martes, 28 de abril de 2015

DE RATISBONA A CANTABRIA (29 de abril de 2015)


El Diario Montañés, 29 de abril de 2015

Acabo de regresar de Ratisbona, Alemania. Dejo atrás una ciudad de inigualable belleza en la que Pedro Álvarez –un vasco de Ermua– realiza una encomiable labor de difusión de la cultura hispánica. En su octava edición, Cinescultura –que así se llama el evento que organiza anualmente con un grupo de colaboradores– se ha dedicado a mostrar en esa localidad bávara un panorama general de lo que se está haciendo en Cantabria y en Colombia, en cine, pintura, fotografía o música. Se extenderá en el tiempo hasta el 24 de mayo, y comenzó el día 23 de abril con una exposición de José Ramón Sánchez que, por una parte, analizaba su trayectoria y, por otra, se centraba en su serie pictórica de las guerras cántabras. (Lo de las guerras cántabras está gustando mucho, quizá porque en este escenario tuvo lugar la épica batalla con la que se inicia la película de ‘Gladiator’, cuando las tropas imperiales de Roma salvaron el último escollo germánico).
Otro hecho histórico nos une lejanamente con Ratisbona. En esa ciudad nació Bárbara Blomberg y en ella tuvo amores con el emperador Carlos V, fruto de los cuales nació, también allí, Juan de Austria. Por azares de la vida, Bárbara Blomberg terminó sus días en Cantabria y acabó siendo enterrada en el monasterio de Montehano, en Escalante. 
Muy cerca de Escalante, en Meruelo, Luis Alberto Nicolás, candidato a la alcaldía por el PSOE, se ha retratado desnudo –las partes pudendas cubiertas con una rosa– y ha repartido luego las fotos entre los vecinos, a modo de cartel publicitario, para que superen el miedo al cambio. «Soy mejor que tú y lo sabes. Y si no, desmiéntelo», dice en una de las imágenes, mirando de frente y apuntando desafiante con el índice.
Doña Bárbara debe de estar revolviéndose de satisfacción en su tumba, orgullosa de que un vecino del lugar haya roto las convenciones sociales, como ella las rompió en su día con una conducta «libertina y escandalosa» que tanto incomodó por estos lares, antaño muy conservadores.
Porque hogaño parece que algo está cambiando. Dice una encuesta reciente que los cántabros de entre dieciséis y veinticuatro años son, junto con gallegos y asturianos, los que en mayor número opinan que Dios no existe «en absoluto».
Algunos mantienen que en tal descreencia puede estar el origen de los desenfrenos de Nicolás y la Blomberg.

martes, 21 de abril de 2015

CONTRATOS PARA UN RATO (22 de abril de 2015)


El Diario Montañés, 22 de abril de 2015

Hemos conocido esta semana que el 92,23% de los contratos de trabajo que se han hecho en Cantabria en el primer trimestre de 2015 son temporales. Es decir, que algo así como 40.685 trabajadores han obtenido un puesto que puede durarles poco más de un rato, porque gran parte de ellos son para un mes y algunos de jornada parcial. Con estas perspectivas de futuro incierto resulta complicado que los ciudadanos hagan planes que vayan más allá de la supervivencia diaria. John Rambo, que no tenía oficio conocido y a quien detuvieron por vagabundo, lo expresó lapidariamente cuando el coronel Trautman se interesó por su futuro en el final de la primera película de la saga. «¿Cómo vivirás ahora, Johnny?», le dijo el militar, preocupado. A lo que él contestó: «Día a día».
Es duro vivir el hoy sin saber qué nos deparará el mañana, aunque esta situación sea el pan nuestro de cada día. Y pese a que se sabe que los españoles no somos en general muy previsores porque confiamos en que el Señor proveerá, hay quien ya tomó precauciones por si el Señor andaba en sus asuntos, y se ha dedicado a proveerse para arreglar su propio futuro y el de varias generaciones de descendientes. El último, hasta ahora, de una lista que se supone muy larga, ha sido Rodrigo Rato –en su etapa de fulgor político le llamaban Rodrigo de Rato y Figueredo–. Cual aplicado ratón de la economía, Rato (del latín ‘rapĕre’, arrebatar), nos birló a los españoles parte de nuestro estado de bienestar, eludiendo sus obligaciones y realizando «delito fiscal, blanqueo y alzamiento de bienes». Y luego nos acusó –él también– de haber vivido por encima de nuestras posibilidades.
El jueves 23 de abril comienza una nueva edición de la Feria del Libro de Santander. Va a resultar difícil encontrar en las estanterías de sus casetas una obra que Carmen Gurruchaga publicó en 2012 para mayor gloria del exvicepresidente económico: ‘Rodrigo Rato. El gran artífice’. Con la perspectiva actual, tanto la obra como la autora y su protagonista podrían entrar a formar parte de la historia universal de la infamia. En aquel año de gracia Montoro presentó el libro ante un público entusiasta integrado por economistas y políticos de la cuerda neoliberal. Fue cuando ensalzó la figura de Rato y aprovechó para decir que «a pesar de las movilizaciones, la reforma laboral se va a llevar a cabo en su totalidad».
Una reforma que nos ha traído trabajos para un rato.

