martes, 28 de junio de 2022

DE BIEN NACIDOS... (29 de junio de 2022)

 

El Diario Montañés, 29 de junio de 2022

«Ten cuidado, que tiene la pluma muy ácida», le comentó un consejero a Revilla al verle hablando conmigo. Se refería a mis artículos de los miércoles en este rincón. Y sí, la verdad, en el balance global predominan los escritos críticos, aunque procurando no descalificar a nadie en la censura.

Recuerdo que dimití como presidente del Gremio de Editores de Cantabria en mayo de 2020, cuando las ayudas a la edición se recortaron el 50% con respecto a las del año anterior, pese a que días antes me habían asegurado su mantenimiento. Entonces las editoriales cántabras emitimos un comunicado de protesta en el que pedíamos que se respetaran unos puntos que, al margen de la cantidad económica, facilitaran al menos nuestra tarea en el futuro. Al año siguiente –se podrá discutir si aquella era la cantidad idónea– se recuperó la cifra inicial.

Y ahora viene la parte más positiva: desde entonces todo ha ido mejorando, porque, dejando a un lado el desconocimiento que tenemos de quiénes integran el jurado que valora los proyectos (dicen que es normal, porque nadie quiere que se sepa su identidad), los pagos se han ido produciendo de manera más ágil, hasta llegar a este año, que se han adelantado de tal forma que por vez primera tenemos el dinero, incluso, antes de editar los libros. Como de bien nacidos es ser agradecidos, le comuniqué a Gema Agudo, en nombre de los editores, nuestra gratitud. Y ella, que es ecuánime, me dijo que las cosas funcionan no solo cuando los responsables políticos las llevan adelante, sino cuando los funcionarios las ejecutan. Y en Acción Cultural tiene la suerte de contar con una persona que dirige a un equipo que, aunque mermado en número, trabaja sin desmayo. Se llama Rosa, una flor idónea para nuestro jardín cultural.

martes, 21 de junio de 2022

ELOGIO DE LAS MANOS (22 de junio de 2022)

 

El Diario Montañés, 22 de junio de 2022

Dice la ciencia que la mano es el punto de encuentro entre la mente y el mundo real. Y añade que gran parte de nuestra inteligencia se ha desarrollado a medida que adquiríamos habilidades manuales. Es indudable que hay múltiples utilizaciones de las manos, que todas nos han enriquecido –sobre todo las nobles–, pero una de ellas, la masturbación –que no es sino ofrecerles a las ensoñaciones sexuales una respuesta corporal–, ha resultado denostada siempre por la religión y lo es ahora por una mujer con nombre de virgen, Macarena Olona, que no gusta utilizar la mano izquierda. La señora en cuestión ha puesto el grito en el cielo por la supuesta enseñanza de la masturbación en la escuela pública, algo que no resultó cierto, pero que nos ha hecho hablar del tema durante días, en estos tiempos políticos en que actuamos a remolque de expresiones que, aun no siendo auténticas, se convierten en ‘trending topic’ y desvían nuestra atención de los temas verdaderamente importantes.

Yo tengo para mí que cuando uno se amanceba en solitario con su propia mano no le hace daño a nadie, si acaso se arriesga a caer en el peligro que trae consigo la demasía, pues con ella «lo bueno se hace malo, / la píldora veneno / y vicio la caricia…». Pero, en todo caso, tal vicio sería menor, y no traumático si la información llegase, seria y rigurosa, desde la escuela y no desde otros ámbitos, ni desde la sordidez de las páginas porno que, según dicen, ya invaden las aulas y afectan a la conducta de los alumnos en Secundaria.

Hoy, precisamente, me encomiendo a la pericia de unas manos hábiles para que le pongan freno al ritmo interior de mi corazón, que tiende a encabritarse con estos pensamientos olónicos.

martes, 14 de junio de 2022

EL EMÉRITO EN COMILLAS (15 de junio de 2022)

 


El Diario Montañés, 15 de junio de 2022 

Recientemente hablaba aquí de las brumas norteñas que tanto nos separan de los rigores climáticos de esa otra España que comienza en la Meseta. Hay, también, muchas cosas por descubrir cuando nos introducimos en este paisaje, que parece dibujado por un artista en cuya paleta solo quedaban verdes y grises cuando quiso colorearlo. Abundan las noticias que hablan de animales peligrosos: lobos que diezman rebaños, un oso que atacó a un ganadero (pudo salvarse porque se encaramó a un espino –me duele el cuerpo solo de pensarlo–), víboras que muerden como nunca, buitres que campan a sus anchas por centenares dándose el botín con el ganado muerto y en ocasiones con el vivo, jabalíes que hurgan en la basura buscando alimento… Dicho todo seguido, abruma. Incluso asusta, porque queda la sensación de que esta tierra guarda en su infinitud peligros primigenios.

Vox ha presentado una iniciativa en el parlamento regional para que el rey emérito venga a ella, en concreto al palacio de Sobrellano de Comillas, por la «tradicional vinculación de Cantabria con la Corona». Viniendo la petición de quien viene no deberíamos suponer que pretendan que el rey jubilado corra ningún peligro en nuestra región por amenaza salvaje –sea de lobos, osos, víboras, buitres o jabalíes–, sabedores como son de que Juan Carlos es perito en armas y podría superar sin gran esfuerzo, pese a su maltrecha cadera, los números de Pepe ‘el de Fresneda’ con los lobos, o la valentía de Pito Salces y Chisco batiendo al oso en ‘Peñas arriba’. Tampoco deberíamos sospechar que quieran traerlo para que se convierta en una atracción más de la villa de los arzobispos. Más bien parece otra animalada (en el sentido de disparate y tontería) del partido ultra, que sí representa un peligro real. Y además bastante primitivo.

martes, 7 de junio de 2022

PERIODOS TURBULENTOS (8 de junio de 2022)

 


El Diario Montañés, 8 de junio de 2022

Cuando regresas a Cantabria tras estar un tiempo fuera, y lo haces desde el rigor climático de la Meseta, suele recibirte por los montes de Campoo un cielo de nubes que parece anunciar, en lo hondo, la tierra de Mordor (con esa expresión jugamos al contemplar tal fenómeno). Retornamos a lo cotidiano y dejamos atrás las temperaturas sofocantes de un verano anticipado en primavera, claro ejemplo de que el cambio climático es evidente.

En la normalidad del día a día nos topamos con las mismas noticias calientes que nos pusieron los pelos de punta en los primeros tiempos de la transición, aunque casi cincuenta años más tarde. Los obispos se comportan como antaño, intentando guiar ideológicamente a una sociedad de la que se sienten pastores, pero en sus análisis es común que vean la paja en el ojo ajeno y soslayen la viga en el propio. Algunos militares del ejército español han recibido una bendición en el Valle de los Caídos, rodilla en tierra y armas en la mano, pues su capitán había anulado «todos los permisos de la compañía» para que los soldados de su unidad acudieran a ese acto religioso. Todo les parece normal. Al fin y al cabo, Iglesia y Ejército han recibido prebendas en la Constitución a las que no van a renunciar, y además su jerarquía vertical no quiere cambios. En política sucede algo similar: unos pretenden ir muy deprisa, pero a los inmovilistas las prisas no les gustan nada. La polarización, pues, se dispara de modo alarmante. Es como si nos afectara el cambio climático y nos predispusiera a vivir periodos turbulentos.

Aquí, en la tierra de los cielos grises, el verano se anuncia con optimismo. Parece que el turismo antepone los valores medios a los rigores extremos.

¿Sucederá algún día lo mismo socialmente?