lunes, 2 de diciembre de 2024

VANIDAD CULINARIA (4 de diciembre de 2024)

El Diario Montañés, 4 de diciembre de 2024

La ostentación compasiva del franquismo de los años cincuenta ideó la campaña «siente un pobre a su mesa» para que en Nochebuena las familias acaudaladas ejercieran caridad con los indigentes. Luis García Berlanga y Rafael Azcona caricaturizaron aquella maniobra buenista –«conservadurismo compasivo» lo llamaron más tarde los sociólogos— en ‘Plácido’, una película que hubieron de titular de tal guisa porque la censura prohibió nombrarla de igual manera que el lema de aquella campaña. Aunque desde entonces los tiempos han cambiado una barbaridad, estos nuestros siguen teniendo en común con aquellos, entre otras muchas cosas, la exhibición de los actos de beneficencia de manera contraria a la discreción que recomienda el cristianismo, que nos advierte de que cuando demos una limosna no se entere la mano izquierda de lo que hace la mano derecha.

Ahora ya no se trata de poner un pobre a nuestra mesa, sino de colocarse en una mesa de lujo en beneficio de quienes necesitan ayuda por los destrozos de la DANA. La idea es sencilla: ciento veinte personas en Cantabria –y otras más en España, quizá no muy acaudaladas, pero sí pudientes– podrán experimentar el placer propio de la degustación, al tiempo que su conciencia –previo desembolso de los quinientos euros que cuesta el menú– se colma de paz por haber realizado una buena obra pensando solo en los demás.

Si es cierto que será un festival de química culinaria, maridaje perfecto de soplete, humo, y vanidad, no lo será menos que los comensales podrán desarrollar su química solidaria y borrar cualquier sombra de duda, si es que la tuvieran, de la idoneidad de tal cena, en la certeza de que no se debe confiar en lo público, porque solo el pueblo salva al pueblo.

A los más necesitados, incluso, se les podría enviar algún táper. 

 

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