martes, 28 de diciembre de 2021

RETRASO EVOLUTIVO (29 de diciembre de 2021)

 

El Diario Montañés, 29 de diciembre de 2021

Si todo ha ido bien, cuando ustedes lean este artículo estaré recibiendo la tercera dosis de la vacuna. Podría ser algo poco noticiable, por lo habitual, pero no lo es tanto, o al menos no lo es en el caso del cien por cien de la población. Estamos atravesando un tramo de la historia en el que la falsedad de algunos medios sociales se impone a la realidad científica, y como quiera que, según dice la neurocientífica Susana Martínez Conde, «nuestro cableado neuronal responde a las emociones más que a los datos», pues pasa lo que está pasando, que hay terraplanistas convencidos, y que algunos estados americanos están diluyendo las teorías darwinianas bajo la falsa máscara científica del creacionismo.

A las redes sociales, que permiten la opinión de todos sin censura alguna, han entrado a saco los antivacunas. Precisamente para denunciar su conducta, la doctora Laura Tomás López, neumóloga intervencionista, presidenta de la Sociedad Vasco Navarra de Patología Respiratoria y jefa de sección de Neumología de la OSI Araba de Osakidetza, ha recurrido a Twitter. Escribió un tuit que se convirtió en viral, con una expansión tan rápida como la de la variante ómicron (520 comentarios, 10.000 retuits y 32.000 ‘me gusta’, en una sola mañana): «Ayer de guardia, sin dormir, ingresando pacientes COVID en UCRI. 12 de 19 sin vacunar. La más joven, 17 años. Múltiples teorías sobre las vacunas. Ni uno solo me ha dicho que NO cuando les he ofrecido Tocilizumab. Ni una sola pregunta sobre su eficacia o efectos secundarios. Alucino».

Lo dicho, que hoy miércoles me darán el tercer pinchado. Esperaré reflexionando sobre este planeta esférico en el que vivimos, y sobre que algunos de sus habitantes hacen bien no siguiendo a Darwin. De hacerlo, descubrirían que se han quedado rezagados en la inteligencia evolutiva.

martes, 21 de diciembre de 2021

MUJERICIDIO INSOPORTABLE (22 de diciembre de 2021)

 

El Diario Montañés. 22 de diciembre de 2021

Triste final de año. El pasado domingo nos concentramos en Villaescusa para guardar dos minutos de silencio como protesta por el asesinato de Eva Jaular y su hijita, de 40 años y 11 meses, respectivamente. Las dos eran vecinas de mi valle. Las vidas se las truncó con saña un energúmeno cargado de odio y con sentido errado de la posesión. Qué pena da recordar ahora aquella canción de los 90 que cantaba el grupo ‘Platero y tú’. La maté porque era mía, decía, que es la triste certeza que suelen tener estos asesinos. Sus notas andaban por mi cabeza, mientras el viento sur se hacía dueño de los 120 segundos de silencio. Las encinas cercanas de la Peñona volteaban las hojas para mostrar su envés. Un milano surcaba las alturas mirando el panorama de la explanada trasera del edificio del ayuntamiento, donde nos reuníamos unas 400 personas. Si bien es cierto que es lo que debíamos hacer, y no quedarnos parados, no dejaba de preguntarme: ¿servirá para algo?

Estos bárbaros se llevan por delante más de lo que matan. Porque mueren las víctimas, sí, pero también el sufrimiento carcome a los familiares, tanto del muerto como del asesino. No quiero imaginar su desazón. «¿Qué hemos hecho mal?», se preguntarán unos. «¿Para qué habrá venido al mundo ese malnacido?», dirán otros. La sombra de la violencia es alargada: quiebra la vida de los vivos, trae la desdicha a quienes quedan y nubla la sonrisa de todos.

En medio del silencio, además de la canción, rondaba por mi cabeza aquello que dijo Emilia Pardo Bazán de que, aunque todos los asesinatos son reprobables, «el ‘mujericidio’ siempre debiera reprobarse más que el homicidio». Al tiempo pensé en el dogma de la indisolubilidad del matrimonio. Sin duda, eran reflexiones inconexas desde la conmoción.

martes, 14 de diciembre de 2021

EL PELIGRO DE LAS PALABRAS (15 de diciembre de 2021)

 

El Diario Montañés, 16 de diciembre de 2021 (© de la imagen Sergi Bernal)


Este fin de semana visité, guiado por Miguel Ángel Martínez Movilla, las fosas de la Pedraja, en Burgos. Miguel Ángel es un arquitecto que ha dedicado parte de su vida a tratar de encontrar los restos de las personas asesinadas en ese lugar, entre ellos los de su abuelo Rafael Martínez, que quizá fuera el último que vio con vida en la cárcel de Briviesca al maestro catalán Antonio Benaiges, al que prestó su camisa, pues el docente la tenía destrozada tras haber sufrido una paliza. Desenterrar el olvido le ha costado la incomprensión de muchos. «Algunos se han acordado de su padre cuando había subvenciones para encontrarlo», espetó un conocido político en la cadena televisiva de la Conferencia Episcopal. Sus palabras traspasaron todas las líneas para adentrarse sin fisuras en la hostilidad. Miguel Ángel, como tantos otros, las recibió con dolor, pero siguió adelante, guiado por su espíritu sereno y su condición conciliadora. Tras muchas catas infructuosas, en 2010 encontró un par de fosas en las que aparecieron los restos de 135 fusilados. Con la suerte de haber podido identificar los de su abuelo Rafael, tras las pruebas de ADN.

Fernando Martínez López secretario de Estado de Memoria Democrática –cuya ley, según escribía ayer el obispo don Manuel Sánchez Monge, pretende, junto con otras que citaba vinculadas, «sustituir el orden social basado en los fundamentos cristianos»– recomienda a quienes quieren que el silencio permanezca enterrado que vayan a pie de fosa «porque entonces cambiarán de opinión». Nosotros no necesitábamos cambiarla, pero allí reafirmamos nuestras certezas. Lástima que aquel momento de recogimiento lo rompiera un cazador que cuidaba la seguridad de una cacería cercana, que nos dijo, entre advertencia y amenaza: «¿Queréis seguir aquí para que os metamos un tiro?».

Vengan de donde vengan, hay palabras que hieren como balas.


martes, 7 de diciembre de 2021

LAS MOSCAS (8 de diciembre de 2021)

 


El Diario Montañés, 8 de diciembre de 2021

Don Julio, mi maestro en la edad temprana, solía decirnos que nos distraíamos hasta con las moscas. Sabemos que en la escuela de Antonio Machado también las había, y que las perseguían por amor de lo que vuela. Muchos años después, esas moscas vulgares le hicieron evocar todas las cosas en un sencillo poema. Porque evocadoras son, y pasatiempo inestimable en los momentos de tedio que se dan en algunos despachos, como relata Augusto Monterroso en un celebrado cuento sobre un funcionario, «cansadón» de no hacer nada, que perseguía las acrobacias del insecto, y que el gran fabulador dedica con ironía a la memoria de los hermanos Wright. Serapio, que como don Julio el maestro era tío político mío, llamaba «canonjías» a esos puestos de trabajo en los que tanto abundan los tiempos muertos. Él me descubrió, en la edad madura, el vocablo, que la Real Academia define en su segunda acepción como «empleo de poco trabajo y bastante provecho». Es decir, con elevada nómina a fin de mes.

Dado el hábito cachazudo que suele ser común en quienes trabajan en tales puestos privilegiados –atletas del descanso y de ausencia precisa cuando son más necesarios–, resulta poco aconsejable dejar en sus manos ciertas responsabilidades organizativas, pues por su desentreno en la actividad diaria –¡cuánto daño están haciendo las oficinas virtuales!– son capaces de deslucir cualquier acto que de ellos dependa.

