lunes, 31 de diciembre de 2012

EL SUELDO DE LOS MIR (31 de diciembre de 2012)


El Diario Montañés, 31 de diciembre de 2012

En la selva de internet he hallado una frase que me va a venir estupendamente para cerrar este artículo: «Tío, tienes que hacer el Bachillerato, que si no vas a acabar como éste». La advertencia se la hacía un joven a otro mientras señalaba a un empleado de una conocida cadena de hamburguesas. La anécdota la refería en un blog el propio trabajador, un médico interno residente (MIR) que trabajaba en la multinacional para obtener un sobresueldo que le permitiera pagar sin agobios el alquiler de su apartamento.
El joven había cursado un bachillerato excelente, una selectividad sobresaliente y seis años de Medicina en la Facultad. Después había tenido que preparar durante un año la oposición para entrar a un hospital público y realizar en él un periodo formativo de cinco años –el MIR– bajo la supervisión de médicos experimentados. Ahora nos acabamos de enterar, por un informe del Centro de Estudios del Sindicato de Médicos de Granada, que si esas prácticas las hace en Cantabria cobrará durante el primer año 920 euros netos mensuales –un salario inferior al que tiene por convenio la categoría de pinche de los hospitales–, y que el quinto y último año alcanzará los 1.213 euros netos, guardias aparte. Según estos datos, los MIR de Cantabria fueron en 2012 los peor pagados de España, junto con los de Cataluña, Andalucía y Castilla y León.
El sueldo no será óbice para que durante el tiempo de formación el médico en prácticas sustituya a su supervisor, atienda pacientes, realice diagnósticos, haga innumerables guardias y conozca las urgencias al dedillo. Cuando termine, metido ya de pleno en la treintena, se topará de bruces con esta crisis interminable que tiene vetada la creación de plazas nuevas en los hospitales públicos. Será un joven más, sobradamente preparado, obligado a cambiar de profesión o a buscarse el futuro lejos de su patria.
«Tío, tienes que hacer el Bachillerato, que si no...»

lunes, 24 de diciembre de 2012

AVISO A NAVEGANTES (24 de diciembre de 2012)


El Diario Montañés, 24 de diciembre de 2012

Entre otros muchos tópicos, estas fechas navideñas mantienen el de la celebración de cenas de empresa y de partidos políticos. Cuando se llega a los postres, con el café y los licores ya en la mesa, los responsables suelen hacer balance del año: en las primeras son habituales los brindis que expresan el deseo de mejorar o, al menos, de seguir como hasta ahora
–nunca se ha recurrido tanto al tópico de «virgencita, virgencita, que me quede como estoy»–. En las segundas, se elogia al líder y sus logros
–aunque sean pocos–, se menosprecia la labor del contrario y surgen por doquier aplausos eufóricos, por aquello de sentirse arropados en un salón repleto de iguales en pensamiento político.
En las últimas cenas que han celebrado el PP y el PRC se ha repetido el distanciamiento de sus líderes, dejando claro que sus posiciones son irreconciliables; quizás por eso Ignacio Diego manifestó que el objetivo primordial del partido es mantener la mayoría absoluta en las elecciones de 2015. Sin embargo, Íñigo de la Serna, con un discurso sereno y más conciliador, abogó por alcanzar acuerdos políticos en las grandes decisiones –«aunque tengamos todo el poder»– y dejó en el aire la necesidad de futuros pactos en la política regional, al sostener que las mayorías absolutas no van a ser eternas. En ese sentido recomendó observar atentamente la relación entre el PSOE y el PRC, dejando leer entre líneas que en adelante se deberían aprovechar posibles fisuras entre ellos para iniciar un acercamiento al partido regionalista. Sus palabras las recogió este periódico al día siguiente, pero han sido prudentemente eliminadas en el resumen que de su discurso recoge la web regional del partido. Fueron un aviso a navegantes, pero los navegantes del PP saben que con el capitán actual ese pacto es imposible.
Algunos quizá teman que, en el fondo, Íñigo se estuviera ofreciendo, también entre líneas, como patrón idóneo para llevar a cabo esos acuerdos.


domingo, 16 de diciembre de 2012

TIEMPO DE CONTRASTES (16 de diciembre de 2012)


El Diario Montañés, 16 de diciembre de 2012

Las fechas navideñas son época de contrastes. Quien hurgue estos días en la prensa local puede encontrar reflejos de lo mejor y lo peor del ser humano, porque, si bien la Navidad es tiempo de solidaridad, no por ello descansan los que en mayor o menor grado gustan de hacer el mal.
En ese lado oscuro se sitúan los gamberros anónimos que se han dedicado a quemar contenedores por la ciudad –nueve en noviembre y unos cuantos más en lo que va de mes–, y otros que, amparados en la noche, han destrozado a patadas el reno de la plaza de Pombo, que era de cartón-piedra, sí, pero que en un proceso de literaria personalización ha sido trasladado al matadero de la plaza de toros, «con las patas rotas, sin oreja, con el cuerpo apaleado y más cabizbajo aún que cuando pacía en el césped artificial del montaje».
En el lado de la luz están los que emprenden acciones solidarias. Gracias a una iniciativa encomiable, ningún anciano pasará estas fiestas en soledad 
–siempre que no lo desee, claro está–, pues podrá instalarse gratuitamente en cualquiera de las residencias de mayores que existen en Cantabria. También es solidaria la postura de la asociación de empresarios de campings regionales, que han recogido 2.000 kilos de productos para el banco de alimentos. Y no lo es menos la decisión de un hotel santanderino que, junto con la asociación de cocineros de Cantabria, elaborará 1.800 raciones de tostadas; la recaudación irá destinada a la cocina económica de Santander.
Al paso que vamos, pronto van a ser necesarias asociaciones que se encarguen de colectar dinero para que los enfermos crónicos más necesitados puedan pagar la ambulancia que los traslade a un centro sanitario: esta vez personas bien conocidas, desde la noche oscura del alma, acaban de imponer el pago de 5 euros por trayecto. Con amor fraterno, eso sí, que por algo es Navidad.


jueves, 6 de diciembre de 2012

LA POESÍA DE LOS IMPUESTOS (6 de diciembre de 2012)


El Diario Montañés, 6 de diciembre de 2012

Pagar impuestos es un ejercicio de solidaridad mediante el cual el ciudadano da su dinero para que el Estado se lo devuelva en forma de servicios. «Tenemos que encontrar una poesía vibrante al hecho de pagar impuestos –dice en uno de sus artículos el escritor catalán Xavier Febrés–, una emoción estética a la fiscalidad, un sentimiento positivo al IRPF y al IVA, porque son la principal garantía del Estado democrático, el principal y casi único instrumento de redistribución de la riqueza».
En España hemos sido siempre reacios a sentir esa poesía vibrante y esa emoción estética, acaso porque somos demasiado prosaicos. En el caso de las retenciones del IRPF, entre que el dinero esté en el bolsillo propio o en el de Hacienda, solemos preferir lo primero: «Que me lo dejen a mí, y luego ya echaremos cuentas», decimos. En el del IVA, nuestro presidente, en su anterior época de alcalde, «como no era experto fiscalista», prefirió no echarlas, y, mal asesorado por el secretario, el interventor y el tesorero
–¡mira tú!–, decidió guardar lo recaudado en la tesorería del Ayuntamiento, aunque la ley tributaria deje muy claro que las cuotas que repercuten a los contribuyentes hay «obligación de ingresarlas en el Tesoro». Supongo que en la confusión de lo que significa la palabra «Tesoro», así, con mayúscula, haya estado la clave del desaguisado.
Estamos sufriendo una etapa, muy larga ya, de penuria económica, con una caída alarmante de la recaudación y un aumento exponencial de los gastos sociales, en una especie de perversa pescadilla que, más que morderse la cola, parece decidida a devorarse a sí misma. Urge más que nunca que prediquemos con el ejemplo y hagamos las cosas con esa expresión que tanto gustan utilizar algunos últimamente: «Como Dios manda».
Que lo público se construye con el dinero de todos, es evidente. Que contribuyen a destruirlo unos cuantos con estas actitudes evasivas, no lo es menos.

