miércoles, 26 de diciembre de 2018

BAJAS BAJO SOSPECHA (26 de diciembre de 2018)

El Diario Montañés, 26 de diciembre de 2018 (dibujo de Gustavo García)

Ando hace tiempo preocupado por la pérdida de los derechos laborales de los trabajadores, que se ha acentuado con las cicatrices dolorosas de la crisis. Y una noticia del pasado mes de abril elevó aún más mi nivel de alarma: la Plataforma de Contratación del Sector Público anunciaba una licitación para contratar detectives privados que controlaran las bajas laborales fraudulentas. ¡Hasta aquí podíamos llegar –exclamé indignado al leerla–, esto es intolerable! Pero, pasado el tiempo, el león detectivesco no ha sido tan fiero como lo pintaban o al menos no está mordiendo a todos con la misma saña. De otra manera no se entienden muy bien las noticias en las que han estado implicados dos diputados de Podemos en Cantabria, que parecen utilizar sin rubor las bajas médicas para satisfacer sus intereses personales. En un caso, José Ramón Blanco, que había sido denunciado por acoso laboral por su compañera de partido Verónica Ordóñez, anunció que iba a renunciar a su acta, pero luego lo pensó mejor y no lo hizo «al cogerse una baja médica». Después, cuando José Ramón volvió a su trabajo, Verónica, que no quería ni verlo, pidió el voto telemático para no coincidir a su lado y cuando le fue denegado «se cogió la baja». Algunos no podemos hacer tales maniobras sin correr riesgos. Ellos, según parece, sí que pueden. Aunque lo de perder su credibilidad es ya, más que un riesgo, una certeza, porque lo suyo está siendo como para mear y no echar gota.
Hablando de orinar, es preciso hacerlo con cuidado y en los lugares pertinentes, pues con esto de la champanada ha habido cincuenta y una personas identificadas y denunciadas por hacerlo en la vía pública en Santander, y todo ello gracias al desvelo de los agentes de la policía municipal. Una tarea en la que, sin duda, han debido tener mucho cuidado, pues, así como las bajas fraudulentas se deben cortar por lo sano, no conviene parar de golpe las micciones para no provocar futuros trastornos en la vejiga. Porque entonces sí que habría motivos para una baja médica legal.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

PAPANATAS ANGLICISTAS (19 de diciembre de 2018)

El Diario Montañés, 19 de diciembre de 2018 (dibujo de Gustavo García)

Janduda, camionero polaco de unos sesenta años, empleado en una compañía de transporte irlandesa que llevaba cerveza gallega a Inglaterra, ha estado una semana en Anero esperando a que sacaran su remolque del río. Buen profesional, permaneció vigilante todo el tiempo al pie de su cubículo para que no desapareciera ni uno solo de los veintidós mil litros que transportaba. Además, no tenía un lugar mejor a dónde ir. En las mismas fechas en las que su camión reposaba en un lecho de barro, la guardia civil hacía registros en varios locales del polígono de Raos en busca de almejas de origen ilegal, que, por mor de un llamativo titular de prensa, pasaron a ser «almejas ilegales», como si los bivalvos hubiesen sido capaces de saltar las vallas de los controles y luego esconderse en el cieno de los viveros autóctonos. Son dos noticias que, analizadas en profundidad, ponen de manifiesto situaciones de precariedad laboral, en un caso, y de picaresca, en el otro. Espejo ambas de una mentalidad empresarial de poco recorrido.
Para que no pasen estas cosas en el futuro y para modernizar la economía regional, la patronal cántabra ha presentado una hoja de ruta con planes concretos hasta 2030. Dos de los cuatro ejes sobre los que giran esos planes son el de infraestructuras y suelo, que tiene como objetivo que Cantabria sea «‘hub’ multimodal para la industria», y el de emprendimiento y ‘startups’, que tiene la tarea de «encontrar nuevas fórmulas para financiar ‘start-ups’, ‘spin-offs’ y ‘scale-ups’». ¡La madre que lo parió!
Vaya de antemano que no estoy en contra de la innovación ni de cualquier propuesta que nos haga crecer empresarialmente y retenga e incluso haga volver a nuestros jóvenes de la diáspora de los últimos años. Pero me estoy haciendo ya mayor para soportar estas expresiones petulantes que manifiestan un papanatismo inaguantable. Cuando habléis, aunque sólo sea por respeto, quitaos el inglés absurdo de la boca. O me obligaréis a utilizar palabras castellanas ignotas para vuestros caletres. Que presumís de conocer el Aconcagua y ni siquiera sabéis dónde está la Montaña Palentina.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

