martes, 22 de abril de 2025

EL LIBRO AYER Y HOY (23 de abril de 2025)

 

El Diario Montañés, 23 de abril de 2025

El bibliobús llegó al pueblo anunciándose con música, al tiempo que una voz grabada repetía insistente que traía el maná de la cultura. Estacionó en el aparcamiento del ‘Bar Aníbal’, cuyos límites acababan de definir poco antes con grava y unas vallas amarillas que mostraban escritas en letras negras una leyenda que no podían deletrear los parroquianos. Ninguno atinó tanto como quienes pronunciaron con dificultad «Güepes» o «Esgüepes». La incógnita solo se resolvió cuando la televisión emitió el primer anuncio, porque ni siquiera los dos bachilleres del pueblo, que ya alternaban en el bar y encendían cigarrillos sin censura, se habían atrevido a aventurar una respuesta por miedo a meter la pata: Schweppes.

Lo cierto es que allí estaba aparcado el bibliobús. Cuando los más atrevidos entramos en él con gran respeto, descubrimos que los estantes de aquella biblioteca ambulante guardaban en continentes de papel un pequeño mundo de fantasías, desconocido en gran parte para nosotros, pero todavía abarcable. Clásicos de siempre y modernos de entonces, hoy clásicos, convivían en armonía orientándonos hacia una pasión lectora que no sufría tantas amenazas como ahora. Aquel universo nos hidrataba el alma, como la tónica americana de nombre impronunciable de las vallas del aparcamiento nos permitía superar la mediocridad del sifón que bebíamos en el cine durante el descanso de las películas –«se recomienda visitar el ambigú»–. ¡Y, además, de manera gratuita!

El universo de la oferta lectora resulta hoy inabarcable. Por eso una de las tareas principales de expertos y críticos debería ser la de desbrozar los caminos para que no los enmarañe el marketing engañoso de las grandes editoriales. Porque, aunque de vez en cuando surgen nuevas estrellas en el firmamento novelístico, la mayoría suelen ser fugaces y se encuentran a años luz de poder ofrecernos una mínima calidad literaria.

martes, 15 de abril de 2025

UN AUTÉNTICO FAR WEST (16 de abril de 2025)

 

El Diario Montañés, 16 de abril de 2025 (fotografía DM, Luis Palomeque)


Corría el año 1982. Las editoriales celebraban sus congresos en los mejores lugares turísticos de España. Yo trabajaba en Anaya, y aquel año acudía a Fuengirola a mi primera convención comercial. Visto desde fuera, pasar cinco días en la ciudad de la Costa del Sol parecía algo de lo más grande. Llegamos al hotel de noche, para comenzar el simposio al día siguiente, por la mañana. Después de desayunar, nos anunciaron la primera sorpresa. Ese año nos acompañaría un autor de lujo, el lingüista y académico Fernando Lázaro Carreter. ¡Menudo bautismo iba a tener yo! Mejor, imposible. A la mañana siguiente, en efecto, se incorporó a las presentaciones. Me encontré con él momentos antes, cuando venía de dar su acostumbrado paseo matinal. «¿Qué le ha parecido Fuengirola, don Fernando?», le pregunté como despedida de nuestra breve charla. Recuerdo literalmente su contestación: «Un auténtico ‘far west’».

La frase me ha estado rondando por la cabeza desde que tuve noticia de que Santillana del Mar, joya de la corona de nuestro turismo, ha sido apercibida «por la proliferación de cartelería en las fachadas», ya que, como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico, no está cumpliendo con las obligaciones derivadas de tal distinción. Y eso que el informe no denuncia la mercadería que siembra las casonas de jarras, camisetas, imanes para frigoríficos, tirachinas, llaveros, espadas de madera, azulejitos, peluches, navajas…

Estamos a un paso de alcanzar a Fuengirola. A poco que se avíen las paredes con sandalias, flotadores de playa o similares, lo lograremos. El ejemplo tiene que propagarse con fuerza por cada rincón regional, no solo en Santillana. No debemos desmayar. Las ferias de abril, las previstas carreteras con impacto ambiental, los teleféricos u otras ocurrencias análogas colocan ya a Cantabria muy cercana a un ‘far west’ turístico.   