domingo, 2 de diciembre de 2012

ECONOMÍA Y BASURA (2 de diciembre de 2012)


El Diario Montañés, 2 de diciembre de 2012

Hay muchos índices para medir los parámetros macroeconómicos –el PIB, el IPC, los tipos de interés, los indicadores de empleo...–, en su mayoría demasiado técnicos para la comprensión cabal del ciudadano medio. La economía doméstica, la de a pie, no necesita de datos tan complejos ni de tecnologías punteras: para conocer su estado basta con observar la triste expresión de las gentes por las calles y con estar atentos al pesaje de la basura que se recoge en su entorno.
La basura ha sido siempre fuente inagotable de investigación. Lo hemos leído en libros y lo hemos visto en películas: cuando un detective quería obtener información sobre algún sospechoso, esparaba paciente a que sacara la bolsa de desperdicios para hurgar en su interior en busca de tesoros escondidos. En México y América Central llaman «pepenar» a este proceso de recoger objetos de los recipientes de basura. Incluso hay una página web que ofrece un decálogo de instrucciones para hacerlo bien y sin riesgo para la salud y, así, amueblar la casa, llenar el frigorífico o conseguir dinero «pepenando» en lo que les sobra a otras personas.
Ahora nos acabamos de enterar de que en el periodo de 2008 a 2011 se han recogido en Santander 5.500 toneladas de basura menos de las previstas, y que en lo que llevamos de año van 2.000 menos que en el año anterior a la misma fecha. ¿Nos hemos vuelto más limpios? Desgraciadamente ésa no es la razón. En realidad es que la bolsa de la compra cada vez pesa menos, y cada vez sobra menos de lo que ya hay poco en origen. Un índice claro de que las estamos pasando canutas.
Las ratas que están siendo desalojadas de sus madrigueras por las obras de la calle Lealtad y del Centro Botín deberán tener cuidado al elegir su nueva residencia. Si no atinan, además de perder la guarida pueden estar abocadas a luchar a brazo partido con quienes «pepenan» en la cada vez más exigua basura.

lunes, 19 de noviembre de 2012

... IN CORPORE SANO (19 de noviembre de 2012)


El Diario Montañés, 19 de noviembre de 2012

La educación, la cultura y el deporte, tres facetas esenciales para el desarrollo integral de la juventud, han quedado maltrechas en nuestra región con los recortes presupuestarios previstos para 2013. Las matemáticas son diáfanas: los presupuestos en educación han bajado un 7,2%, los de cultura un 32% y los de deporte un 50% con respecto a los del año anterior, que tampoco eran como para tirar cohetes. Dura realidad que marca la línea de un pensamiento político.
De la educación y de la cultura espero hablar algún día con más tiempo. En cuanto al deporte, no sólo se anula la creación de nuevas infraestructuras (¡ay, la tan esperada piscina de 50 metros!), sino que se pone al borde de la desaparición a más de un club deportivo por falta de ayudas. Cuando esto suceda, desconozco a dónde llevará el consejero Serna los talentos deportivos que descubra en esa peculiar cruzada de ojeo que quiere iniciar en los centros educativos.
«Ya no hay diversión si no salen por los bares. No se promueve el deporte ni otras distracciones», acaba de declarar un conocido psicólogo clínico, quejándose de los gustos de la juventud. Si los jóvenes que tienen actualmente entre dieciséis y veinte años –hijos, educativamente hablando, de un pasado repartido a partes iguales entre el «pepeísmo» de Aznar y el socialismo de Zapatero–, educados en épocas de bonanza, han llegado a ser como son, imaginen lo que nos puede deparar el futuro.
Se me dirá que opinar es más sencillo que gobernar en este tiempo de carencias. Por eso también quiero hacer una propuesta de ahorro al consejero responsable de las tres áreas: Señor Serna, por mera justicia, elimine el 7,2%, el 32% y el 50%, respectivamente, del personal político de sus direcciones generales. O, mejor, suprima las direcciones directamente. Cualquier funcionario podrá gestionarlas con menor sueldo, sin la paga de Navidad y sin la angustia de tener que posar en las fotos con una sonrisa forzada.

miércoles, 31 de octubre de 2012

LA PATRIA DEL DINERO (31 de octubre de 2012)


El Diario Montañés, 31 de octubre de 2012


Las noticias recientes han confirmado la sospecha que teníamos de que la crisis nos está haciendo cada vez más pobres a la mayoría de los ciudadanos. El Instituto Nacional de Estadística acaba de publicar las cifras: uno de cada cinco habitantes de Cantabria vive por debajo del umbral de la pobreza. Además, el 7,3% de los hogares tienen dificultades para llegar a fin de mes, una de cada tres familias no puede permitirse ir de vacaciones y el 22% no puede afrontar gastos imprevistos. El mismo Instituto daba a conocer otro dato poco halagüeño para nuestra economía regional, referido a que el salario bruto anual se situó en 21.156,79 euros por trabajador en el año 2010, inferior en casi 1.700 euros al salario medio nacional. Mal sustrato para pensar en un pronto crecimiento económico.
Mientras las clases más desfavorecidas luchan para intentar salir adelante, otra información nos ponía al tanto de los subterfugios que hacían unos cuantos desalmados para blanquear su dinero aprovechando el buen hacer (es un decir) de las mafias chinas. Tiempos aciagos éstos en los que, cuando el dinero escasea, algunos de quienes lo tienen a raudales sólo piensan en evadirlo, en fijar su residencia en paraísos fiscales o en engañar cuanto pueden a la Hacienda pública, que, según dicen, somos todos.
En el fondo, aunque nos fijemos en la más evidente, hay muchas maneras de romper la España solidaria que pretendemos conseguir. La RAE dice que patriota es quien ama a la patria y procura todo su bien. En este sentido, los que engañan, defraudan o fijan su residencia en paraísos fiscales hacen mucho más daño al colectivo que los criticados nacionalismos; aunque en su casa tengan títulos de hijos predilectos, alcaldes honorarios o duques consortes. Ojalá se animaran a seguir el ejemplo de Amancio Ortega, que va a procurar el bien de muchos con los veinte millones de euros que acaba de donar a Cáritas. 

viernes, 19 de octubre de 2012

ANGLICISTA DE PROVINCIAS (19 de octubre de 2012)


