El Diario Montañés, 16 de septiembre de 2020
El lunes comenzó el nuevo curso político en el Parlamento de Cantabria, interrumpido el pasado 6 de julio. En aquella fecha apareció un titular en este mismo periódico que decía que nuestro parlamento regional era «el primero de España en irse de vacaciones». Una información tan veraz como cargada de intención.
No seré
yo quien diga que sus señorías han tenido desde ese momento excesivo relax,
dios me libre, pero confieso que esperaba su actual regreso de septiembre como
agua de mayo, para que su trabajo ocupe las noticias de los medios de
comunicación, demasiado volcadas últimamente en todo lo concerniente al virus. Y
para poder yo escribir sobre ellos y sus decisiones.
Han
empezado el curso la víspera de un día festivo, porque cuando se comienza algo
en tiempos de incertidumbre conviene hacerlo con precauciones: la pandemia nos
obliga a ir con pies de plomo. Ahora tendremos que estar atentos a sus deliberaciones,
aunque me he propuesto antes de nada hacer un repaso mental para recordar
quiénes eran cada uno de ellos, en especial los portavoces de los partidos,
porque entre la terrible pandemia y la actualidad de crispación y escándalos de
la política nacional, los estoy comenzando a olvidar. (Esto me hace evocar los
tiempos lejanos del bachillerato, cuando la profesora de Matemáticas nos obligó
a aprender de memoria el nombre de cada uno de los ministros del gobierno de
Carrero Blanco. No podía siquiera sospechar el poco tiempo que duraría aquel
ejecutivo).
Presumo
que nuestros parlamentarios regionales continuarán toda la legislatura, porque
se atacan entre ellos como los ciclistas en el Tour, con muchas precauciones. Saben
que en su carrera es más fácil perder por fallos propios que por ofensivas ajenas.
Y conocen el dicho de Cela: «el que resiste gana».
No memorizaré
sus nombres en vano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario