martes, 1 de octubre de 2024

SE NOS VE EL PLUMERO (2 de octubre de 2024)






 El Diario Montañés, 2 de octubre de 2024

Hay informaciones que, como los currículos escolares, son cíclicas y recurrentes, quizá porque en el fondo se nos pretende tratar como a niños. Algunas –sirvan como ejemplo los problemas de la sanidad y los plumeros–, además de reiteradas, en ocasiones han confluido. El 12 de febrero de 2022 el Servicio Cántabro de Salud decía que Valdecilla lideraba «el primer estudio en el mundo que demuestra que el plumero de La Pampa provoca reacciones alérgicas», por lo que se recomendaba terminar con su expansión (en 2019 se anunciaba una nueva herramienta para acabar con los plumeros de La Pampa: ‘Alerta plumeros’, se llamaba). Ahora, lo de la alergia se ha presentado de nuevo –como si tal investigación fuese actual–, y también se ha insistido en la necesidad de eliminar los plumeros que, para más inri, según parece llegaron a España por el puerto de Santander, mediado el siglo XX.

Noticia repetida viene siendo también la del peligro de las jubilaciones en cadena de los médicos de familia (atención primaria lo llaman, diluyendo su sentido más cercano), tantas veces previsto y anunciado, mas nunca resuelto. Lo que demuestra que hay cuestiones que siguen cronificadas, con independencia de quien gobierne, porque el día a día parece arrastrarnos con su rueda y consigue que las noticias desaparezcan y resurjan, acaso porque nunca hemos abordado las soluciones con rigor. («Ni muerta ceso al consejero de Salud», dijo nuestra presidenta).

Pero hete aquí que, metáfora de la inoperancia, los plumeros han invadido cual okupas el tejado de nuestro Parlamento Regional. Si pasean por la zona, levanten la mirada. Allí están, triunfantes, como si quisieran decirnos que mal se puede arreglar la casa de los demás cuando ni siquiera somos capaces de limpiar la nuestra.

Vamos, que se nos ve el plumero de la dejadez.

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