El Diario Montañés, 12 de julio de 2023
Finalizó
la Feria del Libro de Santander (Felisa), un espacio de libertad que ha traído
a la capital un aire cultural nuevo, fresco, atractivo, demostración evidente
de que la cultura no tiene por qué resultar aburrida. Aunque, según se ve, sí es
peligrosa, porque algunos consideran que está teñida de un color muy determinado.
Peridis,
en esta misma feria, durante la presentación de su última novela hizo una
imitación de Franco, hablando con su particular tono atiplado de la
reconstrucción de la ciudad tras el incendio. Terminó diciendo, con indudable intención
sintética: «… y construí esta Plaza Porticada para que luego los rojos
presentarais vuestros libros». Carcajada general.
Mario
Camus, en su adaptación de ‘La colmena’, finalizó la película con un diálogo de
dos policías en que uno le preguntaba al otro, refiriéndose a tres personajes
que acababan de estar en su comisaría franquista, oscura, severa, denigrante:
«¿Quiénes son esos?». «Nadie. Dos maricones y uno que escribe».
Todo
esto lo menciono porque el partido de la intransigencia acaba de declarar,
desde su autoritarismo, que «donde tengamos competencias de cultura haremos lo
que nos parezca». Sin duda para amputarla y regresar a la anchurosa idea
–Santiago y cierra España– del Imperio hacia Dios. Ya han comenzado a hacerlo con
el poder incompetente que han pillado. Sin ir más lejos, en Briviesca han
matado de nuevo con el silencio censor al maestro Antonio Benaiges, en Bezana
han suprimido una película por un beso entre dos chicas, en Valdemorillo han
vetado ‘Orlando’, de Virginia Woolf…
Entre
toros, fandanguillos y alegrías se avecinan tiempos difíciles para la cultura.
Según ellos, aunque no lo digan abiertamente, la de ahora es cosa de
subsidiados, maricones, escritores, artistas…, rojos en general. Indeseables
con los que deben terminar desde la represión. Nadie, en fin.
Una
amenaza demasiado seria.
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