martes, 16 de septiembre de 2025

LO QUE EL LENGUAJE ESCONDE (17 de septiembre de 2025)

 

El Diario Montañés, 17 de septiembre de 2025

El lenguaje, que nació con vocación de entendimiento, en consonancia con estos tiempos convulsos se utiliza como herramienta de desencuentros. Aunque entre el blanco y el negro existen numerosos matices de grises, nadie quiere apreciarlos, y los grupos ideológicos prefieren posicionarse en uno u otro lado del espectro cromático para mostrar, cual armas arrojadizas, las diferencias. Y dado que las palabras tienen múltiples caras, como los poliedros, no ayudan a la concordia y se convierten en balas de división. Basta con que unos proclamemos que Israel está cometiendo un genocidio con Gaza, para que rápidamente otros nos consideren zurdos de pensamiento, porque un pensamiento diestro, como dios manda, a lo sumo admitirá el término presión, nunca el de genocidio.

La Vuelta ciclista a España ha servido de escaparate para mostrarle al mundo, según los primeros, lo mejor de nuestro país, denunciando el genocidio; para los segundos ha supuesto una vergüenza internacional, muestra de nuestra ruindad. Allá cada cual con su conciencia, si es que aún nos queda. Poner en el mismo nivel de la balanza los asesinatos de Gaza –según Save the Children, «al menos un niño palestino ha sido asesinado cada hora, de media, por las fuerzas israelíes en Gaza durante casi 23 meses de guerra, en total más de 20.000»– y la suspensión del final de la última etapa, es para que nos salgan los colores, salvo que seamos freires, delgados o similares.

En esto del lenguaje, un conocido empresario cántabro, simpatizante del orden y la jerarquía, no tuvo reparo alguno cuando calificó de bolchevique la pretensión del gobierno de reducir unas pocas horas la jornada laboral. Tuve que recurrir a la faceta diplomática de la lengua y esconder el enfado que me producían sus palabras tras un taco refinado, cual personaje del novelista Ignacio Sanz: «Cagüen Dioro».

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