Por suerte, al día siguiente los medios de comunicación suelen ser respetuosos y pasan de puntillas sobre los fiascos sin hacer sangre. De ese modo pueden leer las noticias con relajada parsimonia y con la satisfacción íntima del deber cumplido, mientras miran disimuladamente el reloj en espera del paréntesis imperioso del café matinal. Algunas moscas, zanganeando por los cristales, parecen estar allí para distraer el predecible hastío del mediodía.

martes, 30 de noviembre de 2021

EL PESO DE LA MELANCOLÍA (1 de diciembre de 2021)

 

El Diario Montañés, 1 de diciembre de 2021

El lento discurrir del domingo, lluvioso en lo meterológico y triste en cuanto a noticias, abruma el ánimo. El sopor de la tarde, la calidez de la calefacción central y las películas dulzonas de la 1 o de Antena 3 –con paisajes maravillosos, guiones ñoños y actrices y actores maduros (¡qué bien que puedan seguir trabajando!)– disponen el ánimo hacia la melancolía, que dicen quienes de esto entienden que es la actitud necesaria para la reflexión. Y reflexiono. Y deduzco que estoy viendo caer cada vez más cerca las bombas de la muerte, y que los peligros de las enfermedades silban por cada esquina para intentar cortarle las alas al futuro. La vida, con el paso del tiempo, se nos llena de ausencias y amenazas. Hemos nacido para morir, es cierto, pero hay ocasiones en que la muerte se apresura demasiado, porque de algunas personas todavía necesitábamos la luz de su visión, el aliento de su ejemplo y la calidez de su cercanía (¡Ay, Almudena! ¡Ay, Lola!).

Llueve en el exterior. Graniza, incluso. Es tiempo «aciánago», por esa tristeza húmeda que todo lo empantana. El virus, que no quiere ser menos, nos intimida con nuevas mutaciones porque ha estado campando a sus anchas por los países pobres, sin apenas vacunas, obligadas sus gentes al negacionismo forzoso del que presumen los irresponsables en esta parte más próspera del mundo. Luego querremos ponerles barreras fronterizas –lástima que no puedan erigirse en piedra, dirán– para que no expandan el bicho por nuestra zona de confort.

Cuánto añoro aquellos tiempos de luminosidad juvenil, porque en la edad madura pesa como una piedra la larga noche que comienza a las seis de la tarde. Y me hace sospechar, como a Celso Emilio Ferreiro, que los corazones de algunos hombres también pueden estar hechos de piedra.

 

martes, 23 de noviembre de 2021

LA SEXTA OLA (24 de noviembre de 2021)

 

El Diario Montañés, 24 de noviembre de 2021

En las circunstancias actuales, sin ser excesivamente pesimista, parece que la situación real de la pandemia no está para tirar cohetes. Tendríamos que haber aprendido de la experiencia de olas anteriores, cuando quienes mejores datos tuvieron al principio no fueron luego los que mejor terminaron. El ejemplo de Asturias es paradigmático: cuando se produjo el primer embate, la región vecina presumió de haber sido pionera en recomendar a los ciudadanos medidas sencillas de profilaxis: «lavado de manos, utilización de pañuelos desechables y saludos con el codo». El bajo porcentaje que tuvo la epidemia en la zona asombró a todos. Los noticieros nacionales y de medio mundo se hicieron eco de lo que llamaban «el milagro asturiano». Como consecuencia, en los meses de verano de 2020 la comunidad fue «el oasis» que buscó la gente para el descanso estival, pero a los pocos meses se convirtió en líder de contagios y hubo que cerrar la región e instaurar el toque de queda. «Se cantó victoria muy pronto, y el verano con los turistas fue una puerta de entrada al virus», dijeron los expertos.

Ahora, con la vacunación extendida a gran parte de la población nacional y con los buenos datos que ha habido hasta hace bien poco, hemos vuelto a relajarnos. Regresan los abrazos y los besos, tan añorados. Regresan las reuniones sociales, tan necesarias. Y ha regresado, como era de esperar, esa actitud muy humana del olvido. El problema es que también ha vuelto el frío, que nos ha obligado a relacionarnos en ambientes cerrados.

No deseo parecer pesimista, repito. La ciencia está de nuestro lado para mejorar la situación. Es nuestra aliada. Pero lo tiene complicado si no la acompañamos en esta batalla, que es de todos, contra «el general olvido». Peligroso estratega que consigue que rehuyamos la realidad.


martes, 16 de noviembre de 2021

PERIODISTA DE RAZA (17 de noviembre de 2021)


 El Diario Montañés, 17 de noviembre de 2021

Cuando leyó el artículo de Genaro, quedó contento. El chico apuntaba maneras de buen periodista. Había seguido sus indicaciones al pie de la letra, transmitiendo las consecuencias del posible apagón del que tanto se hablaba últimamente, pero no sus causas, prescindibles para el lector medio. Además, le había recomendado no difundir sospechas sobre nuestra sociedad capitalista, capaz de autoabastecerse, salvo en casos puntuales. Y la idea de relacionar en la edición digital del periódico los artículos que era necesario comprar con los comercios que los vendían, le resultó fascinante (los anunciantes lo agradecerían, sin duda). Genaro había hecho un trabajo ágil, de los que se puede leer en menos de diez minutos. Un escrito que transmitía el miedo a perder las comodidades que nos proporciona esta sociedad. Tras leerlo, cualquiera estaría dispuesto a pagar lo que fuera necesario con tal de darle al interruptor y obtener luz y calor. Porque solo se descubre el valor de las cosas cuando las pierdes.

Es cierto que Genaro en su investigación había recurrido a Google, a películas apocalípticas y al lejano recuerdo de los campamentos juveniles, pero su recomendación de comprar un kit de supervivencia (alimentos no perecederos, linternas, velas, mecheros, cerillas, transistores, hornillos, estufas de gas, bombonas, pilas, generadores…) había calado hondo en la sociedad. Un ejemplo palpable de que lo ligero puede resultar edificante, porque a los artículos de prensa les sucede lo que a los discursos: fray Junípero decía que los breves mueven el corazón y los extensos, el culo.

También el director se mostró satisfecho cuando comenzó a leer la investigación que le había pedido sobre las complicaciones de la próstata. «Según la universidad de Harvard, eyacular al menos veintiún veces al mes reduce considerablemente el riesgo de cáncer de próstata». Un titular jugoso. Satisfactorio. De periodista de raza.

martes, 9 de noviembre de 2021

CONTAR HASTA DIEZ (10 de noviembre de 2021)

 

El Diario Montañés, 10 de noviembre de 2021

La policía calcula que en las zonas de ocio nocturno la conflictividad ha crecido un 30%. Son habituales las peleas de fin de semana, a las que algunos acuden con armas blancas que en la madrugada de alcohol y drogas hieren más que las palabras. Parece que de la pandemia estamos saliendo peor que entramos, como esos perros que se desenfrenan cuando los sueltan tras estar atados largo tiempo y en sus primeras carreras dan rienda suelta a su mal entendida libertad. Dicen estudios amparados en el sentido común que son los padres quienes deben ejercer «la autoridad desde el afecto y el amor, estableciendo límites y normas constantes y coherentes» y trasmitiéndolos con su propia actitud. Pero algo debe de estar fallando en una sociedad que se ha olvidado de contar hasta diez antes de actuar, confundiendo la velocidad con el tocino.

