El Diario Montañés, 2 de diciembre de 2020
Repasándolo,
creo que he compuesto una sopa de números con este artículo de letras. Todo surgió
con el 10. Un homenaje a Maradona, pensé, que exprimió las 24 horas de cada uno
de los días de su vida hasta reventarla; pero no, era por las jornadas que considera
Sanidad que hay que guardar de cuarentena por el covid. En principio eran 14,
pero frenaban la productividad y, como no era cuestión de discutir por 4 días, se
consensuó la decena. El problema es que pasado ese plazo los contagiados salen a
la faena diaria sin que nadie considere necesaria otra PCR, y algunos sospechamos
que es entonces cuando las calles se llenan de presuntos transmisores.
Las
mascarillas, que ayudan a frenar la propagación, han reducido el IVA del 21 al
4%, y el precio máximo unitario pasa de 96 a 72 céntimos, que, para los que
seguimos pensando al modo antiguo, son 126,50 pesetas. Carísimas, si solo
garantizan 4 horas de seguridad. Aunque tengo un amigo que no considera
necesario tanto rigor: «Esta que llevo puesta tiene ya 20 días y está como el
primero». Tendré que preguntarle dónde las compra.
Las
calles mantienen el toque de queda desde las 22 horas a las 6 de la mañana, al
menos hasta el 11 de diciembre. Y hasta el 12 seguiremos con el cierre
perimetral de nuestros 102 municipios. Después habrá un alivio para salvar los
días familiares, el 24, el 25 y el 31 de diciembre de 2020, y el 1 y el 6 de enero
de 2021. Pero ese alivio será una amenaza para quienes temen que las UCI puedan
superar la ocupación del 50% tras los excesos navideños. En ese caso, sería
necesario marcar un límite de edad para su uso.
Meras
cifras, pero se trata de personas.
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