El Diario Montañés, 19 de octubre de 2012

Si no fuera porque la Real Academia define la germanía como una «jerga o manera de hablar de ladrones y rufianes, usada por ellos solos», pensaría que en este siglo vuelve a estar de moda. Pero no, no es un lenguaje de ladrones y rufianes –¡Dios me libre de decir tal cosa!– el que se está imponiendo, aunque en el fondo sí tiene mucho de jerga. Es una auténtica invasión de anglicismos, que nos rodean por doquier para impregnarnos de un falso tinte cosmopolita. Vean, si no, las perlas que aparecen en la prensa estos días: Nos enteramos de que Santander desarrollará en breve un ‘Cloud City Center’, para lo cual la ciudad estará repleta de sensores de ‘smart city’ y tendrá dispensadores donde los ciudadanos podrán adquirir cupones de venta para smartphones’. Además, el Ayuntamiento, mediante el proyecto ‘Open Data’, permitirá la entrada a la información pública a través de un portal ‘web’ municipal para que los ciudadanos tengan el acceso a ella. Incluso en un futuro muy próximo, ese mismo ciudadano podrá recibir mensajes personales por ‘e-mail’ o ‘sms’. No es de extrañar que con todo lo anterior, en un ‘ranking’ que se ha publicado recientemente, sólo Barcelona nos adelante como ciudad más inteligente; por detrás de nosotros tenemos capitales tan importantes como Madrid, Málaga y Bilbao, que completan el ‘top five’ del estudio de localidades que más han avanzado hacia las TIC. Y es que somos tan ‘guay’, que lo mismo tenemos un ‘ferry’ abarloado en el muelle y un ‘dog park’ en el parque del doctor Morales, que ponemos en marcha la escuela ‘Making of’ con diez participantes y un elenco de ‘coaches’ para prepararlos, o que nuestras mujeres del PP crean la plataforma ‘Woman's Week’ con el objetivo de convertir el día de la mujer trabajadora en una semana.
Cuando estoy finalizando este artículo, mi ‘office manager’, un auténtico ‘hacker’, me invita a un ‘cofee break’ en un cercano ‘self-service’. 

domingo, 14 de octubre de 2012

EDUCACIÓN VS. PROHIBICIÓN (14 de octubre de 2012)

El Diario Montañés, 14 de octubre de 2012

En mi niñez conocí un matrimonio cuyos miembros no eran precisamente unos lumbreras. Era aquél un tiempo tan antiguo, que las empresas pagaban a los trabajadores con fajos de billetes dentro de un sobre. El varón de aquella pareja llevaba a casa el sueldo, lo contaba cuidadosamente, lo colocaba en la mesita de noche y, como era de natural desconfiado, marcaba con una señal casi imperceptible el primero y el último de los billetes para controlar si su esposa le sisaba alguno. Ella, un poco más espabilada, refería a sus amistades que cogía los del medio para que él no se enterase.
La anécdota ha venido a mi memoria, casi como un acto reflejo, cuando tuve conocimiento de la prohibición que la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria va a plantear por ley para que no se pueda vender ni distribuir bebidas alcohólicas –fuera de los locales de hostelería autorizados– en horario nocturno, desde las 22.00 horas hasta las 8.00 horas del día siguiente. Carlitos –así se llamaba el desconfiado marido que marcaba los billetes– no hubiera podido superar esta chapuza.
Aun considerando absurda la medida –deja abiertas todas las posibilidades de burlarla–, lo preocupante es que últimamente estamos asistiendo a una espiral ascendente de prohibiciones. Parece que nuestros políticos se sienten mejor vedando caminos que enseñando a andar por ellos, porque reprimir resulta más sencillo y más barato que educar.
Quizá para seguir abaratando la educación, el ministro Wert pretende ahora eliminar de los planes de estudio la Cultura Clásica y dejar el Griego como materia optativa en el Bachillerato de Humanidades. Una pena. La primera es disciplina básica para conocer las raíces de nuestra cultura democrática, y la segunda es uno de los pilares en los que se asienta nuestra lengua.
Espero que todo ello no forme parte de un plan elaborado para que nuestros jóvenes ahonden en la ignorancia y acaten, sumisos, todas estas leyes tan arbitrarias.

domingo, 7 de octubre de 2012

TODOS CALVOS (7 de octubre de 2012)


El Diario Montañés, 7 de octubre de 2012

Aguardo con impaciencia expectante «el horizonte de 2024». Será entonces cuando, en la mejor de las situaciones, aparezca en Santander 
–con velocidad silente apenas remarcada por el traqueteo de los raíles, que la técnica habrá avanzado una barbaridad–, el morro afilado del AVE. En el año 2024, aunque todavía no es seguro, porque las prioridades de Aznar, primero, de Zapatero, después, y de Rajoy, ahora, siempre han sido otras.
Es posible que unos cuantos de mi generación, calvos la mayoría, «con la frente marchita» y todos sintiendo «que es un soplo la vida», podamos asistir como espectadores ilusionados a esa llegada tan anunciada, con la tarjeta dorada de los descuentos a los mayores en la mano –si es que todavía RENFE la mantiene–, creyendo que aún podemos tener la oportunidad de viajar más lejos y más deprisa.
Quizá sea hacer ciencia ficción, pero mientras me preparo para la espera me atrae el ejercicio de plantearme cómo serán entonces las cosas. Aunque Gardel proclamara con optimismo «que veinte años no es nada», doce dan para muchos cambios. Y me pongo a cavilar: ¿Quién será en 2024 el presidente o la presidenta de España? ¿Y de Cantabria? ¿Seguirá nuestra nación siendo un reino o estará instaurada ya la tercera República? ¿Seremos un Estado autonómico o federal? ¿Se habrán independizado Cataluña y Euskadi? ¿Quién cortará la cinta ese día y se apuntará el tanto políticamente? ¿Estará finalizada la última fase del hospital de Valdecilla o se aprovechará la fecha para inaugurarlo todo a la vez?
Ya lo he dicho: aguardo con impaciencia expectante. ¿Qué son doce años frente a los más de cincuenta y tres que esperó Florentino Ariza –el personaje de ‘El amor en los tiempos del cólera’– a Fermina Daza para conseguir el sí y embarcarse con ella por el río Magdalena viviendo su amor otoñal? Yo también pienso embarcarme para vivir el mío por el curso paralelo de los veloces caminos de hierro.

lunes, 1 de octubre de 2012

LEJOS Y ALEJADOS (1 de octubre de 2012)


