martes, 24 de septiembre de 2013

LA VOZ DE LA CALLE (25 de septiembre de 2013)


El Diario Montañés, 25 de septiembre de 2013

Un amigo, que padece paro crónico, me comentaba recientemente: «Si alguien se entera de que cobrando 426 euros de prestación hago un trabajo y cobro, por ejemplo, 100 euros, me quitan la prestación. Otros cobran dos o más sueldos y no les pasa nada». Y añadía, «por ahí teníamos que empezar».
Esta semana su frase me ha martilleado al leer en este periódico que la caloca llegaba a nuestras playas y propiciaba pequeños ingresos –60 céntimos por el kilo seco– a quienes la recogen. Pero, como en este país parece que siempre se vigila a los mismos, la noticia añadía que los recolectores se quejaban de los requisitos que les piden para realizar su trabajo: «Nos piden de todo: que seamos autónomos, que no realicemos otra actividad y que no tengamos ninguna ayuda». Después, me enteré en estas mismas páginas de que tales exigencias no las ha sufrido Rodrigo Rato, aunque a cambio de tal permisividad –pobrecito– deberá aprender a vivir esclavo de dos trabajos (Telefónica y Banco Santander) y de la administración de su retiro del FMI. Tenía razón mi amigo. Parece que son los parados crónicos, y no otros, los que deben andarse con cuidado de no duplicar las tareas para no perder la limosna de los 426 euros.
Otros crónicos, los enfermos, también deberán velar por su economía, pues han recibido la noticia de que tienen que pagar parte de los medicamentos que les sirven para mantener esperanzas de una vida digna. Algunos, es posible que ahora las pierdan.
Crónicas, también, parecen las enfermedades y las recaídas del rey. Desconocemos si por ello pagará la parte proporcional que ahora se exige, aunque ya sabemos que ha sido intervenido en un hospital privado por Miguel Cabanela, un especialista mundial en cuestiones de cadera que vino desde Estados Unidos para tal fin.
Y es que, aunque a ratos parezcamos campechanos, estamos muy alejados de la voz de la calle. Ésa que dice: «por ahí teníamos que empezar».

martes, 17 de septiembre de 2013

CUESTIONES DE ALTURA (18 de septiembre de 2013)


El Diario Montañés, 18 de septiembre de 2013

Apenas recuperados de la emoción de la llegada de la Vuelta a España a la cumbre de Peña Cabarga, quienes asistimos al espectáculo deportivo pudimos ver en televisión imágenes muy bellas de nuestro paisaje. Primero, siguiendo el desarrollo de la etapa, habíamos contemplado ya la lujuria del verde abrazando a las carreteras regionales; después, con la etapa terminada, la cámara del helicóptero pudo captar las espectaculares vistas del arco de la bahía. Una mirada de altura que proyectó a toda España las bellezas de nuestro paisaje, en lo que supuso una excelente publicidad.
Otras noticias de altura estuvieron presentes en los medios de comunicación por la amenaza de supresión de varios vuelos de Ryanair. Ante la caída de usuarios en Parayas –la crisis sigue ahí, pese a todo–, la compañía irlandesa estudia eliminar varias de las conexiones que mantiene con nuestro aeropuerto. Y ahora que acabábamos de decirles a los vecinos vascos, por aquello de la competencia desleal, que en nuestro aeropuerto no recibía ayuda económica ninguna compañía, el presidente regional, indignado, amenazaba con eliminarla si finalmente Ryanair lleva a cabo los recortes. No es de extrañar: un país que ha inventado la indemnización en diferido, bien puede también eliminar algo que no existe..., pero sí. Vamos, que existe solapadamente.
También por las alturas, en avión, se desplazará Ignacio Diego a Méjico, en un viaje que, según él, no tiene punto de comparación con los que realizaba el gobierno anterior –el de la perversa herencia–, porque va a llevar menos séquito, estará menos días y tiene la agenda repleta de citas interesantes.
El que ha perdido definitivamente altura es el trazado del teleférico de Castro Valnera, que se ha dejado por el camino unos cuantos cientos de metros para posarse en una cima a la que se puede llegar con facilidad a pie. El tema parece un trasunto del gobierno regional: nació con muchas pretensiones, perdió altura de miras y se conformó transitando por túneles engañosos.