martes, 14 de abril de 2015

FESTIVAL DEL HUMOR (15 de abril de 2015)


El Diario Montañés, 15 de abril de 2015

Al igual que Antonio Machado estimaba que a las palabras de amor les sienta bien un poquito de exageración, hay quien piensa que a ciertos estudios estadísticos les viste mucho un nombre en inglés. Quizás por eso el Instituto de Prospectiva Internacional, el Grupo Cofares y la Agencia EFE han bautizado como «Barómetro Index Life» a las encuestas trimestrales que realizan para ofrecernos «una medida del estado de ánimo de la sociedad española». Pues bien, el último de estos estudios revela un resultado sorprendente: los cántabros, aunque tenemos mucha incertidumbre ante el futuro y un grado de irritación por encima de la media nacional, somos los ciudadanos menos tristes de España.
Lo de estar a un tiempo inseguros y poco tristes, no sé cómo explicarlo. Lo de estar irritados pero casi alegres, es más sencillo si se recurre a nuestro particular festival del humor. Miren, a uno le puede irritar que los integrantes de Podemos y Ciudadanos se enzarcen en nuestra región, aun antes de nacer, en luchas intestinas por un poder que, según ellos, no es su mayor afán; que cierta exalcaldesa socialista abrace las siglas de un partido que plantea la unión con Castilla y León; que algunos concejales regionalistas castreños se unan a quienes quieren integrar Castro Urdiales en Bizkaia; que el gobierno de Cantabria –pirómano y bombero– pida primero la supresión de la parada del tren en Reinosa para llegar antes a Madrid, y después la supresión de la supresión ante las protestas ciudadanas; que el mismo gobierno avale a empresas dudosas, si no consiguen aval bancario para hacer el teleférico de la Vega de Pas; que... Sí, con todo ello lo normal es estar irritados. Pero no me negarán que el sentido del humor de nuestros políticos contribuye a eliminar la tristeza.
Estimo que este humor lo da la tierra. De hecho, sospecho que los andaluces son tan alegres gracias a los genes que expandieron por aquellos lares nuestros emigrantes, los jándalos. Por eso no entiendo que algunos se asombren ahora y critiquen que Cantabria se llene por doquier de ferias de abril por las que corren, generosos, los finos y los rebujitos en puestos adornados con banderas andaluzas, con telas blancas perladas de lunares rojos y con infatigable sonido de sevillanas de fondo.
¿Tristes nosotros? Si tenemos una gracia que no se ‘pué’ aguantar.
¡Ozú, arsa, arriquitaun!

martes, 7 de abril de 2015

BUENO PARA TODOS (8 de abril de 2015)


El Diario Montañés, 8 de abril de 2015

Se quejaba Revilla antaño de que por estas fechas los hombres del tiempo se equivocaban en los augurios que hacían para Cantabria y ahuyentaban el turismo. Este año, coincidiendo con el incipiente despegue macroeconómico, las buenas previsiones han acertado de lleno y se han batido todos los récords –siempre que la comparativa no se amplíe mucho en el tiempo, porque en esto del turismo, a día de hoy y por las cicatrices abiertas de la crisis, cualquier resultado del pasado parece mejor–. Lo cierto es que las carreteras se colapsaron, que Cabárceno tuvo que poner el cartel de aforo completo, que hubo buena ocupación en Fuente Dé, Alto Campoo, Museo Marítimo, en los campos de golf, y en muchos pueblos y ciudades de nuestra región. (No hay datos de El Soplao, apuesta personal de Marcano, ¡vade retro! Mejor no nombrar la bicha).
Ahora que ha pasado todo, corresponde hacer un balance positivo. Me lo explicaba un amigo que entiende mucho de economía de andar por casa: «Si la gente ha viajado, si los hoteles y las casas rurales han estado ocupados, entonces las gasolineras han vendido más gasolina, los carniceros más carne para los menús, los pescaderos más pescado, los fruteros más fruta...  Y si además ha tocado la lotería en Santander, pues miel sobre hojuelas, porque al ‘gasolinero’, al carnicero, al pescadero, al frutero o a alguno de los afortunados en el sorteo, con más dinero en los bolsillos, a lo mejor les da por comprar libros, que es la base de tu negocio. Que el dinero circule es bueno para todos. Así que déjate de pesimismo y comenta esta realidad en tu artículo semanal».
En un ataque de optimismo, le prometí hacerlo. Cómo me iba a negar si esta Semana Santa nos ha salido tan redonda que hasta Raúl Calvo, el Cristo de Castro –vi las fotos en la edición digital de este periódico–, después de ser golpeado, crucificado, muerto y sepultado, resucitó y fue atendido por la DYA de imperceptibles secuelas.
Pedir más sería codicia.