El Diario Montañés, 1 de octubre de 2012

Asomarse a la actualidad produce desaliento. Las malas noticias intimidan, pero sólo a ese colectivo abstracto que llamamos «el pueblo». Da igual que el país –otro colectivo inconcreto– esté en una situación delicada, porque los que hablan en nombre del pueblo, sin sentirse pueblo, no parecen afectados. La oscuridad del túnel no es para ellos. Siempre están en la luz. Se creen la luz. Lo mismo pasean por Nueva York fumando un puro, que preparan unos cuantos despidos con las manos en los bolsillos. Dos fotografías recientes de la prensa denuncian su actitud.
El del puro es Mariano Rajoy –yerra quien sospechara de Revilla–, que ha sido recibido en la ciudad americana con un artículo sobre la situación socioeconómica en España, nefasto para nuestros intereses. Fue portada del ‘New York Times’, y causó estupor por la imagen que proyectaba de los efectos de la crisis. Ahora Rajoy, que ha ido precisamente a eso, a vender imagen, ha sido pillado ‘in fraganti’ desfilando por la Gran Manzana, enérgico y desenvuelto como un torero, rodeado de su cuadrilla, con un puro en la boca. Además, del gesto placentero se deduce que saborea cada aspiración con deleite. Un gesto nada oportuno, porque da a entender que España y sus problemas le quedan muy lejos, y no sólo físicamente.
Los de las manos en los bolsillos –así los presenta una foto muy explícita de este periódico– son los secretarios generales de UGT y CC OO de Cantabria, María Jesús Cedrún y Vicente Arce, cuyos sindicatos van a despedir a veinticinco trabajadores porque «no quedaba otra». Y lo van a hacer pagando veinte días de indemnización por año –«cerrados en banda», como cualquier patrón de los que no se atiene a razones–, aprovechando esa ley a la que tanto se han opuesto.
Malas instantáneas ambas para quienes pensamos que tienen, cada uno a su manera, la responsabilidad de velar por nuestros intereses.
Qué lejos están. Y qué alejados parecen.

lunes, 24 de septiembre de 2012

LA UNIVERSIDAD FUTURA (24 de septiembre de 2012)



El Diario Montañés, 24 de septiembre de 2012

El rector de la Universidad de Cantabria ha pedido públicamente audiencia a Ignacio Diego, en el discurso de apertura del curso universitario, para «definir con el Gobierno regional el escenario de colaboración y las líneas de trabajo que permitan generar un nuevo Contrato Programa». Una reunión que definió «deseada por ambas partes», pero que está en la agenda desde hace ya más de seis meses. La solicitud fue tan firme que sólo le faltó iniciar su petición con aquella fórmula tan rígida de «solicito a Vuecencia».
Por mal que anden las cosas de la economía, no tiene mucho sentido seguir postergando el encuentro. Menos aún si se tiene en cuenta que el consejero de Educación proviene del seno de esa institución –cuyas virtudes y necesidades, sin duda, conoce bien porque ha desarrollado en ella gran parte de su actividad profesional–, con lo que se supone que los cauces de comunicación deberían ser muy fluidos. Pero la realidad es bien distinta, acaso porque uno de los proyectos impulsados por el consejero Serna pretende implantar una universidad privada en Santander, de la que Gómez Sal sospecha que tiene «insuficientes garantías de calidad». Ahí puede estar una de las razones del desencuentro.
Pero el gobierno regional debe tener presente que la universidad pública es uno de los principales ejes culturales y económicos de nuestra región, y la mejor garantía para intentar preservar la igualdad de oportunidades. En ella se preparan más de 15.000 jóvenes cada año para acceder con la mayor formación posible al difícil mundo del trabajo. Y aunque, como todos los estamentos, tenga que someterse a los recortes, conviene saber que España invierte en educación universitaria un 1,1% del PIB, frente a la media del 1,5% de los países de la OCDE.
El frío amenazante de un mañana incierto está en el origen de la petición del rector. Y el futuro de la universidad, en la deseable reunión con el gobierno.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

MENOS NO ES MÁS (19 de septiembre de 2012)


El Diario Montañés, 19 de septiembre de 2012

Más de 91.000 alumnos de enseñanza no universitaria han vuelto a clase en Cantabria, superando en cerca de 2.000 la cifra del año anterior. Hemos sabido que se van a encontrar con bastantes profesores menos, pero nos dicen que debemos estar tranquilos porque la educación es una de las prioridades del gobierno regional, y nuestro presidente siempre ha manifestado que el nuevo modelo de desarrollo económico y social de Cantabria debe basarse en el conocimiento. No en vano, según él, uno de los ejes estratégicos de la acción gubernativa «se centra en la educación y la formación».
Sin embargo, el cóctel explosivo que se ha formado este año –con menos profesores y más alumnos, la retirada de las ayudas económicas a las familias para adquirir los libros de texto, el retraso en las adjudicaciones de los comedores escolares y «los nubarrones del transporte escolar»– amenaza con quebrar ese eje y vaticina un curso conflictivo. Ante esta situación nuestros regidores están obstinados en convencernos de que, pese a los inconvenientes, y con un poco de esfuerzo de las partes implicadas, la calidad de la enseñanza no debe resentirse, porque menos puede ser más.
Tampoco la enseñanza universitaria está, según parece, para tirar cohetes. El rector de la Universidad de Cantabria acaba de manifestar la «preocupación inmensa» de las universidades por los «recortes» y por el «modo de legislar» del gobierno de España. Y la presidenta de la Conferencia de Rectores, Adelaida de la Calle, ha dicho que los recortes están haciendo recaer sobre los estudiantes «problemas que no se merecen».
Con estas circunstancias, la teoría del más por menos, a la que se suele recurrir en tiempos de carencias, parece tambalearse. Entre sus predicadores estuvo el mítico Helenio Herrera, con aquella frase lapidaria de que al fútbol «se juega mejor con diez que con once». Pero, como una cosa es predicar y otra dar trigo, sus equipos siempre saltaban al campo con la plantilla completa.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

BANCO DE LIBROS (5 de septiembre de 2012)


El Diario Montañés, 5 de septiembre de 2012


Creíamos que dos de las columnas básicas sobre las que se asentaba el edificio de la democracia eran la educación y la cultura. Pero ahora que la salud económica del país resquebraja las paredes del estado del bienestar, comprobamos que estábamos equivocados. Los arquitectos políticos que cuidan del inmueble se afanan en parchear las grietas del exterior, pero muestran escasa atención, cuando no desprecio, por esos pilares tan importantes.
Los mismos que en su día pusieron en marcha un plan renove para animar a los ciudadanos a comprar automóviles, electrodomésticos o bombillas –y para ayudar a la industria, amenazada por la escasez de las ventas–, son quienes ahora han rebajado, hasta casi anularla, la subvención a las familias para la compra de los libros de texto. Como contrapunto a tan drástico recorte han propuesto crear en el futuro un banco de libros usados para el intercambio, porque, según ellos, no han llegado a tiempo de hacerlo en este curso. Ante esa postura, la oposición socialista, con inusitada rapidez, ha iniciado una campaña de recogida de libros para «hacer lo que el Gobierno de Cantabria no sabe o no quiere hacer». Con su iniciativa ha logrado que la consejería se retracte de su postura inicial, ponga manos a la obra y que el banco de libros sea una realidad inmediata.
La medida es popular y satisfará a la mayoría de los ciudadanos, pero no es justa. Ataca de lleno a la ya frágil industria del libro y asoma al abismo del cierre a muchas editoriales, librerías e imprentas. Ahora los estudiantes tendrán a su disposición libros gratuitos de segunda mano y es probable que ya no sientan la necesidad de poseerlos en propiedad ni de volver a entrar jamás en una librería. Aunque siempre aspirarán a un coche nuevo en el futuro –con las ayudas del gobierno, faltaría más–, que lo prestado sólo está bien para los objetos sin valor. Como los libros.