También la lluvia se ha desatado esta semana. Y no lo ha hecho lloviendo sobre mojado sino sobre las hojas del otoño que cegaban los imbornales por falta de limpieza, provocando inundaciones. El agua, que tiene más memoria que nosotros y siempre ha estado ahí, es tozuda a la hora de reclamar cauces antiguos. Más temprano que tarde, apoyada en el cambio climático, ocupará el terreno que le hemos ido hurtando. Y no le pedirá perdón a nadie, a diferencia del alcalde de Castañeda, que en un comunicado en las redes sociales se disculpa porque perdió el control cuando «mentó a la madre» del concejal socialista en un pleno, llevado por su carácter «un tanto levantisco» y porque la paciencia no es una de sus virtudes. Aunque previsor sí que parece: antes de ver inundada la bolera de Villabáñez por las malas hierbas, prefirió nivelarla con el entorno a base de hormigón. Ahí tampoco contó hasta diez.

martes, 2 de noviembre de 2021

NATIVOS LECTORES (3 de noviembre de 2021)

 

El Diario Montañés. 3 de noviembre de 2021

Tras superar la Historia Sagrada de la Enciclopedia de Álvarez, llena de venganzas y castigos –imposible olvidar el ojo triangular de Dios, que todo lo veía, preguntarle retóricamente a Caín tras haber matado a Abel: «Caín, ¿qué has hecho?»–, pasábamos a la Geometría. Se nos iba la mayor parte del tiempo en sumar los lados de los polígonos para calcular su perímetro, multiplicarlo por el apotema, dividirlo por dos y hallar así su área. Era nuestra particular esperanza de aprender a calcular en un futuro superficies de terreno que soñábamos tener en propiedad (¡ilusos!). Siempre recelé, sin embargo, de la utilidad que tenían las operaciones sesudas que realizábamos para tratar de saber en qué punto se encontrarían dos trenes que salían de lugares diferentes a desigual velocidad, aunque el profesor me explicara una y otra vez que eran indispensables para saber en qué estación debería esperar el que llegara primero al que llegara después y evitar colisiones en la vía (de nada me sirvió decirle que yo no quería ser jefe de control del tráfico ferroviario). La modernidad del Bachillerato nos llevó a descubrir la teoría de los conjuntos, que dejó exhausto a Georg Cantor, su descubridor, hasta el punto de terminar su vida sumido en crisis nerviosas y en internamientos en centros psiquiátricos. También aprendimos a analizar las frases sintácticamente, averiguando el sujeto, el verbo, el complemento, la oración principal, las subordinadas…, haciendo después tabla rasa para pasar a la nueva nomenclatura de núcleos, determinantes, adyacentes, sintagmas…

Es posible que aquellas enseñanzas de entonces no nos hayan servido de mucho. Pero contábamos con una pequeña ventaja, porque nosotros éramos nativos lectores, no nativos digitales. Y en ello radica una diferencia nada despreciable: cultivábamos la capacidad crítica guiados por maestros que nos transmitían desde los libros sus ideas imperecederas.

miércoles, 27 de octubre de 2021

ABOLENGO RANCIO (27 de octubre de 2021)

 

El Diario Montañés, 27 de octubre de 2021

En ocasiones un retraso puede cambiarlo todo. Habitualmente aprovecho los domingos para escribir mis artículos, pero esta vez pospuse la escritura para el lunes. En principio iba a hablar de los problemas que padece Europa con los suministros de materias primas, circunstancia de la que muchos culpan a las deslocalizaciones de las empresas, un invento que nos vendieron como la panacea y que, por el contrario, se nos está volviendo en contra. También, cómo no, de la escasez de papel, tanto higiénico como de imprimir libros o periódicos, problemas que me inquietan (sobre todo el segundo, porque el primero se solucionaría haciendo un uso adecuado del bidé). Y reflexionaría sobre Amazon, el gigante de la distribución que está acabando con el comercio tradicional y, según parece, también con el trabajo habitual de las empresas de cartonaje, que han adaptado su maquinaria para fabricar embalajes que alimenten al gigante antes que producir cartones para las cubiertas de los libros (editoriales hay que ya han suspendido algunas publicaciones).

Pero, ¿qué fuste podría tener esta noticia frente a la que informa de la constitución del Ilustre Cuerpo de Hijosdalgo de la Montaña y Antiguos Solares? Ser leales a España, al rey (pese a todo) y a la princesa de Asturias (porque sí), y defender a la patria y sus tradiciones no tiene parangón. Lo pude descubrir el lunes gracias a mi retraso, y supe del rancio abolengo de los hijosdalgo, sangre no contaminada en el tiempo por gentes de baja ralea: «corruptos, ladrones, putas, proxenetas, verdugos, judíos, gitanos…». Inmaculada.

Leyendo la noticia estuve tentado de firmar estas reflexiones como Jesús de la Herrán y Ceballos y Herrán de Zarrabeitia Vega de Mediavilla. Lástima que para acreditar tanta preposición y conjunción entre apellidos tuviera que mostrar pruebas en papel, con tanta escasez como hay.

martes, 19 de octubre de 2021

POR UN MILLÓN (20 de octubre de 2021)


 El Diario Montañés, 20 de octubre de 2021

Abundan los ejemplos de escritores que han compuesto sus creaciones a cuatro manos. Traté en mis tiempos de Anaya con Andreu Martín y Jaume Ribera, dos de los más populares, que iniciaron a finales de los años ochenta su serie juvenil sobre Flanagan. En sus encuentros en los colegios e institutos con los lectores adolescentes surgía, invariablemente, la misma pregunta: «¿Cómo podéis escribir una novela entre los dos?». «Es sencillo, uno escribe las consonantes y otro las vocales –contestaban con humor–. Y para que no resulte monótono, solemos cambiar en cada capítulo».

Los ganadores del premio Planeta han conseguido rizar el rizo, pues tras el nombre de Carmen Mola en realidad se ocultaban tres guionistas (curiosamente también Andreu Martín lo era) que han compuesto la obra ganadora a seis manos. Supongo que uno habrá escrito las vocales, otro las consonantes y el tercero habrá colocado los signos de puntuación. Por encima de esas manos creativas –habituadas a escribir guiones que seducen a la mayoría por la rapidez de las acciones, la intriga de las escenas y el continuará expectante tras cada capítulo– están las manos que todo lo gobiernan en esto de la literatura nacional. Desde los tiempos del creador de la editorial, la línea planetaria ha sido la mercantil, algo muy respetable pero que ha terminado engullendo a otros editores de fuste.

El premio ha sido este año de un millón de euros, con lo que cada uno de los tres se llevará 333.333 euros antes de impuestos, cifra que resulta brutal aun dividiendo por dos el número de la bestia. Yo la recibo con aplauso, si se dedica a premiar la buena literatura y a promocionar la lectura. Aunque no puedo dejar de pensar con tristeza en los 654 ingenuos que se presentaron al galardón. ¡Pobres diablos!

martes, 12 de octubre de 2021

NO SOMOS MEJORES (13 de octubre de 2021)


 El Diario Montañés, 13 de octubre de 2021

Éramos tan ingenuos que pensábamos que podríamos salir de la pandemia convertidos en mejores personas, pero no. Nos hemos echado a la calle con las mismas ansias que esos perros que, tras estar amarrados todo el día, no saben gestionar su escasa libertad cuando los sueltan (las comparaciones son odiosas, aunque es este caso habría que ver para quién). Tenemos barra libre para los botellones, que comienzan a convertirse en el nuevo deporte nacional de masas durante los fines de semana y vísperas de festivos. Nos acostamos con peleas y nos desayunamos con basureros quemados, situación que puede parecer lógica porque los implicados en las grescas no los suelen utilizar para guardar en ellos los restos de suciedad: prefieren componer con las sobras un lamentable paisaje después de la batalla.