martes, 8 de abril de 2025

NO PERDAMOS LA PERSPECTIVA (9 de abril de 2025)

 

El Diario Montañés, 9 de abril de 2025

No debería ser tan ingenuo, señor Revilla. Eso de que nadie es más que nadie queda muy bien sobre el papel, pero en la realidad no es así. Usted mismo refiere que «mojó» por primera vez en un prostíbulo, «con dieciocho años… y pagando», algo impensable en otros que, con maneras soberanas, pueden permitirse retribuir servicios de condición más lujosa.

«No perdamos la perspectiva, yo ya estoy harta de decirlo, es lo único importante», repite doña Rosa, en ‘La colmena’. Pues eso, que no deberíamos perderla. Mientras usted en la niñez pastoreaba ovejas por las laderas de Peña Labra, el otro se educaba para pastorear a todo el país. Y eso también coloca a cada uno en su lugar, porque, como quiera que no todos los pastores son iguales, algunos nos siguen considerando ovejas siervas. A cada cual, pues, lo suyo y según su nivel. Además, debemos tener mucho cuidado, porque cuando se declara emérita a una persona se siguen manteniendo sus honores y algunas funciones, aunque una vez jubilada brillen por su ausencia.

Tampoco perdamos la perspectiva de que antes de molestar a alguien deberíamos tener en cuenta su categoría y condición. Lo ha refrendado nuestro consejero de sanidad: «No se puede convocar a un consejero a que suba al Parlamento en una tribuna a hablar de si hay un turno de enfermería por la noche o no lo hay. Eso no es política sanitaria. Eso es de concejal de pueblo» (entre los concejales también distingue categorías). Él, César Pascual, está para resolver retos más complicados. Como el que plantean los médicos jóvenes, que prefieren tiempo libre antes que guardias y peonadas. Y, si no perdemos la perspectiva, deberíamos darles la razón. «Trabajar sin tregua y sin fin, es lo mismo que una condena» que, con sensatez, quieren eludir.

 

martes, 1 de abril de 2025

EL MES DEL LIBRO (2 de abril de 2025)

 

El Diario Montañés, 2 de abril de 2025

Me sorprende que quienes han confeccionado el kit de supervivencia no hayan incluido en él ningún libro. «Será –comentaba a mi compañera Begoña, con quien tantos he cuidado– porque el kit es para las primeras setenta y dos horas, y en ese tiempo estaremos más preocupados de solucionar los asuntos adversos que de enfrascarnos en el sosiego de la lectura». «Ya, pero deberían tener en cuenta lo bien que arde el papel cuando se arrancan las hojas –dijo pragmática–, y cuánto podría ayudar para encender una lumbre, si fuera necesaria». Tenía razón, y ante su lógica no supe qué contestar. Si acaso, que el otro papel –el que hoy representa– no es tan importante como cuando se proclamaba a los cuatro vientos que un libro ayudaba a triunfar.

Precisamente ahora que llega el mes del libro, no deberíamos perder de vista que sufrimos una preocupante escasez de lectores, al mismo tiempo que un aumento exponencial de escritores. Curiosamente, la abundancia de escritores puede resultar negativa, pues si no encuentran una editorial que los publique sienten la tentación de autoeditarse, algo que no es malo en sí, pero cuando la edición no está regulada por filtros profesionales viene a ser –lo he dicho otras veces– como dejar la sanidad en manos de curanderos.