sábado, 25 de agosto de 2012

UNA CIUDAD TRANQUILA (25 de agosto de 2012)

El Diario Montañés, 25 de agosto de 2012

Que Santander era una ciudad tranquila, lo sospechábamos desde siempre. Y ahora ha venido a corroborarlo una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios realizada entre los propios vecinos para medir el nivel de seguridad que sienten en su población. De los resultados parece desprenderse que lo de la tranquilidad va por zonas, y que éstas son más pacíficas cuanto más al norte geográfico de la península estén situadas. De las diez ciudades donde la gente se siente más segura, nueve pueden ser consideradas norteñas: Pamplona, Oviedo, Santander, Gijón, Logroño, Vitoria, Valladolid, La Coruña y Bilbao. Sólo Albacete –«el Nueva York de La Mancha», según Azorín– se ha colocado entre Vitoria y Valladolid, poniendo cierto aire «sureño» en la lista.
«En la mitad del barranco, / las navajas de Albacete / bellas de sangre contraria / relucen como los peces...», dice García Lorca en el ‘Romancero gitano’. Pero parece que afortunadamente lo de las navajas albaceteñas ha quedado allí como un oficio enfocado al souvenir turístico, con poco o ningún uso agresivo, porque la encuesta aclaró que a los ciudadanos les preocupaba sobre todo el «vandalismo, la prostitución, el consumo de drogas, los actos criminales, los robos y la violencia».
Algo de violencia ha habido este mes de agosto en Santander, si nos atenemos a las crónicas de sucesos, acaso por las altas temperaturas, tan del Sur: una pelea en la cuesta de La Atalaya, entre rumanos, con un herido por arma blanca ¿de Albacete?; un ladrillazo propinado por una mujer en la testa de un hombre; un individuo que tras robar un vehículo se refugió en lo alto de un tejado; otro que ingresó en Valdecilla con un disparo en la cabeza, que resultó leve; dos caballos sueltos por la calle Resconorio... Acciones, en todo caso, aisladas, concretas, controladas, y sin ningún daño colateral para el vecindario. Sólo la inesperada presencia de los caballos puso un punto de azarosa incertidumbre.

domingo, 19 de agosto de 2012

CONCIENCIA Y LEY (19 de agosto de 2012)


El Diario Montañés, 19 de agosto de 2012

Nuestros gobernantes andan revueltos con la tijera. Y, aunque argumentan que están obligados a hacer recortes que no desean, parece que de tanto practicar le están cogiendo el tranquillo. Ahora acaban de dar un preocupante salto cualitativo: el decreto que deja sin asistencia sanitaria a los inmigrantes sin papeles, más que un tijeretazo, es un hachazo a la dignidad humana.
Ante tal hecho, y apelando a la objeción de conciencia, unos cuantos médicos de toda España anuncian su intención de seguir atendiéndolos, pero un informe del servicio jurídico de la consejería de Sanidad de Cantabria –qué desvelo el suyo por la causa– ha puesto las cosas en su sitio con un argumento que, aunque serio, parece un disparate: la objeción de conciencia tiene sentido cuando se trata de «una situación pasiva», cuando «se deja de hacer algo» (como practicar un aborto). Los médicos ahora plantean lo contrario, «hacer algo» (atender a los inmigrantes), y ahí, no ha lugar el amparo. (El matiz se las trae. Lo que la ley defiende es el derecho a «no hacer», justo lo que se pide a los sanitarios: que no hagan nada).
Quien parece que también va a permanecer pasivo ante el fallo del Tribunal Supremo, que ha ratificado la legalidad de la retirada del concierto económico al colegio Torrevelo, es Miguel Ángel Serna, el consejero de Educación. Él se lo ha vuelto a conceder –era un caso de conciencia activa– aprovechando una burda argucia de este centro masculino, que se ha unido administrativamente a otro femenino, aunque no en las aulas. Según Serna, la sentencia confirma que ha acertado en su decisión, porque negar la ayuda tras esta nueva circunstancia sería discriminatorio. La Ley, está claro, es poliédrica y admite muchas interpretaciones.
Cuando no sé muy bien cómo rematar este artículo, Raphael viene en mi ayuda. En la habitación contigua comienza a sonar el famoso ‘Cambalache’: «Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé...».


martes, 7 de agosto de 2012

EL BUCLE DEL VERANO (7 de agosto de 2012)


El Diario Montañés, 7 de agosto de 2012

Un verano en Santander nunca se puede olvidar, cantan ‘Los Carabelas’, con la inconfundible voz de fondo de Víctor Blanco, prematuramente apagada cuando le quedaba tanto por cantar. Y no sólo por las chavalas que pasean junto al mar. Hay otras cosas que hacen que los veranos de nuestra ciudad sean inolvidables. Algunas buenas; otras, no tanto. Pero todas conforman nuestro particular bucle melancólico, especie de retahíla que nos reafirma en el estío como se reafirman los niños escuchando el mismo cuento cada noche.
No seríamos los mismos sin nuestras rutinas veraniegas, que se han convertido en auténticas señas de identidad. Un verano en Santander, como tal, necesita algunos días de lluvia para comentar lo bella que es la región al margen de las playas y lo bien que se duerme con una mantita encima, y también los cursos de la UIMP, las actuaciones del FIS, el concurso de piano de Paloma O'Shea, la feria del libro viejo, los baños de ola, el desembarco de cántabros y romanos en las calles del centro, los mercados medievales, las tardes de toros, el «estoque del proel» en las ciabogas, el «estampido hueco de los bolos», el nado en la bahía emulando a los legendarios tragamillas, las sardinas a la brasa del Barrio Pesquero, las casetas de los pinchos, los conciertos en La Magdalena, la Feria de las Naciones, la cola interminable en los puestos de helados, las exposiciones de Marnay, la habitual y no por ello menos inquietante serie de catastróficas previsiones económicas de Guillermo de la Dehesa, la carpa omnipresente de la Plaza Porticada, los trenes que no llegan por avería de la catenaria, la paralización de las obras de Valdecilla, el informe siempre anunciado de las cuevas de Altamira y su posible apertura, los fuegos artificiales... Y ahora, como siempre y más que nunca, que no están los tiempos para muchas alegrías, los paseos por el Sardinero, que «no hay igual en el mundo entero».

jueves, 2 de agosto de 2012

LO PÚBLICO Y LO PRIVADO (2 de agosto de 2012)