Ahora, con la práctica desaparición de las restricciones, también se puede volver a las gradas para gozar en directo de los espectáculos deportivos, aunque algunos lo han hecho desmadrados, aprovechando la ocasión para insultar con palabras vejatorias y utilizar amenazas sexuales a las futbolistas del Osasuna B. Ese reducido grupo de energúmenos ha colocado lamentablemente el nombre de Nueva Montaña en el primer plano de la prensa nacional, en la que ha comenzado a aparecer algunos comentarios –la falsa libertad del anonimato– que ponen los pelos de punta. «Cuanta gilipollez muchacha. Si no te gusta eso tendrás que dejar el fútbol o acostumbrarte a escuchar eso y más porque la cosa siempre ha sido así», ha dejado escrito en el foro de un periódico nacional un encubierto participante.

Mal vamos como sociedad si seguimos caminando por estas sendas del desatino. Qué pena no poder ser como Pérez Reverte –nuestro recio Steven Seagal del columnismo patrio– para despachar aquí tales situaciones con un sonoro taco y algún bofetón. ¡Voto a Bríos! 


martes, 5 de octubre de 2021

COMPARACIONES ODIOSAS (6 de octubre de 2021)

 

El Diario Montañés, 6 de octubre de 2021

Toda comparación es odiosa, leemos en ‘La Celestina’ o en ‘El Quijote’, por traer el ejemplo de dos grandes obras literarias que recogen esa frase proverbial. El Instituto Cervantes aclara que la expresión significa que «no conviene comparar personas o cosas entre sí, para evitar que alguna se sienta menospreciada». Pues bien, un escritor santanderino –de esos de pajarita liberal al cuello– ha recurrido a los villaescusanos para significar la caída de Santander en la clasificación de la renta regional, hasta perder «la posición hegemónica de la que siempre disfrutó» entre los demás municipios cántabros. Y ahí viene la comparación odiosa, porque dice que «con 24.300 euros de renta disponible está en el mismo nivel que Villaescusa». Antes de rematar: «Triste evolución». Y miren, uno que tiene a bien ser de Villaescusa y presumir de ello, se ha sentido en cierta manera ofendido, porque evolucionar hacia nosotros en realidad parece significar para ese colaborador digital una involución.

Hay otras comparaciones que simplemente son estúpidas, por absurdas. Pierden el patrón de medida conocido por todos y recurren a semejanzas banales. Cuando ya habíamos tomado el campo de fútbol como unidad de referencia para representar una hectárea, llegan los sabidillos de última generación de RTVE, desdeñan tal medida por usual y nos abruman diciendo que el volcán de Palma ha escupido una cantidad de magma «que equivaldría a llenar las 118 hectáreas del parque del Retiro, en Madrid, con 14 metros de lava». Con un par. No resulta extraño que algunos hayan respondido, con el humor característico de Twitter, que lo del Retiro se la suda (como a Leguina) y que mejor sería medirlo en Sagradas Familias, Plazas Mayores de Salamanca o Alcazabas de Almería.

Tampoco me hagan mucho caso. Soy de Villaescusa, y para el de la pajarita… ya se sabe.

martes, 28 de septiembre de 2021

PERIDIS (29 de septiembre de 2021)

 

El Diario Montañés, 29 de septiembre de 2021

José María Pérez, ‘Peridis’, cumplió ochenta años ayer martes 28 de septiembre, el mismo día en que la Universidad de Alcalá de Henares le invistió doctor ‘honoris causa’. La distinción era merecidísima por su trayectoria profesional, aunque algunos sabemos que también se la merecía por una faceta consustancial con su personalidad, que no es otra que la de dirigir sus esfuerzos hacia el bien común.

En 1958 le transmitió al ministro de trabajo, Joaquín Almunia, que no comprendía que un gobierno socialista soportara, sin hacer nada para remediarlo, la vergüenza de tener un millón y medio de jóvenes en paro. Tras muchas vueltas para superar absurdas trabas legales, consiguió que la administración apoyara una idea que venía acariciando desde tiempo atrás, que no era otra que la de que viejos artesanos enseñaran su oficio a jóvenes desempleados. Entonces nacieron las Escuelas Taller, germen inagotable de empleos. Había levantado por aquellos años el convento caído de Aguilar y tenía en mente la creación del Centro de Estudios del Románico –que derivó después en la Fundación Santa María la Real–, para revitalizar ese arte milenario y salvaguardar los edificios, y con ellos los pueblos de aquella España vacía, realzando su valor mediante su conocimiento. Con los estudios de los especialistas y el entusiasmo de su impulso, atrajo al turismo cultural para que apreciara el mensaje de las piedras y el saber arraigado del paisanaje rural. Años más tarde levantó en tomos ese mismo románico, en un monumento titánico del que tuve la suerte de ser editor, la Enciclopedia del Románico.

Pero la prevista construcción de macrogranjas porcinas representa ahora una amenaza cierta para gran parte del entorno natural que tanto ha defendido siempre. Y es que con los cerdos conviene tener mucho cuidado. Si nos confiamos, nos pueden traer sorpresas desagradables.


martes, 21 de septiembre de 2021

NO SE ESTILA (22 de septiembre de 2021)


 El Diario Montañés. 22 de septiembre de 2021

«Es la vida», me dijo mi amigo Enrique Vegas en la Feria del Libro de Madrid cuando le comenté la soledad de algunos grandes autores en las casetas de firmas, frente a otras repletas de fans que aguardaban en filas interminables la dedicatoria de sus ídolos mediáticos. «No es la vida, es la muerte de la literatura», contesté. Andaba yo ese fin de semana triste con la muerte de otro gran amigo, Mario Camus, escritor y director de un cine que ya no se estila, de diálogos profundos y conocimiento cocido a fuego lento del alma de los personajes, a medida que avanza el metraje. Y me vino a la cabeza el estribillo de la canción ‘Amarraditos’, de María Dolores Pradera: «No se estila, ya sé que no se estila». Ahora, me dije, lo que se lleva es el ruido, la concatenación agobiante de escenas sin otro sentido que el de dar mayor movilidad a la violencia; la inmediatez de las redes, las reflexiones de youtubers que harían enrojecer a cualquier pensador que se precie, pero que a bastantes de ellos les genera la suficiente riqueza como para pensar en mudarse a otros países con un régimen tributario más laxo que el del nuestro. El mundo al revés.

Este ya no es país para viejos, reflexioné, porque barrunto que comienzo a serlo en cuanto a ciertas opiniones. Pero como es peligroso vivir sustentado en los días del pasado, rememorando solo la vieja música y ajeno a toda esta colmena de farsantes, me tranquiliza sospechar que acaso mi desazón se deba al color de las nubes, que ya comienza a tener tinte otoñal. Cualquier día la cólera del viento sur las despejará, y podré ver de nuevo, al ponerse el sol, las estrellas desde mi prado. Vital para mi amor propio.

martes, 14 de septiembre de 2021

LA VIDA ETERNA (15 de septiembre de 2021)


El Diario Montañés, 15 de septiembre de 2021

Definía san Ambrosio tres tipos de muerte, aunque aquí solo citaré ‘la mors peccati’: «la muerte del alma que peca», la muerte en vida; una mala muerte, sin duda. Fueron Adán y Eva quienes nos la dejaron en herencia cuando eligieron el atractivo de la fruta prohibida antes que la vida eterna que tenían garantizada dentro del Paraíso. Algo parecido a lo que ha decidido el obispo de Solsona, Xavier Novell –buen conocedor de los principios cristianos–, al tirar todo por la borda y anteponer el arrebato terrenal que siente por la psicóloga Silvia Caballol a las promesas de una eternidad que en la comparación le resulta menos palpable.