Algunos «autoeditados», seguros de sí mismos, escriben en las redes consejos tan engañosos como estos: «Una editorial necesita autores para su negocio. Un autor no necesita una editorial para llegar a sus lectores. Hazte editor de tu propio trabajo». Sin duda, tienen la idea equivocada de que los editores nos dedicamos solamente a publicar, ignorando que nuestro principal cometido es cuidar la calidad del contenido y el continente para que el libro siga siendo un objeto noble. Aunque no lo hayan incluido en el kit de supervivencia.

martes, 25 de marzo de 2025

PELIGRAN LOS HUEVOS (26 de marzo de 2025)

 

El Diario Montañés, 26 de marzo de 2025

Parece una contradicción que con Trump en el poder haya pocos huevos en EE.UU., pero el destino ha querido tal confluencia. La noticia es alarmante para nuestra economía real, la de todos los días, porque ante su escasez en el mercado americano el precio ha comenzado a dispararse en España. Ya sentíamos una nostalgia silenciosa cuando los cocinábamos sin apenas aceite –los huevos parecen más tristes pasados por agua o fritos a la plancha, no digáis que no–, pero así nos lo aconsejaba el precio desproporcionado del zumo de aceituna, aunque disfrazásemos su desuso tras los peligros del colesterol. También habíamos olvidado el atractivo de las puntillas, festoneadas de gotitas que eran una incitación al moje. Y estábamos acostumbrados a verlos en los platos rodeados de menos patatas, porque el año pasado los tubérculos habían multiplicado su coste. Pero, como la desgracia en casa de los pobres no sosiega, ahora que el aceite y las patatas han reducido sus precios a valores más soportables, nos vienen con lo de la subida de los huevos. Le manda…

Las consecuencias de su sobreprecio se reflejarán en la cocina y en otros asuntos. Aunque algunos sientan ganas de hacerlo, estaría mal lanzárselos a los políticos, pues sería una práctica insolidaria, cercana al vandalismo económico.

Con lo que se nos viene encima, tenemos el deber de cuidar mucho de los huevos y de las gallinas, porque, pese a su alarde de testosterona, Trump acabará comprándoselos a Europa, y atravesaremos un tiempo de necesidades.

De otros huevos, de los metafóricos, vamos sobrados en nuestro país. Con ellos «bien puestos» adorna el toro de Osborne los atardeceres en las lomas patrias y ocupa el centro de algunas banderas, empujando al aguilucho, símbolo de Franco, quien, por cierto, según algunos era monórquido. El dictador, quiero decir.

martes, 18 de marzo de 2025

LAS BUENAS MANERAS (19 de marzo de 2025)

 

El Diario Montañés, 19 de marzo de 2025

El funcionamiento de las redes sociales puede transmitir una idea distorsionada de lo que debe ser la democracia. Pese a que en ellas se discute de todo, la participación tiende a convertirse insoportable. Bien se trate de opiniones políticas o de discusiones deportivas –menuda semanita hemos tenido (y lo que te rondaré) intentando discernir si hubo un toque o dos en el lanzamiento del penalti atlético–, las redes tienen la propensión de convertirse en patios de gritos y descalificaciones. Falta, sin duda, una buena dosis de educación, que no se debe confundir con sumisión.

Sumisión es la que manifiestan los coros de incautos que se colocan estratégicamente detrás del líder o la lideresa en sus mítines o en sus declaraciones, mostrando apoyo incondicional a base de asentimientos que realizan al unísono para reafirmar su autoridad. Personalmente, me perturban. Son aduladores que pretenden demostrar la infalibilidad de las palabras de su predicador jefe. Góspeles de la aquiescencia, que se colocan hoy detrás de ti, y mañana vete a saber detrás de quién. Solo necesitan que el que hable sea de su cuerda y esté montado en el machito. Es un fondo que ambienta mucho. Aunque no sirva para la radio o el periódico –por la falta de imágenes en la primera; por las imágenes fijas, en el segundo–, el grupo de corifeos, a la espalda del líder o la lideresa, adorna tanto en televisión como los pantalones vaqueros con la camisa remangada que utilizan los protagonistas de los mítines de fin de semana con forzado estilismo.