El Diario Montañés, 2 de agosto de 2012

Dicen quienes nos gobiernan que, tras el pecado original, la peor herencia que ha recibido la ciudadanía de la piel de toro es la que proviene del anterior gobierno. Nos llega adherida de origen y no hay agua que la desprenda, ni siquiera la bendita. Por eso se ha iniciado una tenaz tarea para liberarse de ella. Y uno de los primeros pasos está consistiendo en desprenderse paulatinamente de la «pesada estructura de lo público».
Al parecer, la infección de lo público se extiende sin remedio por todo el cuerpo social y no ofrece más que dos salidas a los doctos doctores que nos administran: dejarlo morir lentamente por inanición u ofrecerlo a bajo precio a la iniciativa privada. En el primer caso, han comenzado la batalla despidiendo trabajadores, congelando salarios y anulando pagas extraordinarias a los funcionarios, medidas que, si bien dan un respiro a las arcas, anuncian una triste Navidad sin consumo; en el segundo, fincas y edificios públicos –de momento– se ofrecen a los mejores postores para percibir a cambio un dinero que, esa es la cruda realidad, no existe.
Aquí, en Cantabria, nuestro presidente propone vender alguno de los terrenos que rodean el seminario de Comillas –hectáreas muy jugosas, convertibles fácilmente en otro montón de hormigón adosado–, para con lo recaudado arreglar un inmueble que se derrumba sin remedio. Y el alcalde de Santander anuncia que parte del edificio de Pronillo va a ser ocupado por Telefónica, una empresa que hará más tecnológica la ciudad, sembrándola de sensores.
Se ve que sus apetencias son dispares: uno se inclina por la construcción y otro por la tecnología, aunque los dos a costa de ceder, en mayor o menor grado, una parcela de la cosa pública.
Esperemos que no sean recordados en el futuro como el famoso Abundio, que vendió el coche para comprar gasolina. Aunque él al menos era su propietario legal, y no un simple gestor del vehículo.

martes, 24 de julio de 2012

YO NO ME APUNTO (24 de julio de 2012)

El Diario Montañés, 24 de julio de 2012

Dolorido por la incomprensión de los ciudadanos, que protestan más de lo que él considera pertinente, nuestro presidente ha revivido sus tiempos de fornido defensa de fútbol y ha atacado, no ya a los tobillos, sino a la condición mental de un sindicalista madrileño que, aun sin nombrarlo, todos sospechamos que se trata de José Ricardo Martínez. El tal Martínez ha animado a las gentes a salir a la calle, «de forma incendiaria», para que se manifiesten ante los recortes, y a Diego no le ha parecido bien porque cree que en la época del PSOE se protestaba menos. Ahora que gobierna el PP, pregunta indignado, «¿hay que salir a la calle y decir lo que dice el imbécil de la UGT madrileña?».
El menoscabado sindicalista es además consejero de un grupo bancario y percibe una remuneración anual de 181.000 euros, que –a diferencia de los otros consejeros– ingresa en las arcas del sindicato, como obligan los estatutos. Pese a todo, Diego insiste en su ataque, no exento de apetencias, y dice que «se ha llenado los bolsillos de una manera que el 98% de los ciudadanos de España se habrían apuntando, y entre ellos me cuento a mí. Todos nos hubiéramos apuntado a cobrar lo que cobraba este despreciable personaje».
Yo no, señor Diego; y menos con esta crisis. Debo de estar dentro de ese escaso margen que cifra usted en el 2%. Mis valores no me permiten ejercer una responsabilidad para la que no me siento capacitado, por bien pagada que esté. Hay que saber retirarse de un cargo –o no aceptarlo– antes de que se cumpla el principio de Peter, al que todos estamos abocados con el paso del tiempo. Y algunos aunque el tiempo no pase, porque son incompetentes ya de partida.
¿De verdad quiere apuntarse a la ocupación y al sueldo de ese personaje, según sus palabras, tan «despreciable y comedor»? Si no es un lapsus linguae, aviados estamos.


domingo, 15 de julio de 2012

DESDE LA MAGDALENA CON TEMOR (12 de julio de 2012)


El Diario Montañés, 12 de julio de 2012

García Márquez reunió en 1973 los escritos periodísticos que había publicado entre los años 1957 y 1959 en un libro que tituló ‘Cuando era feliz e indocumentado’, de cuyo epígrafe parece deducirse que la felicidad sólo se alcanza desde la ignorancia.
Estar bien informado suele producir angustia, un estado contraindicado para nuestro corazón que, como ha dicho en la UIMP el cardiólogo José Manuel Revuelta, está diseñado «para vivir más de cien años». Lo malo es que para ello, además de tener que llevar una vida ordenada, una alimentación sana y dejar a un lado tabaco y drogas, hay que mantener una actitud vital «optimista, tranquila y sin estrés». Y ahí radica el principal problema, porque los tiempos convulsos que estamos padeciendo no nos facilitan las cosas.
Una de las noticias que más nos ha sobrecogido –a quienes oteábamos ya no tan lejana la línea de la jubilación– la ha proporcionado en esa misma Universidad la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, proponiendo «incentivos sociales, fiscales y laborales» a todo el que decida prolongar su vida activa por encima de la edad legal. Una edad que, en el mismo foro y ya lanzado, el provecto catedrático Manuel Lagares ha pedido fijar en 70 años, matizando, eso sí, que sobre todo en profesiones que «no requieran un esfuerzo físico».
No nos engañemos, alargar la vida laboral traerá consigo el aumento de las dificultades para lograr una jubilación digna. Cubrir los períodos máximos de cotización será entonces una meta casi inalcanzable, con lo que la mayoría optaremos a jubilaciones, quizá más sostenibles, pero mucho más pobres. Lo demás son milongas. Y desprecio a los miles de parados perpetuos –mayores de cincuenta años– que han sido expulsados de sus empresas para, en el mejor de los casos, colocar en sus puestos a otros trabajadores menos cualificados, pero con contratos precarios y sueldos mínimos.
Tiene razón Gabo: para ser feliz es mejor permanecer indocumentado.

domingo, 8 de julio de 2012

¿ALGUIEN CREE EN LA JUSTICIA? (8 de julio de 2012)


El Diario Montañés, 8 de julio de 2012


La sección primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado una pena de dieciocho meses de prisión a un cliente de un hotel por un delito de estafa. Según los hechos probados, en agosto de 2009 se alojó durante ocho días en el establecimiento y se marchó sin pagar. Además, la sentencia le condena a indemnizar al hotel en la cantidad adeudada
–560,16 euros– más los intereses correspondientes.
Marcharse sin pagar, si nos atenemos a este fallo, no es rentable, aunque el acusado dudara sobre el particular, ya que era reincidente. Para disipar sus dudas debería haberse mirado en el espejo de Carlos Dívar, que en sus viajes privados pagó siempre las habitaciones y todos los gastos derivados con puntual religiosidad; eso sí, con un dinero que inexplicablemente no tenía que justificar. Él también, a su manera, era un reincidente. Necesitado de descanso por la dureza de su profesión, hizo frecuentes escapadas de fin de semana a hoteles de las mejores zonas turísticas de España, acompañado por su séquito de seguridad.
No fue la Justicia, sino la corriente de opinión auspiciada por la denuncia de la prensa, la que forzó su dimisión, por lo que los ciudadanos no pudimos saber si la dama ciega, en una hipotética sentencia, habría pedido que devolviera lo gastado, aunque fuera sin intereses. La mayoría mantiene la duda de que, ante ciertos acusados, la gran señora permanezca imparcial sin inclinar la balanza del lado de los poderosos.
Acaso por dudas similares, o por otras razones que se nos ocultan, nuestro presidente, Ignacio Diego, ha decidido no trasladar a la Fiscalía los famosos «veinte charcos» del gobierno anterior, que han lastrado al suyo con la «herencia recibida». Su otrora actitud de acusaciones y amenazas se ha ido disipando hasta resolverse en humo.
El radical giro de su postura bien pudiera merecer las palabras del famoso verso cervantino: «miró al soslayo, fuese, y no hubo nada».