Sin embargo, el ya dimitido obispo no debería preocuparse por su debilidad humana, siempre que tenga éxito la investigación que financian Jeff Bezos, fundador de Amazon, y el multimillonario Yuri Milner, inversor en ideas de alta tecnología. El proyecto que tienen entre manos estos mecenas cuenta con la participación de notables talentos científicos, incluido algún premio Nobel, con «el sustento económico» de otras grandes fortunas, y pretende estudiar –casi nada– la reprogramación celular, retrasar el envejecimiento, prolongar la existencia humana e intentar alcanzar la vida eterna. Si lo consiguen, cambiarán las reglas del juego, puesto que los ricos –ellos al menos– podrán sufragarse el camino de la inmortalidad en la tierra sin tener que preocuparse por la sentencia de Jesús, cuando les condenó asegurando que era más fácil que pasara un camello por el ojo de la aguja que un rico entrara en el reino de los cielos. Con esta posibilidad deben de estar frotándose las manos: podrán alcanzar la vida eterna aquí, sin sacrificios. Ellos y cualquiera otro, obispo o no, que quiera gozar las delicias carnales ‘ad aeternum’. A cambio, no tengo dudas, de una considerable cantidad económica.

lunes, 6 de septiembre de 2021

LA FAMILIA Y LA ESCUELA (8 de septiembre de 2021)


 El Diario Montañés, 8 de septiembre de 2021

Comienza el curso escolar. Más que nunca deberíamos seguir enfocándolo hacia la formación integral de las personas, en esta época tan difícil. No creo que estemos superando la prueba, porque la crispación y la picaresca habitan entre nosotros. La escuela, que tan solo debería ser una extensión de las familias e ir con ellas al unísono, se acaba convirtiendo en la única moduladora de conductas. En ella cargamos la responsabilidad de la formación y la culpa de los fracasos.

Tengo el hábito de leer noticias insólitas para satisfacer mi capacidad de asombro, aunque también, todo hay que decirlo, para ver si alguna tiene cabida en este rincón. Esta semana he vislumbrado la posibilidad: «La secretaria del Juzgado de Paz de Santurtzi ha sido suspendida cinco años de empleo y sueldo por la celebración la pasada Nochevieja de un cotillón ilegal en la sala de vistas de la institución, y después del toque de queda. Entre los participantes identificados se encontraba una hija suya». No me dirán que no tiene gracia. Una fiesta ilegal, en un lugar oficial, con el acceso abierto por la llave que proporcionó esa madre irresponsable. Según leía la noticia –no sé por qué– vivieron a mi mente los chicos de Santa María de Cayón, esos que, reunidos en un local del que poco sabemos, vieron, tras escapar por los pelos, cómo se venía abajo todo el edificio, afortunadamente sin víctimas. Del siniestro avisaron a las cinco de la mañana. Entonces pensé en los padres. Y en la alcaldesa que, según se supo, les había dado la llave para que entrasen cuando quisieran.

Todo ello vino a reafirmar mi idea inicial: son las familias las que deben educar a las personas. La escuela, reforzar esa formación. Y san Pedro, cuidar de las llaves. Para repartir las culpas.

martes, 31 de agosto de 2021

CALIDAD TURÍSTICA (1 de septiembre de 2021)


 El Diario Montañés, 1 de septiembre de 2021

He visto más limpias que nunca las cunetas de mi pueblo, y no quiero insinuar con ello, dios me libre, que se haya debido al paso de la Vuelta Ciclista a España por la localidad. Supongo que lo aconsejaba la previsible llegada de las lluvias otoñales. Pero, insisto, todo estaba más aseado cuando los corredores discurrieron por Villaescusa sobre sus caballos de hierro. Cantabria había sacrificado su perfil quebrado –idóneo para plantear etapas de gran montaña que nada tendrían que envidiar a las mejores del Tour– para mostrar su cara más turística. De Laredo a Liencres, pasando por Santoña, Noja, Liérganes o Santillana del Mar, con inicio y final en la costa, pero atravesando parques naturales, pueblos monumentales, o mostrando caprichos tallados en las rocas por la mar. Apenas tenía tiempo Carlos de Andrés para comentar las imágenes aéreas, cual Wikipedia ilustrada. Era un ejercicio de promoción turística de primer orden, ahora que Revilla ya no discute con los hombres del tiempo sobre nuestro sol huidizo, y ha dado en vender las bondades de una región libre de los agobios del calor, con la necesaria chaqueta en la mano para el atardecer y la mantita para la noche, porque debemos conjugar la tiranía de la playa con un turismo más diverso.

Esta temporada madrileños, vascos y castellanoleoneses han vuelto a ser nuestros principales visitantes; unos huyendo del calor, otros por cercanía, pero todos generando ingresos para salvar un verano que ha resultado bueno en lo económico. Si además la Vuelta le ha dado otra vuelta de tuerca al recorrido y ha preferido apostar por una etapa de transición turística, pues eso que sumamos. Más discutible –casi oportunista– me parece la ocurrencia de colorear silos, aunque atraiga muchos visitantes. Porque en cultura no siempre tiene calidad lo que más vende. Creo.


lunes, 23 de agosto de 2021

¿FINITOS O INFINITOS? (25 de agosto de 2021)


 El Diario Montañés, 25 de agosto de 2021

Mantienen algunos que la infinitud de Cantabria puede llegar a ser finita. Si no conservamos lo más parecido a como eran la naturaleza, la arquitectura, el paisaje y el paisanaje; si rompemos la difícil armonía entre la tradición y el crecimiento equilibrado –sostenido, se dice ahora–, podemos finiquitar lo infinito. Ya hemos transformado mucho de forma desmedida. La franja costera regional se ha degradado con construcciones que han roto el aspecto característico de nuestras viviendas y han creado fronteras en los caminos de servidumbre. Casas de cristal y hormigón, cerradas, si no con cuatro llaves, con setos impenetrables que abonan el anonimato y facilitan la desconfianza. Se ha superado el refrán de «a donde fueres, haz lo que vieres», para llegar al «donde pago, cago». Cualquiera lo puede comprobar si pasea por nuestro vulnerado litoral, invadido de estructuras con elementos ajenos a nuestra idiosincrasia constructiva. Complejos urbanísticos que vigilan a distancia esas empresas –a modo de gran hermano– que viven de meter el miedo en el cuerpo a sus dueños de fin de semana, ante posibles robos u ocupaciones indeseadas. Cámaras que logran que cualquier paseante se sienta incómodo, por sospechoso, cuando ronda por esos lugares hurtados al albedrío peatonal.

Hemos perdido porciones de costa porque los tentáculos de las autopistas nos la han acercado demasiado deprisa. Y hemos recalificado terrenos a marchas forzadas para aprovecharnos de la gallina de los huevos de oro, sin un plan general de vivienda coherente, ni las necesarias infraestructuras de saneamiento… De las escaseces sanitarias prefiero no hablar.