Si quieren que les diga la verdad, me disgustan ambas posturas. Protestar por protestar, sin sentido ni civismo, o aplaudirlo todo con ofuscado adiestramiento suelen ser muestras evidentes de que el fanatismo prevalece sobre el criterio riguroso y comedido. Sobre el sentido común.

martes, 11 de marzo de 2025

LA RESPUESTA ESTÁ EN EL VIENTO (12 de marzo de 2025)


 El Diario Montañés, 12 de marzo de 2025

No guardo rencor a la IA, aunque el ChatGPT conjugue mi biografía en pretérito porque decidió poner fin a mis días en 2016. Por eso, sin acritud, he escrito este artículo recurriendo a una conversación real con ella, como otros componen los suyos utilizando la hemeroteca, en un corta y pega con el que alcanzan sin gran esfuerzo las palabras necesarias para completarlos. 

Háblame de tu importancia en los artículos de opinión, le pregunté. «La IA ha comenzado a jugar un papel interesante en la escritura de artículos de opinión –contestó–. Gracias a su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos y tendencias, puede ayudar a los escritores a identificar temas relevantes y a estructurar sus argumentos. Sin embargo, es importante recordar que la escritura de opinión es personal y subjetiva. La voz y la perspectiva del autor son fundamentales, y la IA no debe reemplazar la creatividad y la experiencia humana».

¿Y puedes escribir con estilo mordaz?, inquirí. «Sí, la IA puede generar contenido que sea mordaz, si se le alimenta con ejemplos de ese tipo de escritura. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no tiene emociones ni intenciones; simplemente sigue patrones y estilos que ha aprendido. Cuando se utiliza para escribir artículos de opinión, es fundamental que los autores revisen y ajusten el contenido para asegurarse de que refleje su voz y perspectiva de manera adecuada».

¿Y tienes influencia en el periodismo? «Sí, la inteligencia artificial está teniendo un peso cada vez más significativo en el periodismo. Muchas redacciones están utilizando herramientas de IA para analizar datos, identificar tendencias y generar contenido».

No me atreví a preguntarle si nos estarán dando gato por liebre con noticias o artículos generados por ella misma. Si fuera sensible, podría haberme contestado que la respuesta está en el viento.

 

martes, 4 de marzo de 2025

NO TODO FUE MEJOR (5 de febrero de 2025)

 

El Diario Montañés, 5 de marzo de 2025

Hablaba el pasado domingo mi amigo Javi Llamazares de la edad y los peligros que con el paso de los años nos acechan en los recodos de la vida. Y eso que apenas ha iniciado las primeras rampas de la cincuentena. Qué diremos quienes ya vislumbramos la pancarta de los setenta –más próximos, por lógica, al final de la etapa–, y tomamos pastillas como suplementos imprescindibles para el camino. Es una cuestión de perspectiva, importantísima para tener una visión (opinión) global.

De jóvenes, la mirada solo sabe enfocarse hacia adelante; luego, con las vivencias de la edad, se acumulan experiencias que nos permiten echar la vista atrás para poder apreciar otros matices. Recientemente, en la boda de un notario –me han dado fe–, los invitados treintañeros, compañeros de los novios, terminaron cantando el cara al sol, como nosotros cantábamos ‘Paquito el chocolatero’. Quiero pensar que lo hicieron como gracia, desconocedores de la realidad de aquella España de represalias, mandiles, sabañones y rosario.

Con diecinueve años, en 1976, mucho más jóvenes entonces que ellos ahora, mi compañera Lines y yo pudimos ver en el cine la película de Chaplin ‘El gran dictador’. Se había estrenado en 1940, pero en nuestro país no pudimos descubrirla hasta la muerte de Franco, porque su lobreguez censora la había prohibido (¿sería porque, a diferencia de quienes ahora lo reivindican como paladín del desarrollo y la paz, él sí se consideraba un dictador?). Ver al dictadorzuelo hacer malabarismos con la bola del mundo, en un tiempo que avanzaba con paso dudoso hacia la democracia, nos invitaba a no tropezar con la misma piedra.

