El Diario Montañés, 14 de diciembre de 2016
Nos
estamos frotando las manos porque dicen que esta Navidad va a permitir «dejar
en el olvido la crisis». Se anuncia a bombo y platillo que será la mejor
campaña de la historia y generará en España 340.000 empleos –no importa su calidad
porque para la macroeconomía, como para el convento, todo vale–. La noticia le
ha llevado a manifestar al director de grandes cuentas de una empresa, de cuyos
nombres –del director y de la empresa– prefiero no acordarme, que «la gente
está hasta las narices de la crisis y se ha tirado a consumir». Suelo ser
respetuoso con quienes critico, pero en este caso, como no desvelo la identidad
del individuo, me apetece hacer un «perezreverte» y decir que es un gilipollas
integral. Uno de esos que intentan convencernos desde su atalaya privilegiada
de que las cosas van bien.
En
Cantabria el empleo de la construcción ha caído desde 2008 un 57% y el de la
industria un 27%, y se han quedado sin trabajo en ambos sectores 31.500
personas, muchas de las cuales no cobran ya ninguna prestación. Pero según ese
gestor de grandes cuentas, a quien no le interesan las pequeñas miserias, todos
han debido de hartarse al tiempo de esta crisis y se han lanzado al consumo
loco, porque ya está bien de vivir con estrecheces, que vivir al día es lo
mejor.
Viviendo
al día no debe preocuparnos que, como denuncia el catedrático Ignacio Zubiri, «el
sistema actual vaya a mandar a la pobreza a la mayoría de los futuros
pensionistas». Ya lo tenemos asumido. Hemos pasado por el redil –inocentes
corderillos– aceptando con docilidad que las cosas son como son y no se pueden
cambiar. Ésa es la gran trampa de la crisis económica: que admitamos sin
rechistar el cambio radical de los valores.
Voy
a comprar petardos. Tengo un catálogo que dice que están al alcance de todos,
aunque, para cumplir la ley, los menores deben ir acompañados (como si fueras
con tu hijo a adquirir bebidas alcohólicas para el botellón). Todo sea por unas
fiestas con más ruido que nueces.
Y los diputados y senadores no se van a quedar sin su sueldazo?
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