Iberia que algunos se empeñan en quebrar aguas abajo del Ebro. Y desde esa distancia, ante un gin tonic nocturno, veo las cosas con otra perspectiva.
Acaso esa tranquilidad es la que pretendían alcanzar Irene Montero y Pablo Iglesias en su futura vivienda, alejándola del mundanal ruido, pero se les fue la mano –consejos vendo, que para mí no tengo– y no midieron el peligro de tan magna inversión, carnaza para ciertos lobos acechantes del periodismo que todo lo convierten en lodo. Si Irene y Pablo hubieran mirado hacia atrás habrían aprendido de los tiempos remotos en los que Ana Belén y Víctor Manuel, comunistas entonces, sufrían ataques por no vivir bajo un puente, acordes con sus ideas políticas. Es esa vara de medir tan nuestra, tan española, que aprecia con mucha claridad los fuera de juego que se producen por la banda izquierda del campo político, porque suelen ser los más llamativos.
Por casa las cosas andan parecidas. Nadie quiere destacar por la cartera. El ministro y el presidente están a la greña para ver quién de los dos gana menos, algo que mola mucho en esta sociedad capitalista que, curiosamente, defiende con ardor la ética de la contención para que el dinero permanezca en el mismo lado.
Apuro el gin tonic. Desde la lucidez del último sorbo me digo que no envidio a los políticos. Su profesión, por culpa de unos cuantos, se ha hundido en el desprestigio. Y es una lástima porque, aunque no lo creamos, son necesarios. Al menos los buenos.

miércoles, 16 de mayo de 2018

SIN DESCANSO (16 de mayo de 2018)


El Diario Montañés, 16 de mayo de 2018

Antes de que las multinacionales cambiasen la situación, el séptimo día de la semana se dedicaba a descansar. Nos han contado que la cosa se puso en marcha cuando el Creador, pese a ser infatigable en esencia, paró tras ver finalizada su obra y sentirse satisfecho, si bien los más descreídos aducen que por aquellas fechas solamente pululaban por el paraíso Adán, Eva y los animales –ágrafos todos–, y que no había cronistas ni papeles que dieran fe de tal inacción. Sea o no verdad eso del parón celestial, lo cierto es que el ejemplo cundió, aunque ahora, además de las insaciables multinacionales, algunos políticos no respeten el descanso y aprovechen los domingos para presentar proyectos en pos del voto futuro.
Hasta donde alcanzan mis conocimientos, tal costumbre la inició Arzallus en las campas de Vasconia, acaso por añoranza de sus años jesuíticos, congregando multitudes en el día del Señor para su adoctrinamiento político. Fiel heredero suyo –salvando todas las distancias porque él tan sólo congrega a los medios de comunicación– es el ministro de Fomento, que cada fin de semana trata de seguir al pie de la letra el significado de la palabra fomentar en todas sus acepciones (1-promover, impulsar; 2-atizar; 3-aplicar paños empapados a una parte enferma), y lo mismo promueve un tren, que impulsa una autovía, que atiza a Revilla o le pone paños calientes a la crisis de las autopistas. Un trabajo agotador por la diversidad de los frentes que tiene que abarcar apretando.
Según hemos sabido, tampoco descansa la fotocopiadora de la Agrupación de Trabajadores Independientes de Valdecilla, que este año ha hecho una media cercana a las 500 copias diarias, incluyendo los domingos, hasta alcanzar las 163.000, «porque todo se imprime con doble copia en papel para su registro». Me diréis que es una máquina y que las máquinas no necesitan descanso. Pero debemos pensar que detrás de cada copia ha estado un trabajador apretando la tecla. Y, qué quieren que les diga, tener que hacerlo tantas veces me parece una forma de explotación. Sobre todo si es en domingo.

jueves, 10 de mayo de 2018

MARCHAS Y FUGAS (9 de mayo de 2018)