Aunque solo sea por eso, amigo Javier, los años no siempre vienen mal. Porque últimamente algunos se empeñan en convencernos de las bondades de un tiempo que en absoluto fue mejor.

lunes, 24 de febrero de 2025

UNA ANÉCDOTA BERLANGUIANA (26 de febrero de 2025)

 

El Diario Montañés, 26 de febrero de 2025

Poco tiempo después del intento de golpe de Estado del 23F, el dramaturgo Lauro Olmo me comentaba la importancia de descubrir los términos de una más que probable conversación aquella noche entre Juan Carlos I y don Juan, su padre. Como autor teatral tenía claro que si aquel diálogo se había producido, sería crucial conocerlo. Pero de momento no podremos saberlo. Los secretos del entramado siguen vigentes pasados cuarenta y cuatro años… y lo que te rondaré, pues el Tribunal Supremo dictaminó que la documentación continúe clasificada hasta «veinticinco años después de la muerte de los procesados o cincuenta tras el golpe de Estado». Es decir, hasta 2031.

Aquella tarde de lunes, en Santander, supongo que también en otras ciudades, se soliviantaron los ánimos (hubo cohetes y otros sonidos más sospechosos) entre algunos recalcitrantes que luego medraron encaramados en la ola de la democracia. En la Comandancia de Marina, donde cumplía dieciocho meses de servicio militar, esa misma noche decidieron dejar la guardia normal y enviarnos a los demás a nuestros domicilios. Una medida que permitió que algunos sopesáramos seriamente la huida a Francia, al menos hasta que Juan Carlos paró la intentona tras su mensaje en la televisión. El martes 24 nos acuartelaron, cuando ya se habían entregado los golpistas. Cenamos, amontonados en el comedor, arroz a la cubana con un par de huevos, lo primero que buenamente pudo improvisar Gonzalo Piñeiro, que era el responsable de la cocina. El problema llegó cuando los mandos comprobaron que era imposible que pernoctáramos todos, pues no había literas para tanto marinero: el funcionamiento de la Comandancia contemplaba una guardia cada tres días, por lo que solamente disponían de un tercio de camas. De nuevo nos enviaron a casa.

Aquel disparate se adelantó cuatro años a la comedia berlanguiana de ‘La vaquilla’.     

martes, 18 de febrero de 2025

TRAZADOS ASNALES (19 de febrero de 2025)

 

El Diario Montañés, 19 de febrero de 2025

Visitando este fin de semana el corazón de Cantabria con un grupo de amigos (Carmona, Tudanca, Polaciones, Piedrasluengas…), pudimos charlar sobre una tradición no corroborada, pero que ha hecho fortuna: el trazado de las carreteras de montaña lo perfilaban antaño los burros. Y observando desde lo alto del embalse de La Cohilla las vueltas y revueltas que traza el camino, hoz de Bejo arriba (Unamuno comparó este paisaje con la «puerta fatídica e imponente del otro mundo, de ultratumba» de ‘La Divina Comedia’), imaginamos a los asnos, bien cargadas sus alforjas, dibujando trochas y delineando cortaduras para hacer menos costoso su avance. Aunque sea leyenda, lo cierto es que todas esas carreteras habían surgido de la necesidad de las gentes de buscar conexión con otros valles para intercambiar productos. Eran caminos imprescindibles que facilitaban la comunicación y el comercio.

Ingenieros no cuadrúpedos, pero con unas alforjas que en 2023 se calculaban en 420.000 euros, son los que están estudiando ahora, por encargo del Gobierno de Cantabria, un itinerario que una Reinosa con Potes, aunque para ello deban abrir una cicatriz acerba en la cadena montañosa, más por capricho turístico que por necesidad. Algunos ediles han puesto ya la disculpa extravagante de que el «nuevo vial abrirá la posibilidad de compartir servicios como el Hospital Tres Mares de Reinosa», siempre que el apuro no se produzca en invierno, añado yo, y que el hospital esté bien dotado de una vez por todas, superando la desidia de su abandono.

