El Diario Montañés, 29 de mayo de 2024
Hace
tiempo que la ciencia rebajó la numerología a categoría de pseudociencia. Aunque
poco importa en esta época de estupidez en la que algunos necesitan sustentarse
en gilipolleces. Ha bastado que alguien hablara del método 7-7-7 de
consolidación de las parejas, para que al momento los medios se hicieran eco de
idea tan novedosa y brillante: cada siete días una cita nocturna, cada siete
semanas una noche libre y cada siete meses unas vacaciones románticas. El
número elegido pudo ser perfectamente el 6, o el 5, o el 4… porque cuanto menor,
más acercaría las citas a los implicados; pero fue el 7, el día en que, según
la Biblia, Dios se tomó descanso tras la colosal tarea de crear el universo.
Quizás por eso el séptimo día, la séptima semana y el séptimo mes las parejas
deberán cesar en su actividad frenética y dedicarse a ellas mismas momentos de sosiego.
Así no cesará la convivencia.
La
medida que ha tomado la consejería cántabra de Fomento para la declaración de
las viviendas como lugares habitables tampoco parece baladí en este asunto tan importante.
Han propuesto que sean veintiocho (cuatro veces siete) los metros cuadrados que
deberán tener las provenientes de rehabilitación. Y con dos metros más,
obtendrán la misma categoría las viviendas de nueva creación. De este modo, las
parejas que vivan en ellas tendrán más roce que las que lo hagan en un espacio
más amplio, y ya se sabe que del roce nace el cariño, aunque Dani Rovira
mantenga en un monólogo que del roce solo salen rozaduras.
Pero
viviendo en esa casita de papel las parejas serán más felices. ¡Y qué dulces los
besos serán! Es mucho lo que pueden aportar a la armonía veintiocho o treinta
metros cuadrados. Tanto como la norma de los tres sietes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario