martes, 27 de diciembre de 2022

INOCENTADAS (28 de diciembre de 2022)

 

El Diario Montañés, 28 de diciembre de 2022

Parece complicado hacer inocentadas en estos tiempos tan avanzados, mas, al contrario, esos mismos avances nos llenan de ‘fakes’ (falsedades) que son tan perfectas por las nuevas tecnologías que, como la noche confundía a Dinio, nos confunden. Lejos quedaron las bromas sencillas de los muñecos de papel para colgar en la espalda, los petardos para cigarrillos, los anillos que lanzaban agua, las bombas fétidas que explotábamos mirando para otro sitio, las moscas de pega, los levanta platos, los almohadones tira pedos… o, en cuanto a los periódicos antiguos, las fotografías trucadas ingenuamente que anunciaban catástrofes inverosímiles.

Ahora todo es más complejo, como si los inocentes se celebrasen a diario en las redes, con falsedades que ocasionalmente son burlonas (Kolo Muani marcándole el gol que le paró ‘Dibu’ Martínez), pero que casi siempre suelen ser malintencionadas, de fondo político. Por eso resulta saludable separar el grano de la paja.

Paja entendí que era la noticia que denunciaba que la vicepresidencia de Castilla y León gastaba en personal 1,2 millones de euros para gestionar los 112.000 que le corresponden a su área de responsabilidad; pero desafortunadamente resultó verdadera (además, el partido protagonista es proclive a denunciar la «nefasta gestión económica» de los demás). Otra noticia que parece de paja, la del CIS de Tezanos augurando el tercer puesto del PRC en las próximas elecciones autonómicas, ha puesto de uñas a los regionalistas porque piensan que es una broma con intención. Al tiempo.

Yo prefiero las inocentadas tradicionales. Por eso he enviado a un amigo al Parque Tecnológico y Científico para entregar un paquete. Allá se las apañe para entrar, aparcar y salir de un entramado de calles –puente a ninguna parte, incluido– tan primario que parece trazado por el humorista de los muñecos de papel. De esa broma, no sé si volverá.

martes, 20 de diciembre de 2022

CUESTIÓN DE LUCES (21 de diciembre de 2022)

 

El Diario Montañés, 21 de diciembre de 2022

Las luces navideñas y los belenes nos cautivan. Ciudades como Santander o Torrelavega exhiben sus mejores alumbrados, aunque lo de brillar por estas fechas también es propio de los pueblos. En Santillana del Mar se han volcado para ganar el concurso de Ferrero Rocher –qué gran campaña de márquetin la de los chocolateros italianos–, que al final se llevó Mojácar, aunque no se puede decir que la villa medieval se quedara a dos velas, porque el alumbrado de sus calles resulta espectacular. Igualmente hay alumbrado digno de ver en algunos domicilios particulares. En Parbayón, el aluvión de visitas a la vivienda de Francisco Cano, la casa de las luces, era tal que ha obligado a restringir el tráfico para evitar males mayores, porque el espectáculo de la iluminación había producido más de un golpe entre los coches que se arremolinaban para contemplarlo. Lo que demuestra que la luz es espectáculo, y no solo cebo para que consumamos, como maliciosamente presuponen algunos.

Con los belenes sucede algo similar. Abundan en ciudades, en pueblos y en domicilios. Piedad y Manolo, sin ir más lejos, han preparado este año uno de casi seiscientas piezas, en el que han invertido mes y medio de trabajo a una media de seis horas diarias, una obra casi heroica para su edad, 77 y 80 años, respectivamente.

En Navidad existen otras tradiciones más raras, como la de Jesús, el de Novales, que ha ido a Madrid con una semana de antelación para poder entrar el primero al salón del sorteo de la lotería: el espíritu de ese sorteo, aburrido para la mayoría, lo tiene prendado. Otra costumbre inconcebible consiste en regalar libros, aunque algunos, en estos tiempos de epifanía –y quizás por tener pocas luces– todavía la seguimos manteniendo.