Sea como fuere, parece que nuestros vecinos de Burgos y Palencia son remisos, tanto al diseño del teleférico de la Vega de Pas como al de esta carretera de Reinosa a Potes, y han prohibido el desarrollo por su zona. Tengo el pálpito de que piensan que ambos proyectos son burradas sin sentido. 



martes, 11 de febrero de 2025

LISTAS DE ESPERA (12 de febrero de 2025)

 

El Diario Montañés, 12 de febrero de 2025


Vaya por delante que le estoy agradecidísimo a nuestro Insalud por la atención que me dan –diría que nos dan– cada vez que acudo al médico de familia o a un especialista. Personalmente, con ligeras excepciones –no en vano tratamos con personas humanas, como dice mi amiga Maribel, firme creyente de la existencia de las divinas–, me encuentro muy bien tratado cuando me reciben. Pero ahí radica el obstáculo que imposibilita que ese funcionamiento sea redondo: que te suelen recibir con demasiada tardanza. El tiempo que transcurre desde que obtienes el volante médico solicitando pruebas diagnósticas específicas, hasta que tienes la primera cita, suele resultar demasiado largo (aunque parezca un contrasentido, porque volante proviene de volar). Pero cuando ya consigues ese primer reconocimiento, no es conveniente tirar cohetes de alegría, porque tan solo has superado la primera barrera, antes de chocar con el segundo muro: las listas de espera y la promesa incierta del «esté atento, que ya le llamaremos».

Esta semana apareció en la pantalla de mi móvil un número largo de teléfono, de esos que, no sé por qué, suelen sobresaltarme. Era de mi centro de salud. Respiré aliviado. Una voz femenina, muy amable, me comunicaba la fecha de una cita que había pedido mi médica de familia al servicio de oftalmología para que consideraran una posible catarata de mi ojo derecho. Tras el saludo y la identificación inicial, me pidió que tomara nota. «Será el 12 de diciembre», dijo. «Pero esa fecha ya pasó», contesté con socarronería, «a no ser que se refiera usted al diciembre próximo, dentro de diez meses». «Me temo que va a ser ese diciembre», me respondió con tono de disculpa. «Hable con su doctora de cabecera para ver si puede urgir la cita».

Si os soy sincero, sigo sin verlo claro.

martes, 4 de febrero de 2025

SÍ, PERO NO (4 de febrero de 2025)


 El Diario Montañés, 4 de febrero de 2025

Quiero dejar claro que estoy a favor del progreso, pero de un progreso sostenible. Hacer las cosas porque sí, para mayor lucimiento del gobernante de turno, puede resultar peligroso por esa tendencia tan común de abandonarlas a su suerte una vez culminadas.

Uno tras otro, los sucesivos responsables de nuestra querida Cantabria siguen basando el desarrollo regional en el turismo, y por ello pretenden que la singularidad paisajística del terruño esté al alcance de todos, aunque ello conlleve la construcción, peligrosa para el medio ambiente y a primera vista innecesaria, de carreteras (Reinosa-Potes, «tenemos el gran capricho de cumplir nuestras promesas», el consejero de Fomento ‘dixit’) o de teleféricos panorámicos (el de Vega de Pas, «con 120.000 visitantes al año, ya nos saldría rentable», el alcalde del lugar ‘dixit’).

Quede claro que no pretendo ser intransigente como Gerardo Diego, que prometió no regresar a Santander porque no soportaba el desatino que se había realizado en Peña Cabarga cuando construyeron el «pirulí de la Habana», que quebró el «lomo solemne» de la montaña (por cierto, aunque terminado hace tiempo, su mirador, que permite divisar el 80% de Cantabria, continúa cerrado). Seguiré, cómo no, visitando los Valles Pasiegos, con Castro Valnera hermanando, que no limitando, Cantabria con Castilla, y rogaré, desde mi desconfianza infinita, para que la ola masiva de visitantes respete paisaje, fauna, caminos y sendas sin dejar plasmada su huella de destrozos (¡ay mis queridas secuoyas de Cabezón, descortezadas sin piedad!).

