martes, 27 de agosto de 2024

¿POR QUÉ NO YO? (28 de agosto de 2024)

 

El Diario Montañés, 28 de agosto de 2024

Los ricos también lloran cuando pierden a sus seres queridos, aunque los duelos con pan son menos, porque el pan de las herencias aumenta los bolsillos y aligera el dolor. Recogía la prensa esta semana algo que presentíamos: las ganancias patrimoniales son la primera y casi única fuente de ingresos de los millonarios. Como consecuencia lógica, no sienten necesidad de crear empresas, porque su despreocupación económica es total. El maná llovido de sus ascendientes es tan inmenso que les resulta ajeno el castigo bíblico de ganar el pan con el sudor de la frente, o que otros lo ganen por ellos. Desconocen cualquier sudor que no provenga de una sauna. Tampoco temen la amenaza del camello y el ojo de la aguja, algo tan lejano, sabedores de que nada podrán llevarse al otro lado porque todo deberán dejarlo aquí en herencia para cerrar el círculo perfecto.

Warren Buffett dijo que «una persona muy rica debería dejar a sus hijos lo suficiente para hacer cualquier cosa, pero no tanto como para no hacer nada». Mas lo de no hacer nada es una tentación muy humana. Últimamente algunos emulan a los ricos intentando vivir de las rentas con el alquiler de pisos de verano. Al parecer, las viviendas turísticas ilegales han reducido un 4% las pernoctaciones hoteleras en Cantabria durante el mes de julio, pese a que en ese periodo resultase casi imposible circular por la capital en coche o pasear por las aceras sin aglomeraciones.

A mí, no lo oculto, me gustaría ser rico. Llevo todo el día musitando esta canción de Javier Krahe: «Usted me comprenda / es tan mísera mi hacienda / y a mi alrededor / hay tanto derrochador / que estoy convencido / de que es un malentendido, / ¿por qué no yo, por qué no yo?».

No hay comentarios:

Publicar un comentario