En gran parte de los gallineros costeros ya han matado a la gallina. Queda la esperanza de que los del interior la protejan para preservar el corazón de lo nuestro. Y poder así conciliar el oxígeno de la modernidad con el aire de la tradición.


martes, 17 de agosto de 2021

EMBARCARSE PARA APRENDER (18 de agosto de 2021)

 

El Diario Montañés, 18 de julio de 2021

Ignacio Aldecoa se embarcó para escribir su novela ‘Gran Sol’ rumbo al caladero del mismo nombre, un lugar inconcreto que, parafraseando a Melville, «no está en ningún mapa, porque los lugares verdaderos nunca lo están». El novelista deseaba descubrir en su crudeza el trabajo de los hombres de la mar. Previamente, cual nuevo Ulises, hizo prometer a la tripulación que, aunque lo rogase encarecidamente, no le retornarían a puerto. Tras varias jornadas de mareos y vómitos, se aclimató y consiguió parecer un marinero más. Después de aquella aventura, que duró casi un mes, escribió una novela fascinante.
Nuestro consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente también ha querido compartir la experiencia –la costera del bocarte, mucho más modesta– con los trabajadores de la mar, y ha subido a bordo de un pesquero durante una noche, porque «se defiende más aquello que conoces y que aprecias». Una iniciativa que, si se contagia entre los demás consejeros, y la pandemia de empatía se expande, podría hacernos ver, pongamos por caso, a la consejera de Empleo visitando una cola del SEPE para conocer de primera mano los comentarios de los desempleados, o al de Sanidad armándose de un traje de protección para pasar una jornada en las UCI del Covid.
Si el titular de Cultura entrara en ese juego de empatía y me pidiese información sobre los caminos que transita el libro antes de llegar al punto de venta, se los mostraría, sí; pero le diría que la meta de todo buen lector no admite atajos, y tiene su punto de partida en la escuela, negociado que en Cantabria depende de la consejería de Educación. Esa consejería, apoyada por la de Cultura, debería ser la encargada de promover la pasión lectora. Solo necesitaría embarcarse en capitanear un plan lector coherente.

miércoles, 11 de agosto de 2021

MEDALLAS E INFRAESTRUCTURAS (11 de agosto de 2021)


 El Diario Montañés, 11 de agosto de 2021

Hemos sabido que Alberto Ginés consiguió el oro olímpico en escalada sin tener un lugar adecuado para entrenar. Cuando el COI consideró ese deporte como olímpico, en el CAR de San Cugat denunciaron que no tenían muro de velocidad para prepararse, por lo que debían desplazarse hasta Pamplona –diez horas de viaje– para encontrar algo parecido a lo que necesitaban. Propio de nuestro carácter, dado a protestar a posteriori, al saberlo hemos puesto el grito en el cielo.

Por mi parte, y no a posteriori, he reclamado en varios artículos de este rincón la necesidad de que Cantabria tenga una piscina de 50 metros, esa que los no iniciados en lides acuáticas llaman olímpica (mantengo que olímpica es la piscina que ha acogido una olimpiada, como la mamá de Forrest Gump mantenía que tonto es el que dice tonterías).

Traigo esto a colación porque tres jóvenes nadadores de nuestra región, sin haber entrenado apenas en vasos de tal medida, han conseguido proclamarse campeones de España de verano en esas piscinas: los infantiles Teo del Riego, campeón de 100 y subcampeón de 200 metros espalda, y César Diego, campeón de 50 libre y bronce de 100 mariposa; el junior Joaquín Pardo, campeón de España de 100 y 200 braza y subcampeón de 100 libre. Arropados por la también junior Elia Díaz, bronce en 100 espalda. A todos ellos, a sus compañeros y a sus entrenadores, les doy las gracias, porque suelen trabajar en instalaciones que apenas les ofrecen facilidades. Y a los políticos les pido reflexión: unos, han hormigonado la que había en la Albericia; otros, incitados por lo fácil, las inauguran con infraestructuras propias del pasado siglo (las hay, incluso, cerradas). Y ahora las anuncian en poblaciones a todas luces inapropiadas, pero de buena rentabilidad política.

Lo denuncio a priori.

miércoles, 4 de agosto de 2021

MEDALLAS (4 de agosto de 2021)


 El Diario Montañés, 4 de agosto de 2021

Empieza el goteo de medallas para España en esta olimpiada de Tokio de horarios imposibles, que nos obliga a trasnochar si pretendemos ver en directo a esos deportistas que han debido esperar cinco años para mostrarnos lo mejor de sí mismos. Bastante más tiempo del que ha necesitado Pedro Sánchez para colgarse la medalla de oro en lo referente al ritmo de las vacunas en nuestro país, con respecto a Europa, aunque haya ocultado otras que también podríamos lucir: la del precio de la luz es indiscutible, porque esta semana hemos alcanzado el liderazgo continental sin apenas competencia. Para evitar el previsible desastre de la factura, nos han recomendado consumir en «horas valle». Y, como no hay mal que por bien no venga, quien así actúa, y espera a enchufar la lavadora o el lavavajillas a partir de las horas aconsejadas, tiene la oportunidad de sentarse ante el televisor y ver en directo las pruebas, en la madrugada, mientras sale el sol en el país nipón.

Es previsible que en la reunión que ha mantenido Sánchez en Salamanca con los presidentes autonómicos (menos con el catalán Aragonés, que  anda sin consuelo de Puigdemont a sus asuntos), los del lado de la oposición despreciaran esa medalla de las vacunas, mientras que todos, en general, hayan silenciado –o al menos hayan caminado con pies de plomo– lo del precio de la luz, que parece secundario cuando lo que se va a tratar es de cómo «afrontar la quinta ola y la paridad en el reparto de fondos europeos». Ese oro sí que importa; mucho más que el de las medallas.

Por cierto, Europa, que sabe de sobra que en cuestiones de picaresca los españoles somos imbatibles, ya nos ha advertido de que «ese maná no servirá para financiar cualquier ocurrencia». Mucho cuidado.

jueves, 29 de julio de 2021

EL PLUSCUAMPERFECTO (29 de julio de 2021)

 

El Diario Montañés. 29 de julio de 2021

Basta con pasear por el Sardinero para comprobar que le estamos perdiendo el miedo al virus. Playas, circo, ferias y arte conviven con naturalidad con el vacunódromo, logrando una mezcla que reúne tumultos en poco espacio. Al tiempo se dan gritos de gozoso pavor en las atracciones; sonrisas bajo la carpa; expresiones de pasmo ante algunas manifestaciones de Artesantander; placidez, cigarro en mano, en las terrazas cafeteras; y citas para vacunar contrarreloj y evitar así el colapso del hospital de Valdecilla, que vive una realidad diferente al otro lado de la ciudad. 

En verdad hay mucho relajamiento. Y, lo que es peor, un montón de negacionistas que no respetan las medidas sanitarias porque las conciben como ataques a su libertad. Me comenta una enfermera que tiene un hermano que niega todo, pese a que conoce su día a día con los pacientes. Es tan problemático como esos «preparados» que sueltan dislates en las redes. Conozco uno que consume el tiempo imaginando los planes perversos que tiene la administración para dominarnos como corderos. Últimamente ha dado en especular sobre el peligro de las vacunas que posiblemente administren a los más pequeños cuando comience el curso. Y como posee facilidad para la escritura, ha preparado un documento que pueden presentar los padres en los colegios, en el que exige, entre otras sandeces, conocer el «nivel de experimentación previa en población infantil», como si la vacunación se aprobara sin contraste científico. Cada palabra del escrito es un palo en la rueda sanitaria. 

Reconozco que el otro día, en un arranque, le mande a tomar… vientos. En nombre de esa enfermera y de tantos otros. Por cierto, este individuo exhibía al comienzo de la crisis un certificado que le permitía circular sin mascarilla. 

Los pluscuamperfectos cuidan cada detalle. Aunque sea para joder al prójimo.


miércoles, 21 de julio de 2021

QUE VUELVA EL FÚTBOL (21 de julio de 2021)

 


El Diario Montañés, 21 de julio de 2021

«Cuando cada ‘yo’ sea una ética, que será un vivir y una conducta, la sociedad podrá alardear de culta y civilizada». Esto escribía en enero de 1936 Antoni Benaiges, maestro tarragonés que ejerció en Bañuelos de Bureba. Seis meses después, el 19 de julio, fue uno de los primeros asesinados tras el golpe militar de hace 85 años. ¿Qué hemos avanzado desde entonces?