Si finalmente ambas infraestructuras se llevan a cabo (el estudio para calibrar los daños medioambientales debe ser tan exquisito como alejado de cualquier interés económico), deberían utilizarse con raciocinio, porque hay ocurrencias –¿recuerdan las cenas que se planearon, y pronto dejaron de realizarse, en los teleféricos de nuestro particular Jurassic Park de Cabárceno?–, que pueden resultar auténticas patochadas.

martes, 28 de enero de 2025

GERIATRÍA, CULTURA Y TURISMO (29 de enero de 2025)

 

El Diario Montañés, 29 de enero de 2025

Muchos actos culturales se están sosteniendo –si dejamos a un lado los conciertos que se diseñan pensando en los jóvenes– gracias a la participación de las personas mayores. En la presentación de un libro, en una conferencia, presenciando una obra de teatro o asistiendo a un concierto de música clásica, pongamos por caso, el cabello blanco, las calvas y los esmerados peinados con mechas predominan entre el público. Gracias a su participación, la cultura sale casi siempre vencedora en el desafío amenazador de las butacas vacías. En cuanto a la actividad turística, qué decir de los viajes del Imserso, vigorizantes imprescindibles para mantener vivos lugares que, de otro modo, permanecerían mustios gran parte del año.

Si bien el reciente frenazo de la revalorización de las pensiones, finalmente arreglado, pudo enfriarnos el otoño de la vida a más de doce millones de pensionistas, en Cantabria, donde gobierna el mayor partido de los que votaron no, se había actuado teniendo en cuenta la importancia de la tercera edad como fuente turístico-cultural de primer orden. De ahí que recientemente hayan sido nombrados tres responsables de la cultura y el turismo regional provenientes de la actividad geriátrica.

La gente se ha echado las manos a la cabeza con tales designaciones, llegándolas a relacionar con el amiguismo. No puedo entenderlo. Tengo la certeza de que es muy difícil que haya personas más apropiadas para el cargo que la trinidad elegida, porque en esta nueva era de envejecimiento activo de la población, los especialistas en asuntos geriátricos –alma de animadores– deberían resultar tan imprescindibles para la cultura y el turismo, como lo son los desfibriladores para los centros deportivos.

Con tan sabia decisión, hemos dado otro paso más que confirma el pensamiento de Buruaga: en Cantabria somos únicos.

martes, 21 de enero de 2025

LA MIRADA DE LOS OTROS (22 de enero de 2025)


 El Diario Montañés, 22 de enero de 2025

Sobre la edad hay opiniones para todos los gustos. Quienes superamos la mitad de la sesentena solemos encontrarnos con personas que nos tratan como ancianos, o con camareros –valga el ejemplo de esa profesión– que nos preguntan, cuando examinamos la carta de un restaurante, si los «chicos» han elegido ya la comanda.

En los centros de salud sucede lo mismo. Dependiendo de la percepción de cada cual, hay profesionales que se dirigen a ti con naturalidad, mientras que otros elevan el volumen de su voz porque identifican edad provecta con sordera, y aderezan el tono de sus frases con una melosidad infantil.

También leyendo o escuchando las noticias son comunes tales contrastes, pues los periodistas suelen definir a los individuos, cuando son dignos de atención informativa y transitan por esa horquilla de edad, según su particular mirada. Y ahí es donde radica la principal diferencia de un hecho objetivo: en la mirada de los otros.

Personalmente, sigo dialogando con el adolescente que llevo dentro, cual centauro ontológico. Él es muy lanzado en sus opiniones, aunque temo que pueda abandonarme cuando los achaques de la edad me obliguen a depender a menudo de las prestaciones del Servicio Cántabro de Salud. «Pues date prisa –me dice–. Para entonces, por pronto que sea cuando las necesites, pueden estar completamente privatizadas. César Pascual sigue estando muy activo, aunque seáis de la misma quinta, según tu expresión viejuna, y ha logrado que Cantabria avance sin freno hacia lo más alto de la clasificación autonómica de privatizaciones». «Pese a que nuestras posiciones sean dispares en cuanto al funcionamiento de la sanidad –matiza mi yo mayor–, el río de la vida nos arrastra hacia el mismo mar». «Sí, pero en distinto barco, marinero. Y tú no eres precisamente de los de primera clase –concluyó, desafiante».

martes, 14 de enero de 2025

50 AÑOS DE LIBERTAD (15 de enero de 2025)

 


El Diario Montañés, 15 de enero de 2025

Aquel 20 de noviembre de 1975 gastamos ocho pesetas para comprar el ‘Alerta’. Franco había muerto de madrugada, y la tercera edición del periódico del Movimiento reproducía el titular a toda página, «Franco ha muerto», con la imagen del Generalísimo sobre fondo negro. Subimos al Seat 600, extendimos la portada por el interior del parabrisas, arrancamos el coche y recorrimos los diecisiete kilómetros que separaban Muriedas de la Peña Cabarga, haciendo sonar alegremente el claxon.