PATINETES (12 de diciembre de 2018)


El Diario Montañés, 12 de diciembre de 2018

La ciencia ficción imaginó el futuro con medios de transporte que surcaban las ciudades por el aire, pero la realidad es más pedestre, y el futuro, ya presente, nos ha llevado al uso del patinete. Quienes fuimos niños hace más de cincuenta años recordamos los primitivos de estructura de madera, con tres ruedines y rodamientos de acero que había que tener bien engrasados porque se impulsaban con la fuerza motora del pie. Con ellos hicimos nuestros primeros pinitos. Los de ahora son eléctricos y alcanzan tal velocidad que resulta necesario legislar su uso cuanto antes para que no suceda lo que sucedió en Esplugues de Llobregat en agosto, cuando una señora nonagenaria murió tras ser atropellada por un usuario de tal artefacto. Precisamente son Madrid y Barcelona las ciudades donde más abundan. Todos recordamos a Piqué llegando a entrenar en un patinete, porque le habían retirado el carnet de conducir tras repetidas infracciones circulatorias. Y por falta de carnets es posible que se imponga su uso en otras ciudades, si se alarga la huelga de los examinadores de tráfico y cientos de examinandos se quedan también sin permiso para circular, aun sin haber perdido ningún punto. 
El ciudadano –que en la referencia genérica siempre será «de a pie», aunque transite en bus, coche o patinete– sigue pendiente de las pequeñas rencillas de la política local, porque ni el espíritu navideño ha traído la tregua. Francisco Martín, consejero de Industria y Turismo, declaraba a este periódico que hay francotiradores en Medio Ambiente que disparan contra los proyectos regionalistas. Es fuego amigo, si es que se pueden considerar amigos sus socios de gobierno, que también son dados a incendiar la paz en otras consejerías. Ahora, peligra el pacto de los presupuestos porque en la partida de tute político le piden a Revilla que se desprenda de la carta de Sota. Mientras, Zuloaga parece mirar hacia otro lado porque el futuro de su partido le sigue pareciendo «una pendiente que al patín invita». Nada que objetar; es un optimista y ejerce como tal. Esperemos que, en caso de ser necesario, le funcionen los frenos.


miércoles, 5 de diciembre de 2018

LUCES, SOMBRAS Y UN FAROL (5 de diciembre de 2018)


El Diario Montañés, 5 de diciembre de 2018

Se ha encendido el alumbrado navideño para traer la luz del consumo a nuestras vidas. Nada sería igual en estas fechas sin la luminosidad de una fiesta que celebra –gran contradicción– el nacimiento de un niño humilde en un establo oscuro y frío. Muestra palmaria de que el marketing comercial ha apagado la llama primigenia. 
A mí el movimiento del interruptor me ha pillado en la capital del reino, experimentando un «Madrid Central» que no ha sido recibido por todos de la misma manera, porque en nuestro país se suele prejuzgar desde la ideología antes que desde la razón (sabemos por Machado que, de diez cabezas, nueve embisten y una piensa). El centro de la ciudad se liberó de coches, y las calles se llenaron hasta tal punto de gentes que en las principales arterias la guardia urbana se vio obligada a marcar el sentido de la circulación peatonal poniendo unas de ida y otras de vuelta. Algo sorprendente.
Las sombras, sin embargo, continúan en las autovías desde que Pepiño Blanco, aquel bachiller que alcanzó altos vuelos políticos, le negara la luz a España y el AVE a Cantabria. Luego se marchó a Europa por la puerta luminosa de un retiro dorado. Hay gentes que pasan fugaces por la vida política de un país dejando tras de sí una huella indeleble. Pablo Zuloaga acaba de correr un tupido velo sobre aquel asunto del tren que, «aunque es importante, no es la gran demanda para Cantabria». Un razonamiento lógico porque casi estamos en campaña electoral. De ahí que se marcara un farol cuando habló de que va a tener los mejores resultados en las urnas, porque Cantabria ha mejorado mucho, sobre todo «en las áreas de gestión que han asumido los socialistas». La oscuridad o el deslumbramiento no le dejaron discernir con claridad, porque es en esas áreas, precisamente, donde se han producido los únicos problemas que ha tenido el bipartito en la legislatura. Si sus datos son tan poco fiables como los que manejaban sus compañeros andaluces, mal le va a ir a su partido... y a la democracia.