Sumidos en diferencias, por momentos más irreconciliables, rumiamos la cáscara de las cosas, incapaces de penetrar en su meollo intelectual. Hablamos con fruición de chuletones, de ‘matrias’, de equilibrios entre pandemia y economía, de la suspensión de los derechos fundamentales que Vox ha preservado –la realidad como no es en absoluto–, de los insultos a los suyos –no quiero pensar en los que aplicará a los demás– del poderoso Florentino Pérez…, pero no profundizamos en el hondón de los argumentos.

Da igual que expertos en alimentación recomienden disminuir el consumo de carne; que escritores como Virginia Woolf, Unamuno, Isabel Allende o Jorge Luis Borges, entre otros (bendita Wikipedia), utilizaran el concepto de ‘matria’ sin que nadie se rasgara las vestiduras; que los epidemiólogos nos recomienden sensatez. En este tiempo nuestro en que la luz de la ética personal se apaga con la sinrazón de las redes y el poder sombrío de la economía, todo se batalla. Cuando las cosas vienen de una parte, resultan simpáticas para unos y ofensivas para otros –los insultos de Florentino se comentan con media sonrisa–. Y viceversa. Si las recomendaciones provienen del otro lado, surgen los chistes o los ‘tweets’ de algún colocado que defiende su sueldo con uñas y dientes.

Mientras no tengamos un ‘yo’ ético, lo ideal es que vuelva el fútbol. Es mil veces mejor discutir sobre lo intrascendente. Todo sea por el bien patrio. O ‘matrio’.


martes, 13 de julio de 2021

GENERACIÓN BABY BOOM (14 de julio de 2021)


 El Diario Montañés, 14 de julio de 2021

Éramos, o al menos así creíamos, la generación de la esperanza. Nacidos entre los años 50 y 70 del pasado siglo, fuimos los primeros en acceder mayoritariamente, con los esfuerzos obreros de nuestros padres, a una Universidad que por los años 70 comenzaba a crecer en España, pública, prácticamente gratuita y casi democrática, pese a la permanencia del caudillo en el machito de la nación. La educación, de esa forma, comenzó a extenderse para todos, y poco a poco constituimos un grupo de jóvenes preparados para llevar firmes las riendas del país. Y así hicimos, integrándonos en profesiones de «las de carrera», que anteriormente estaban vetadas para la mayoría. Fuimos un grupo de gente con «sangre sucia» –en el argot de aquellas cunas privilegiadas que ostentaban la misma profesión de abuelos a nietos, como un derecho de herencia– que se integró con naturalidad en los puestos de mayor responsabilidad. Licenciados, diplomados, bachilleres… formamos una naciente clase media; fuerte entonces, ahora no tanto.

Pero hete aquí que con la jubilación que nos llega resultamos una carga demasiado onerosa para las arcas estatales. Mi amigo Nicanor Valle, médico de familia –como yo hijo de un carpintero–, me comentaba que cuando se retirara nuestra generación, esa que llaman del ‘baby boom’, quedarían libres miles de puestos de trabajo, lo cual, unido a la baja natalidad que se produjo de los años setenta en adelante, prácticamente dejaría el paro en cifras nunca vistas en nuestra nación, por lo menguadas. El problema es que ni él ni yo previmos entonces un hábito malsano que se está imponiendo tanto en la empresa privada como en la pública: la amortización de los puestos de trabajo.

Y conviene observar que la raíz de la palabra, aun escondida, ya evidencia el problema: ‘mortis’. En nuestro caso, «dejar morir».

martes, 6 de julio de 2021

DESMADRES (7 de julio de 2021)

 


El Diario Montañés, 7 de julio de 2021

El avance de los botellones, en ocasiones acompañado de hojas de navaja brillando a la luna, sitúa a Cantabria a la cabeza nacional de los contagios por covid. Dicen los responsables del ocio nocturno, ahora cerrado, que es porque ellos no pueden cuidar de los jóvenes a partir de las tres de la mañana, ya que a esa hora deben bajar la persiana, y era en realidad cuando la levantaban para permitir la entrada a sus salas de diversión a media luz. A partir de ese momento, estiman, comienza el desmadre, que, según la RAE, es la juerga desenfrenada (con la inhibición de los padres, no en vano otra de las acepciones de ‘desmadrar’ significa separar a las crías de la madre). Hasta ahí quería llegar: al papel de algunos padres en este sainete.

Margarita Seisdedos se hizo famosa por llevar un ladrillo dentro del bolso para golpear a todo el que pretendiera asediar a su hija, Tamara, que había sido encumbrada a la fama desde la incultura de los ‘reality show’. Belén Esteban, princesa del pueblo gracias a esos mismos ‘reality’, sentenció con su peculiar acento que «yo, por mi hija, mato», frase que quedó grabada para siempre en el corpus lingüístico nacional. Y, mira por donde, Arantxa de la Fuente, abogada y madre, a quien algunos tildaron de «madre coraje» –le manda huevos–, ha presentado una denuncia contra el gobierno balear «por detención ilegal» de su hijo en la gran movida insular que se había desencadenado con los viajes programados de fin de curso; movida que obligó posteriormente a que algunos jóvenes guardaran cuarentena en un hotel de cuatro estrellas, ante el peligro de una infección. Menos mal que mamá obligó a fletar un barco para sacarlos de aquel infierno.

Pena de mili, que diría Pérez Reverte.

martes, 29 de junio de 2021

CERRAR HERIDAS (30 de junio de 2021)

 

El Diario Montañés, 30 de junio de 2021

José María Aznar, que hablaba catalán en la intimidad, sigue tomando notas en su cuaderno cuando algo no le gusta, aunque las escribe en castellano. Disconforme ante cuantas normas no sean las suyas –«hago siempre lo que quiero, y mi palabra es la ley»–, pretendió, pese a las limitaciones de tráfico, beber lo que le apeteciera, pero no para olvidar, porque hay situaciones que guarda como si hubieran sucedido ayer; de ahí, quizás, su habitual ceño de enfado y la huella de un bigote que permanece en sombra, aunque ya no exista. «Tomo nota» es una de sus expresiones favoritas; palabras que preludian venganza. Ahora acaba de manifestar que las declaraciones en que algunos obispos y empresarios defendieron los indultos para los políticos catalanes «son para apuntar y no olvidar». Genio y figura.

No era de las certezas de Aznar de las que quería hablar en esta columna de incertidumbres, pero como estos días se está preparando un cenotafio para guardar en su interior algunos recuerdos de Antonio Benaiges –un maestro catalán, desaparecido, que fue asesinado en Bañuelos de Bureba el 19 de julio de 1936–, recordé la ley de memoria histórica que el expresidente siempre criticó, porque en ese caso prefirió el olvido. Dijo en su momento que la ley confrontaría «los muertos de los unos y de los otros», en una posición propia de su actitud beligerante.

