El Diario Montañés, 31 de enero de 2019
Algunos medios de comunicación
están perdiendo los papeles. No les interesa la información reposada. Han
entrado en la vorágine del consumismo informativo, del «riguroso directo» y de la
vacuidad. Como si todo valiera. La semana pasada la mayor parte de las
televisiones hicieron sus programas desde las cercanías del pozo al que había
caído Julen, pidiendo la palabra a cualquiera que pasara por allí, vendiendo esperanzas
vanas hasta última hora para mantener la audiencia, y realizando a posteriori
un canto exagerado «a las decenas de héroes y heroínas
anónimas que se dejaron la piel para intentar rescatar con vida al pequeño […],
reflejo de lo mejor de nuestra sociedad». La noticia, ya se ve, siguió
concitando a la audiencia del morbo con la resaca del día después. Y fue
entonces, en el momento del desenlace tan fatal como previsto, cuando tocó
vender que somos muy buenos, que nadie nos gana si se trata de dar lo mejor de
nosotros mismos, príncipes de la solidaridad, reyes de la entrega, sultanes del
mambo fraternal. La cuestión es estirar la goma y vender como si fuera una
novedad (una noticia) algo que siempre ha estado ahí: la tendencia humanitaria
del homo.
Con las noticias
negativas sucede lo mismo, pero a la inversa. Y si se suma el peligro de la
inmediatez con pocos filtros de los medios digitales, el resultado es lamentable.
Un periódico deportivo publicó este fin de semana en su edición digital que un
técnico de natación había abusado de sus nadadoras menores durante años, con
tocamientos y manteniendo relaciones. El hecho se produjo en Cataluña, pero,
con el uso indiscriminado de los bancos de imágenes y con la celeridad de los
medios tecnológicos, la noticia se ilustró con una fotografía de la piscina de
Cros de Maliaño, acompañada con una leyenda al pie que decía «Ayuntamiento de
Camargo. Archivo Europa Press». Esa maldita torpeza es más lamentable si se
tiene en cuenta que en las aguas de la piscina de La Cros se despedía una
campeona mundial, Erika Villaécija, y de eso el periódico deportivo no dijo
nada. No interesaba.