El Diario Montañés, 22 de marzo de 2017
Aunque algunos creen que
Cantabria es infinita, aquí no cabemos todos. Nuestro modelo económico da más
bien para poco y muchos de los nuestros –precisamente los más jóvenes y mejor
preparados– se ven obligados a emigrar. La crisis de los últimos 8 años ha
forzado al exilio, con escasas posibilidades de regreso, a más de 18.000
cántabros, con lo que son casi ya 43.000 los que viven fuera de nuestra región
y de nuestro país.
Quien se va no lo hace por
movilidad geográfica, es porque no tiene futuro. El sector servicios nunca nos
dará lo que la industria nos niega, pero lo seguimos teniendo como única
solución posible. Vaya de muestra un botón: Sniace peligra porque un desajuste
ha dejado los pretendidos 10,8 millones de beneficios en unas pérdidas de 2,8,
y ya se presenta en terrenos aledaños la infografía de un área comercial de
grandes superficies. Por si falla lo uno, tenemos lo otro, aunque con lo otro
lleguen sueldos que no se parecerán en absoluto a los que pueden irse, si es
que perdemos lo uno. Es el resultado de una crisis que vino para quedarse y que
nos empobrece económica y éticamente.
Al concurso que ha sacado el
Ayuntamiento de Torrelavega para cubrir 24 plazas de barrendero han acudido
1.471 aspirantes, pero sólo 2 de los puestos son fijos; los otros 22, por la
Ley de Presupuestos Generales, que permite muy pocas alegrías, son interinos.
Precisamente por no estar aprobados dichos Presupuestos Generales, Cantabria no
ha convocado las oposiciones de Primaria para cubrir las 187 plazas previstas
para maestros, con lo que el porcentaje de interinos en la enseñanza superará
el 34%. No muy lejos –en el 30%– se mueve la interinidad en la sanidad
cántabra. Y el 93% de los contratos que se firman en nuestra región son
eventuales, los hermanos pobres de la interinidad.
Ignoro la solución al problema.
Me limito a exponerlo en este rincón. Incapaz de mantener discursos que puedan
llevar a engaño, nunca quise ser cura ni político. Preferí el oficio de las
letras, aunque hoy sólo haya hablado de números.
Los políticos sí que tienen puestos fijos al menos en 4 años, cobrando sueldazos y dietas que se autoponen ellos mismos.
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