El Diario Montañés, 9 de mayo de 2018

Si no se me aplaude la gestión realizada, me voy, dijo el pasado miércoles Pérez Gil, gerente del Servicio Cántabro de Salud, algo que todavía está por ver (si le aplauden o no, y si se va). A su vez, Manuel Higuera, presidente de nuestro representativo en el fútbol de tercera, se acaba de ir tras confirmarse la práctica imposibilidad de que el Racing dispute las eliminatorias de ascenso. De nada sirvieron los fichajes en tropel ni la llegada de Pouso con su lenguaje militar de coños y joderes. Cuando no se puede, no se puede y además es imposible, dicen que dijeron ‘El Gallo’ o ‘Guerrita’, que en esto los expertos no son unánimes. Lo cierto es que aunque el partido de San Sebastián se vendió como una batalla, los nuestros apenas plantaron cara, para desesperación del sargento Pouso y disgusto de la hinchada, que afeó el escaso ardor guerrero de los jugadores a la hora de defender la camiseta. Queda patente que los equipos de mercenarios no suelen dar buenos resultados cuando se trata de luchar por los colores de un club.
Más que marcha, fue fuga masiva la que se produjo en el parque de Cabárceno en 2015, cuando se escaparon 80 ciervos y un oso, si bien el plantígrado no llegó a salir del perímetro de la instalación. La leona ‘Petra’ ya nos había dado un susto con anterioridad, y un hipopótamo se había colado en una cuadra del pueblo de Cabárceno para compartir el forraje con las vacas. Pensábamos entonces que las fugas eran algo natural, pero resulta que se producen porque el parque incumple la ley y no tiene cierre perimetral. Si además se añade que hay un informe demoledor del coordinador de servicios veterinarios sobre las condiciones insalubres que tienen los animales dentro de algunas instalaciones, la situación es muy delicada, porque peligra el buque insignia del turismo regional por falta de mantenimiento.
Malo es que tres pilares de nuestra sociedad –sanidad, fútbol y turismo– se tambaleen por lo que parece una mala gestión. Aunque, francamente, lo del fútbol me importa un bledo.

martes, 1 de mayo de 2018

UN GESTO 2 de mayo de 2018


El Diario Montañés, 2 de mayo de 2018

La semana ha estado cargada de noticias. A las ya habituales del espigón que no cesa –alfanje de piedra y lodo que hiere de muerte el paisaje–, del Metro-TUS que no carrula y de la turborrotonda que no descongestiona, se ha sumado ahora la sospecha de que por las contrataciones del Servicio Cántabro de Salud discurren aguas turbias que pueden estancar los desagües de las buenas prácticas. El Sindicato de Médicos le ha añadido más gasolina al fuego y ha denunciado, entre otras cosas, que los profesionales sanitarios están evaluados por un programa informático privado que tiene como objetivo último clasificarlos en buenos o malos según deriven a sus clientes al hospital o a casa y según prescriban tal o cual medicamento, siempre con la perspectiva de poner el ahorro por delante de la salud –lo mismo que están haciendo quienes viajan a Turquía para someterse a implantes capilares baratos, sin tener en cuenta que el ahorro en cuestiones de salud suele resultar muy caro–. Revilla, ante acusaciones tan graves, ha decidido coger al toro por los cuernos, ha encargado una investigación que desatasque el asunto y ha prometido que no le temblará el pulso a la hora de cortar cabezas.
Tampoco le tiembla cuando firma libros, pero el marketing editorial, quienes llevan su agenda, o él mismo –vaya usted a saber– han elegido hacerlo fuera de la feria del libro de Santander, lugar donde libreros y editores cántabros se encuentran con el público lector. Y no digo yo que el presidente no pueda dedicar sus obras donde le venga en gana, pero este año la casi coincidencia de fechas de firma y feria hace que la cosa pueda parecer un desprecio.
Una pena, porque con un gesto tan sencillo podría haber atraído público para darle ambiente a la carpa y vida a la facturación, algo que necesita mucho este mundo cultural en el que unos cuantos profesionales luchan para que las ideas –el alimento espiritual de las personas– sigan volando en las páginas de papel. Por eso los libros merecen tanta promoción como otras cosas del comer.