Sin embargo, mantengo que desenterrar a las víctimas del olvido debería servir para suturar de una vez heridas que se taparon en falso cubriéndolas bajo tierra. Recuperar la memoria debería devolverles la dignidad a los muertos, sin odios ni venganzas, sin otro afán que el de justicia. Y, definitivamente, debería cerrar en tono de paz esa página tenebrosa de la libreta de nuestra historia. Sin tomar ninguna nota amenazadora. 

miércoles, 23 de junio de 2021

DESPUÉS DE TANTO TODO (23 de julio de 2021)

 


El Diario Montañés, 23 de junio de 2021

En la lucha contra el Covid hemos dado palos de ciego. De no creer necesarias las mascarillas, a tener que fabricarlas con métodos caseros, porque cuando fueron obligatorias no las había en el mercado. De suspender cualquier clase de actividad –trabajo, estudios o deportes–, a iniciarlas con sumo cuidado, con avances y pasos atrás, hasta luego, ante el mínimo resquicio de falsa seguridad, casi desatarlas. De considerar que todas las vacunas eran beneficiosas, a crear sospechas sobre algunas porque, como en el caso de la zorra, al no alcanzarlas, se negaban. Ha sido un vaivén de opiniones variables, como el virus, que se hace más contagioso para seguir sobreviviendo. Ahora toca quitar las mascarillas en el exterior, guardando las distancias y todas las precauciones, cuando en otros países están reculando ante la preponderancia de la cepa india, bautizada «Delta» para evitar matices «de raza o religión». No pasa nada. La gente seguirá a lo suyo, porque la pandemia ha hecho mejor a unos pocos, a la mayoría los ha dejado como estaban, y a otros pocos los ha empeorado. La pasada semana un grupo de «ingleses indómitos» desembarcaron en el puerto de Santander, «desoyendo las recomendaciones de su gobierno», pero bienvenidos por el nuestro, que los veían como fuente de ingresos, no de contagios de la nueva variante, en cuyo país es dominante. Política de puertas abiertas, para unos –Bienvenido, Mister Marshall–, y de altas vallas con púas como espinas, para otros.

También en alguna discoteca de la ciudad dieron la bienvenida, alborozados, a los estudiantes que terminaban el curso. Habían estado manifestando hasta la persecución que sus locales eran seguros y evitaban los botellones. Tres días de juergas descontroladas terminaron con 105 contagios registrados hasta este pasado domingo.

«Después de tanto todo», que no sea para nada.


jueves, 17 de junio de 2021

SIN LUCES (17 de junio de 2021)


 El Diario Montañés. 17 de junio de 2021

Terminando el verano de 2002 nos dejaron sin luces en muchos puntos de las autovías regionales y nacionales, y mantuvieron el apagón hasta julio de 2004 (como mi memoria no es buena, suelo consultar la hemeroteca). Aquella medida fue una prueba, aviso a navegantes, que luego se repitió en octubre de 2010 para ya permanecer así, once años más tarde –las farolas mudas, cual monumentos a la estupidez, y el peligro de la penumbra acechando a cada paso–. Es la manera habitual de actuar en este país: primero se informa durante tiempo de las dificultades para mantener ciertos servicios, y luego se recortan sin miramientos. Sucedió con las oficinas bancarias, que, tras rumorear durante años sobre su posible desaparición, se están esfumando, llevándose por delante a un personal todavía joven y «productivo», si se me permite utilizar un lenguaje meramente económico.

Ese mismo lenguaje, más propio de la empresa privada, que suele buscar beneficio por encima de servicio, es el que utiliza la administración cada vez con mayor asiduidad. Lo está haciendo hasta el abuso con el futuro de las pensiones. Y ahora comienza a soltar dardos sobre la Sanidad: «Será difícil mantener la red íntegra de consultorios rurales», ha declarado nuestro consejero de la cosa, que solo pasa desapercibido cuando permanece en silencio –«me gusta cuando callas, porque estás como ausente»–. No le faltaba más a Cantabria, cuya población se escurre por el desagüe de algunas zonas rurales, que salieran adelante medidas como esta: sin servicio asiduo de correo, sin escuelas, sin oficinas bancarias, sin consultorios rurales... Pueblos de gente mayor que ahora quieren salvar con una tecnología que gran parte de sus habitantes no dominan. Zonas telemáticas, con cajeros y video consultas, para endulzar la realidad de una condena.

No debemos apagar también las luces sociales.

 

martes, 8 de junio de 2021

EL PAPEL DEL PAPEL (9 de junio de 2021)

 

El Diario Montañés, 9 de junio de 2021


Comienza la feria del libro de Santander. Durante doce días el espacio de la plaza de Alfonso XIII se convertirá en protagonista, bastión de la cultura escrita sobre papel. Lectores y autores se encontrarán, en actos de acercamiento, aún con prevenciones por el peligro de estos tiempos revueltos. Y como siempre, ahora más que nunca, los editores tendremos la difícil tarea de atraer a los más jóvenes al maravilloso mundo de la lectura, que se les hurta en estos tiempos ligereza.

La semana pasada, en una emisora nacional, una ‘influencer’ de la mediocridad, que tiene más de cuarenta mil seguidores, pero de cuyo nombre prefiero olvidarme, presumía de no haber leído jamás un periódico en papel, y añadía que tampoco estaba dispuesta a leerlo, porque el papel solo lo utilizaba para envolver. Algo similar le sucedía con los libros. Quizás ajenos al peligro de tales afirmaciones, los entrevistadores le rieron la gracia. Fue en ese momento cuando me pregunté por el papel que juega el papel en el caso de estos analfabetos de la letra impresa, faros para tanto fanático.

Sospecho que en tiempos de pandemia –cuando para la mayoría de nosotros el libro fue un compañero de soledades que nos contaba historias al amor de la quietud forzada– la ‘influencer’ haría morritos en las redes sociales y mostraría el día a día de su hueca trivialidad con reflexiones disfrazadas de filosofía, aunque copiadas la mayor parte de las veces de los libros de papel. Después, recogería sus pensamientos impresos –que eso viste mucho– para firmar ejemplares en las ferias sin ningún rubor, admirada por un público juvenil que se entregaría a sus creaciones de mercadotecnia. Un mal ejemplo que viene a demostrar que algunos viven del cuento predicando el desprecio hacia el papel, pero aprovechándose luego de su prestigio.

martes, 1 de junio de 2021

LAS UVAS Y ASTRAZENECA (2 de junio de 2021)

 

El Diario Montañés, 2 de junio de 2021

Andamos preocupados con la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca. Algunos responsables políticos, ajenos al sentido común de la ciencia, intentan convencernos de que en esta segunda fase puede tener las complicaciones que negaron en la primera. Y que lo mejor que se puede hacer para evitarlas es combinar vacunas diferentes, porque tras haber probado con unos cientos de personas –poco científico, por cierto– han llegado a la conclusión de que no solo no pasa nada, sino que es muy conveniente.

Vaya por delante mi ignorancia total sobre estos temas médicos, y de ahí, posiblemente, mi desconfianza. Pero quiero hacer constar dos cuestiones: la primera –algo que ya sabemos la mayoría–, es que no hay suficientes dosis de esa marca; la segunda –asunto que acaso desconozcamos–, que la vacuna ahora discutida es la más barata del mercado (según la web de ‘Redacción Médica’ los precios de cada dosis son de 3 euros para AstraZeneca, 8 euros para Johnson&Johnson, 17 euros para Pfizer o 31 euros para Moderna). Precisamente, por vaya usted a saber qué razón, las dos marcas más baratas son las controvertidas.

AstraZeneca, que como las uvas de la zorra parece inalcanzable, está recibiendo toda serie de ataques indirectos, no siendo el menor el hecho de que quienes quieran repetir con ella tengan que firmar un «consentimiento informado», algo que parecería coherente que hicieran los que decidan cambiar de farmacéutica. Como se puede comprobar, hay gobiernos europeos –no solo es el nuestro– dispuestos a demonizarla con tal de disimular la realidad.

Cuando la zorra comprobó que le era imposible alcanzar las uvas, se dijo que no estaban maduras. Pero en ninguna de las múltiples versiones de la fábula consta que hablara mal de la parra ni que tuviera que firmar certificado alguno por haberlas pretendido conseguir.