En Muriedas estaba el instituto de Camargo, donde estudiábamos el C.O.U. Como todos los centros escolares, recibió la orden de suspender las clases durante una semana. Entonces, cuatro jóvenes estudiantes, de entre diecisiete y dieciocho años, tuvimos el impulso juvenil, imprudente y peligroso, de trasladarnos desde allí hasta el monte de Cabarga, con gran bulla durante el recorrido. La Peña Cabarga aportaba el riesgo añadido de ser el lugar que elegían los vecinos de El Astillero cada primero de mayo para realizar unas marchas que, disfrazadas de lúdicas, tenían carácter reivindicativo. El monte llevaba el conflicto obrero grabado en sus entrañas rojas. Quizá ese detalle nos empujó a tomar tan irreflexiva osadía.

Muchos años después, demostrando que en algunas cuestiones los tiempos no siempre avanzan en el sentido previsto, algunos alumnos de un Instituto público de ESO de Valladolid, de similar edad a la nuestra de entonces, han cantado el ‘Cara al sol’ en el Valle de Cuelgamuros. Y no son los únicos, porque el himno parece estar de moda.

Aunque solo fuera como didáctica democrática para aplicar a tanto reivindicador ignorante del fascismo, es necesario defender los valores que sostienen nuestra democracia, aquellos que violaron sin miramientos los vencedores de la camisa nueva y que vuelven a estar amenazados.

En ese sentido, bienvenidos sean los actos de conmemoración de los cincuenta años de libertad.

 


martes, 7 de enero de 2025

ES LA GLOBALIZACIÓN (8 de enero de 2025)


 El Diario Montañés, 8 de enero de 2025

Hace cuarenta años, Juan José Losada, ejecutivo de Anaya, me dijo que el ordenador personal iba a convertir a la humanidad en una aldea global. Entonces ya habían llegado los prototipos, pero fue la explosión geométrica de las ventas posteriores la que ratificó el pensamiento que tuvo el filósofo canadiense McLuhan en los primeros años setenta del pasado siglo, cuando vaticinó la gran importancia que tendrían los medios electrónicos en la futura interconexión humana. Ahora, resulta incuestionable que estamos instalados en aquella aldea global. Y de ello son responsables las tecnologías que surgieron al abrigo de los primeros ordenadores balbucientes, fundamentalmente Internet. Por poner un ejemplo, su técnica me permite transitar, cómodamente sentado, la misma calle de La Fusterie por la que deambulé en mis bordeleses veranos adolescentes. También ha solucionado algunos crímenes, el último, que se sepa, en Tajueco, Soria, donde una imagen retrataba a un hombre colocando un fardo, que a la postre resultó ser un cadáver, en el maletero del coche. Es la tecnología, ese gran hermano que lo ve todo y además nos permite conversar y vernos, aunque estemos a miles de kilómetros de distancia. Miradas de ida y vuelta en un planeta abarcable.

También hay gérmenes que aprovechan la globalización del cambio climático para invadirnos. Humanos, animales y vegetales estamos azarosamente expuestos a sus ataques. Superamos la pandemia de covid, sí, pero otras nos acechan, porque esta alteración climática facilita la eclosión de plagas dañinas: el picudo rojo, de origen asiático, está aniquilando nuestras palmeras, y los fondos de inversión –parásitos terribles– han puesto su voraz punto de mira en Cantabria, «mercado inmobiliario de lujo», aunque tengamos escasez de viviendas sociales. Son nuevas amenazas ante las que las administraciones no pueden, o no saben, hacer nada. Se quedan tan panchas.

Riesgos propios de la globalización.