domingo, 1 de julio de 2012

CUESTIÓN DE VALORES (1 de julio de 2012)


El Diario Montañés, 1 de julio de 2012

Mi compañero de columna, Miguel del Río, publicaba hace unos días en esta misma sección un artículo titulado ‘Ciudad de buena gente’, en el que alababa la actitud de un santanderino anónimo que hizo una obra de caridad llevando en su coche a una pareja de ancianos que se encontraban por las calles de la ciudad, desorientados, solos y temerosos, y los dejó en su domicilio, ya seguros. Terminaba su escrito con una alabanza de las ciudades pequeñas, en las que aún no se circula una vida por encima de los puentes mientras se vive otra bien distinta, harapienta y mísera, por debajo.
Tengo para mí que Miguel del Río es un gran hombre, con un optimismo y una vitalidad contagiosos.
Yo, sin embargo, debo de estar ya mayor, y sólo coincido en parte con sus conclusiones. En teoría, sí, las ciudades pequeñas son más solidarias. Pero la enfermedad social del desarraigo y del desinterés por los demás se está extendiendo por esta aldea global como una epidemia para la que nadie está vacunado. Y Santander no es la excepción.
Viene esto a cuento del percance que ha sucedido esta semana en la playa de Los Peligros, con el ahogamiento de un médico santanderino de 76 años. Durante dos horas su cadáver ha permanecido en la orilla, tapado con una sábana, mientras, como informaba este periódico, «numerosas personas se daban un baño, paseaban por la arena o jugaban a las palas, ajenas a la tragedia que soportaban los allegados del fallecido». Varias fotos publicadas en su edición digital corroboran esa actitud despreocupada.
En esta sociedad, el civismo no depende tanto del tamaño de las ciudades como del tipo de valores que se transmite a los ciudadanos, y la respuesta que dan éstos a los problemas. Y alguno de esos valores quizá no ocupe el rango que le corresponde.
¿Creen ustedes que los bañistas mantendrían la misma indiferencia si, por ejemplo, hubiera varado un delfín?

martes, 26 de junio de 2012

Y TÚ, MÁS (25 de junio de 2012)

Diario Montañés, 25 de junio de 2012

En verdad, no sé muy bien para qué sirven los debates sobre el estado de la región. Pero el modo en que se ha desarrollado este último ha traído a mi memoria imágenes de los albores democráticos, cuando henchidos de un afán de libertad, que aún no controlaban pero que todo lo inundaba, unos aprendices de políticos discutían en la taberna de mi pueblo y preparaban los plenos jugando la partida de dominó, entre el humo de los cigarros y los vapores del coñá. «Verás cómo se lo suelto, si me dice algo. Se va a enterar bien enterado. Le voy a dejar de piedra», vociferaba el cabecilla, refiriéndose a su contrario y golpeando sonoramente con una ficha sobre la mesa de mármol, mientras sus compañeros de juego y los curiosos que formaban un corro a su alrededor se frotaban las manos imaginando ya al adversario político desarmado ante la contundencia del ataque anunciado. No eran aquellos buenos tiempos para la dialéctica. Importaba más el desplante, los malos modos.
Sin embargo, manteníamos la esperanza de que el paso del tiempo cambiara las cosas. Al fin y al cabo estábamos dando los primeros pasos por los caminos de la democracia, demasiado acostumbrados a los modos dictatoriales anteriores. Pero el tiempo ha pasado y, como los malos alumnos que no se empapan con los conocimientos, algunos de nuestros actuales representantes, en este último debate, se han parecido demasiado a aquellos politiquillos de tasca.
En ‘El arte de la prudencia’, Baltasar Gracián recomienda no perder nunca las formas. «La finalidad principal de la prudencia –dice– es no perder nunca la compostura. Uno debe ser tan dueño de sí que ni en la mayor prosperidad ni en la mayor adversidad nadie pueda criticarle por haber perdido la compostura». Además, aconseja no cambiar los humores con los honores. «Para subir al puesto agradaron a todos, y una vez en él se quieren desquitar enfadando a todos».
¿Les suena de algo?

domingo, 17 de junio de 2012

DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS (17 de junio de 2012)

Diario Montañés, 17 de junio de 2012


La gente asimila mejor las noticias graves cuando se ciñen a historias concretas. El drama del traslado de los residentes de La Pereda estaba comenzando a diluirse, porque resulta muy complicado solidarizarse con un centenar de personas sin rostros definidos. El dolor es traicionero: se desvanece en el tumulto, precisamente donde más daño hace. Es mucho más fácil aprehenderlo si se centra en casos específicos, como el de esa pareja otoñal, Ángel y Paquita, que con la historia de su amor está generando una corriente de solidaridad que puede hacerle mucho daño a quienes pretenden que acabe de una vez por todas la repercusión mediática del traslado forzoso.
Ángel y Paquita se resisten a que los separen por la fuerza. Los responsables de la reubicación de los ancianos quieren llevarle a él a Laredo, dicen que buscando su bienestar. Ellos no tienen la misma opinión. «Si te vas a Laredo, me muero», exclama ella, forzada a quedarse en Santander, mientras él la tranquiliza diciéndole que siempre permanecerá a su lado.
Quienes sí pretendían una separación rápida eran las dos jóvenes que el pasado fin de semana «entablaron amistad» con un par de catetos y terminaron con ellos en la habitación de un hotel santanderino. Allí los dejaron abandonados, tras birlarles casi dos mil euros –no es poca cantidad para alternar– que escondieron en «sus partes íntimas». En la papelera de la habitación dejaron tirado el teléfono de uno de ellos, supongo que no por falta de espacio en tan dilatado escondrijo, sino porque podía sonar inesperadamente y descubrirlo. Tras la denuncia de los engañados, un análisis físico en comisaría dejó claro que el interés de las chicas por sus compañeros de esa noche era sólo económico.
Quizás también lo sea el de quienes promueven el desalojo de la residencia de La Pereda. Si, como se sospecha, alguien se lucra con este asunto, «sus partes íntimas» se quedarán pequeñas para ocultar los pingües beneficios de la operación.

lunes, 11 de junio de 2012

DE MOOBING Y DESPRESTIGIO (11 de junio de 2012)