martes, 10 de septiembre de 2013

LLUVIA FINA (11 de septiembre de 2013)


El Diario Montañés, 11 de septiembre de 2013

En los últimos tiempos los asesores de los partidos políticos han llegado a la conclusión de que a fuerza de repetir un mensaje, el ciudadano termina por creérselo. Son los mensajes-mantra, especie de eslóganes largos que intentan marcar el curso político. El que utiliza ahora el partido del gobierno tiene como ejes el fin de la recesión y la aparición de signos que demuestran que la crisis ha tocado fondo. Uno de esos signos es el del paro. Si al gobierno central le sirvieron los treinta y un parados menos del mes de agosto para lanzar las campanas al vuelo, qué podía hacer Ignacio Diego si su gobierno, él solito, había bajado la cifra en Cantabria en setecientas cuatro personas. Pues convocar a la prensa y apuntarse el tanto con moderado optimismo.
Fue una lástima que al día siguiente unos cuantos desaprensivos salieran echándole agua al vino con la consabida retahíla de la temporada turística y la estacionalidad. Y con la amenaza de lo que vendrá en octubre cuando se conozcan los datos de septiembre. El asunto era como para enfadarse, pero el presidente no lo hizo. Simplemente, se rió de los agoreros, porque, además de no respetar su opinión, parece que les duele que Cantabria vaya bien tras sus reformas.
Después vino lo de la publicación de los datos del PIB regional, que había caído un 2,1% –más que la media nacional–, y los de la producción industrial, que cayó un 0,4% en julio, mientras que la nacional subió en el mismo porcentaje. Y en ambos casos no pudo reírse de nadie, porque las cifras las proporcionaban el Instituto Cántabro de Estadística y el Instituto Nacional de Estadística, respectivamente.
Así que los asesores deberán seguir inventando mensajes-mantra para ver si la «lluvia fina» –que ni siquiera mojó a los miembros del COI– va calando a los electores. Algo difícil, porque los más afectados por la crisis tienen el impermeable de la incredulidad. Y son muchos.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

SEPTIEMBRE (4 de septiembre de 2013)


El Diario Montañés, 4 de septiembre de 2013

Septiembre es el mes de los regresos. Vuelve el curso escolar, y con él las denuncias recurrentes de los informativos, que hablarán, y no pararán, de lo caros que son los libros de texto. Vuelven a sus tareas los pocos privilegiados que tienen trabajo, con un síndrome postvacacional que para sí quisieran los parados. También vuelven los fascículos, con colecciones tan insólitas como inabarcables. Y regresa la vuelta ciclista a España a las carreteras cántabras, en dos etapas que –buen dinero le ha costado a la consejería del ramo– mostrarán a toda la nación las infinitas bellezas de nuestra Cantabria. Volverán los políticos para preparar, unos, y denunciar, otros, los presupuestos generales, que seguirán austeros y restrictivos –los últimos, de verdad, que los próximos romperán moldes–, sin alegría para el gasto y con estricta presión en los impuestos. Y volverá nuestro presidente –es tradición– a pedirle ayuda a la Virgen de la Bien Aparecida, sin atreverse a recriminarle que el año pasado no le hiciera mucho caso cuando reclamó su intercesión para «la consecución del objetivo del Gobierno, que es conseguir la reactivación económica y con ello la generación de puestos de trabajo, y en general por la protección de nuestra tierra y sus gentes».
Todo parece, en septiembre, regresar a la rutina de la normalidad, dejando atrás el tiempo de ocio, ahora que el sabor melancólico de la luz es preludio del rocío de las madrugadas.
Todo, menos algunas cosas. Porque por vez primera desde 1999 no habrá traineras cántabras representándonos en las regatas de La Concha, ni presencia regional en la Feria de Muestras de Valladolid, tras cuarenta y cinco años de asistencia ininterrumpida. Será por la crisis, que ha mermado los fichajes de foráneos en nuestras bancadas y ha hecho caer la rentabilidad de los stands, que ofrecían la mejor imagen de la región a nuestros vecinos de Castilla.
Septiembre trae también el otoño. Aprovechémoslo bien «antes de que el invierno nos escombre...».