martes, 10 de diciembre de 2024

ESTÁN CRECIDOS (11 de diciembre de 2024)

 

El Diario Montañés, 11 de diciembre de 2024. Foto EFE

Si ya había muchas personas que ponían en entredicho la necesidad del Senado, las dudas pudieron aumentar esta pasada semana después de que se organizara en su interior la VI Cumbre Transatlántica convirtiéndose en un foro ultraconservador. Al conocer la noticia, me pregunté si dicha institución permitía celebrar tales eventos en sus instalaciones, y ahondando descubrí que sí, que la sala había sido cedida previa autorización de los seis componentes de la Mesa de la Cámara –cuatro del PP y tres del PSOE, aunque estos últimos aseguraron, cuando fueron conscientes del avispero que había originado la cesión, que ese punto «ni se había debatido ni votado» (vino a mi recuerdo la canción de Torrebruno de mis tiempos jóvenes: «yo no he sido detective, no me eche la culpa a mí, pues entonces estaba haciendo pipí»)–. Sea como fuere, la licencia trajo aparejados discursos de mentalidad precientífica, incomprensibles hoy en día, como el del exministro Mayor Oreja (¡madre mía, en qué manos estamos los ciudadanos!) que defendió la «verdad» de la creación divina frente al «relato» –que dicho así no es más que un cuento– de la evolución científica. Fue más papista que el propio papa Francisco, que respalda la evolución y el Big Bang porque «Dios no es un mago con una varita mágica» que haya podido crear tan compleja diversidad.

Lo cierto es que la Cámara Alta ha caído muy bajo, y lo empeoró al matizar que la cesión de una sala no tenía nada que ver con el contenido de la actividad que se pudo realizar en ella. ¡Faltaría más!

Cantabria no tuvo presencia institucional, pero sí hubo un puente que sirvió de nexo en esa cumbre de divagaciones decimonónicas. Allí estuvo, a nivel particular por supuesto, el director general de Innovación del Gobierno Regional. Tremendo contrasentido.

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