Diario Montañés, 11 de junio de 2012

Dicen los especialistas que quienes practican el moobing –que es la manera de llamar en inglés al acoso laboral– pretenden esconder su propia medianía en el disfraz de una autoridad prepotente e injusta. Esta semana hemos tenido conocimiento de que uno de esos potenciales mediocres, el biólogo responsable de la planta de algas de El Bocal, de Monte, ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal número 4 de Santander, entre otras penas, a dos años de cárcel por un delito contra la integridad moral y por las lesiones que produjo a un compañero de trabajo. La noticia también manifestaba algo sorprendente: según un testigo del juicio, el condenado había venido manteniendo conductas similares, al menos, desde 1976. Si no fuera por lo sangrante del caso, de este personaje se podría decir que ya era un perito en hostigamientos.
También esta semana el director general de Protección Civil ha buscado protagonismo y ha reclamado por las bravas una parcela propia en estos menesteres de desprestigiar a los trabajadores. En el momento más inoportuno, cuando tras meses de enfrentamientos comenzaba a vislumbrarse una solución en el conflicto entre Protección Civil y el Gobierno Regional, se ha plantado a pecho descubierto y ha menospreciado profesionalmente a un centenar de bomberos diciendo que «trabajan un día, en turno de 24 horas, y descansan tres, lo que sumado al mes de vacaciones, supone que al final del año no superan los 100 días trabajados».
Por un momento, todos hemos querido ser bomberos. Pero luego el sentido común y unos someros conocimientos matemáticos nos han devuelto a la realidad, que no es otra que estos profesionales, aunque distribuidas de forma diferente, trabajan las horas legales que tienen que trabajar por convenio. El mismo sentido común que nos lleva a considerar que el director general ha dado muestras de una irresponsabilidad impropia de su cargo.
Y es que en las dificultades es cuando mejor se conoce la catadura moral de las personas.

jueves, 31 de mayo de 2012

MENUDO CHARCO (31 de mayo de 2012)

Diario Montañés, 31 de mayo de 2012


El deporte de la natación no tiene suerte en Cantabria. Pese a sus 1.200 deportistas federados y sus 20 clubes, no hay en nuestra región ninguna piscina pública de 50 metros preparada para la competición, algo imprescindible para formar nadadores de nivel.
Recientemente un aficionado hacía una reflexión, referida a los cántabros que participan en campeonatos de España –doce el pasado año, pese a todo–, que puede aclararle las cosas al profano: «están compitiendo todo el año en pistas de futbito, y los campeonatos de España se los ponen en un campo de fútbol», aludiendo al hecho de que desde los 15 años, las nadadoras, y desde los 17, los nadadores, no vuelven a disputar campeonatos nacionales en piscinas de 25 metros.
Viene esto a colación de las desafortunadas manifestaciones del concejal de deportes del ayuntamiento de Santander, quien, al presentar el proyecto de la pileta de 25 metros que se va a inaugurar en el Complejo Deportivo de La Albericia, declaró que «permitirá la celebración de campeonatos de España al aire libre». Sin duda se le llenó la boca de un entusiasmo ignorante, por no consultar a quienes saben del tema. Por si fuera poco el hecho de que los campeonatos de España al aire libre sólo tienen lugar en piscinas de 50 metros, se suma la exigencia, por reglamento de las federaciones española e internacional, de realizarlos en vasos cuya profundidad menor no sea inferior a 1,80 metros, y la piscina de La Albericia tendrá 1,30 metros.
Luis Morante se ha metido en un charco por falta de conocimientos, o quizá para sacar la cara por ese otro charco, inservible deportivamente hablando, que se va a construir dentro de un Complejo Deportivo con las características de una mala piscina de comunidad de vecinos, pero pagada con dinero del deporte. Y que cuenta, además, con el beneplácito y la «satisfacción» del grupo socialista. Por una vez, todos de acuerdo con la chapuza. Pobre natación cántabra.

domingo, 27 de mayo de 2012

LA MARCA VALDECILLA (27 de mayo de 2012)



Diario Montañés, 27 de mayo de 2012



Noventa y un MIR han acabado su formación en el hospital de Valdecilla y, tras seis años de carrera, tras superar una exigente prueba de entrada y tras cinco años de prácticas en los que han estado casi siempre dando la cara por sus responsables superiores, la inmensa mayoría de ellos –es el efecto nocivo de los recortes sanitarios en esta generación perdida– encaminan su futuro profesional hacia otras autonomías o hacia el paro.
En la foto de familia para la que han posado antes de la previsible diáspora, aparecen junto a sus profesores y con la responsable política de turno, quien, fiel a lo que ya es tradición, se permitió elogiar a los cesantes con un discurso impregnado de frases hechas en el que puso de manifiesto que «las dificultades excepcionales representan retos excepcionales y necesitan de seres excepcionales para afrontarlas. Y ustedes lo son». Además, todos «llevan la marca Valdecilla, capital social, económico y de prestigio que forma parte del patrimonio emocional de todos los cántabros».
‘Valdecilla despide a sus MIR’, recogía el titular de este periódico, incitando a una segunda lectura, quizá no intencionada. ‘Por tus hijos, por los míos, por todos los jóvenes de esta tierra, tenemos que crear empleo de calidad aquí, en Cantabria’, proclamaba un eslogan de la reciente campaña política. Pero mucho me temo que al paso que vamos, los ahora «despedidos», si deciden quedarse en Cantabria, acaben siendo los camareros mejor preparados para atender al personal de los cruceros, los asistentes ideales para tratar las lipotimias en los funiculares y los caddies más cultos que jamás hayan portado unos palos de golf.
Eso sí, luciendo con orgullo el marchamo de Valdecilla. Al menos mientras sea posible, que con las noticias nada halagüeñas que hemos recibido del gobierno central existe el peligro de que, más pronto que tarde, el prestigio del hospital acabe diluyéndose con la rapidez de un azucarillo en un vaso de agua.

jueves, 24 de mayo de 2012

TRASPLANTADOS A DESTIEMPO (16 de mayo de 2012)


Diario Montañés, 16 de mayo de 2012


El ejecutivo regional ha decidido cerrar la residencia de mayores de La Pereda, aduciendo diversos problemas, y con una rapidez inusitada ha comenzado los desalojos. Fueron los técnicos, tras revisar el estado de las instalaciones, quienes aconsejaron tal decisión.
A uno, desde su ingenuidad, le gustaría saber quiénes son esos técnicos y, sobre todo, quién les paga para hacer unos informes tan alarmantes como secretos. Porque, según parece, no es que hubiera riesgo inminente de desprendimiento de techos, o que las goteras inundaran el interior, o que los ventanales estuviesen en ruina: sencillamente, las obras de adaptación que necesitaba el edificio no podían asumirse por las arcas regionales, vacías para todo cuanto huela a mantener la gestión de lo público.
Cuesta comprender que un gobierno que tiene previsto instalar teleféricos en Cabárceno y en Castro Valnera, aunque sea con la colaboración de capital privado, se arrugue ahora por lo que pueda suponer la obra de unos simples ascensores adaptados para transportar camillas –que en estas cuestiones de echar cables ya tienen la experiencia de algún concierto con la enseñanza privada–, ni que sea una tarea insalvable cambiar las bañeras por pies de ducha, ni que la prestación del servicio no estuviera, como dicen, garantizada. Más bien parece que olvidan la caridad cristiana al traspasar los umbrales de esa iglesia que tanto frecuentan –de ahí su interés posterior en fomentar el paso por la Puerta del Perdón–, y pueden decidir sin remordimientos el cierre de La Pereda y del comedor social de Santoña, o la privatización del Centro de día de Castro Urdiales.
Si fueran sensibles, nuestros gobernantes no ignorarían que la vejez se sustenta en los bastones de la rutina y de la certidumbre, y que las personas mayores y los árboles viejos sufren mucho si se trasplantan. Lo que no ignoran, aunque lo parezca, es que con decisiones de este tipo están causando graves daños personales. Éstos sí, irreparables.