Se comprueba que hay gente «pa tó».

lunes, 12 de diciembre de 2022

MAYORES... PARA ALGUNAS COSAS (14 de diciembre de 2022)

 

El Diario Montañés, 14 de diciembre de 2022

Está comprobado que hay propuestas que tienen bastantes contrasentidos. En los últimos tiempos se están generando inseguridades con respecto al futuro de los conductores mayores de 65 años. Que si sus niveles de atención y sus reflejos ya no son los mismos, que tendrán que superar pruebas psicofísicas más exigentes, que la renovación de sus carnés de conducir deberá tener una validez menor en el tiempo y no superar los dos años… Todo ello es indiscutible, porque los reflejos y otras capacidades se van perdiendo con la edad (quien la alcanzó, lo sabe). El contrasentido viene cuando al mismo tiempo el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE), a través del profesor Javier Díaz-Giménez, anuncia a los cuatro vientos que es necesario retrasar la edad de jubilación hasta los 74 años para preservar las pensiones. El supuesto, un auténtico despropósito, lo es todavía más cuando se comparan ambas medidas. Se me podrá decir que un conductor sin los reflejos suficientes es un peligro para él y para los demás. Y desde luego que puede serlo. Pero no me imagino, poniendo un ejemplo burdo, en las manos añosas de un cardiólogo o de cualquier otro profesional médico. Pero como nos solemos mover en la incoherencia, el mismo profesor economista manifestaba en 2018 que «jubilarse a los 70 años es inconsistente ya que cuando tienes 50 y te vas al paro, es muy difícil conseguir un empleo». Negaba entonces lo que afirma ahora, algo propio del pensamiento pendular.

Hay soluciones que parecen muy sencillas, pero que por cuestiones económicas desconozco si se tomarán. En Cantabria, por ejemplo, se jubilarán mil médicos durante los próximos diez años. ¿Cubriremos todas las plazas o las amortizaremos pensando solamente en el pan del ahorro económico de hoy, ignorando el hambre de las pensiones de mañana?

martes, 6 de diciembre de 2022

LA COLUMNA DE MARIANO (7 de diciembre de 2022)

 

El Diario Montañés, 7 de diciembre de 2022

Ser columnista aporta notoriedad y riesgo. Si en los escritos solo se abordan temas literarios, se corre el peligro de saturar al lector, pues literatura y ‘literahartura’ se diferencian en una vocal repetida y dos consonantes añadidas. Los de opinión política no le van a la zaga: si identifican tu pensamiento, se agrada a unos, pero se incomoda a quienes tienen ideología diferente, que además suelen ser aguerridos opinantes en las redes del anonimato.

Manuel Alcántara, maestro de columnistas, decía que tras cumplir con lo que obliga la profesión del ser humano, al final de la fatiga enseñaba a andar palabras de la mano. Y esa, entiendo, es tarea principal del escritor, armonizar palabras para que se refuercen en la belleza conjunta, algo que, según diría Rajoy, «no es cosa menor. Dicho de otra manera: es cosa mayor».

Traigo a colación al expresidente porque ahora tiene una columna deportiva en ‘El Debate’, en la que escribe el día después de los partidos de la selección española de fútbol en el mundial de Qatar, y lo hace como habla, con frases ‘rajoyanas’, de las que ya permanecen para siempre circulando por las redes: «hace unos días dije que Alemania es Alemania y creo que Alemania me ha dado la razón», «hay que pensar que si el balón está en el área del otro no te van a meter un gol», «de momento estamos en octavos de final y conviene saber en dónde estamos exactamente». No resulta extraño que se esté pidiendo que esas columnas sean encuadernadas, porque «solo entonces el ser humano compensará culturalmente la destrucción de la Biblioteca de Alejandría». 

Gregorio Marañón –que era prudente– decía que para esconder sus carencias conversaba de medicina con sus amigos filósofos y de filosofía con sus colegas médicos. Mariano no tiene tal prevención.

martes, 29 de noviembre de 2022

GASTRONOMÍA Y FÚTBOL (30 de noviembre de 2022)

 

El Diario Montañés, 30 de noviembre de 2022

Circulan informaciones por internet que hacen dudar sobre su propia veracidad. Acabo de enterarme de que una cadena de supermercados comercializa un envoltorio con dos huevos hechos a la plancha, y envasados al vacío, que solo necesitan ser preparados al microondas. Una medida que han tomado con un par, como si pretendieran que figurase en la historia universal de lo absurdo, aunque a mí me ha servido para aliñar este artículo.

Luis Enrique, que confesaba recientemente que había cenado seis huevos, tres fritos y tres cocidos, habrá torcido el gesto, porque a él le gusta prepararlos al momento. Lo único que suele precocinar es el encuentro contra su próximo rival, para el que siempre pide a sus jugadores que le echen huevos y pongan toda la carne en el asador (las metáforas culinarias, mientras lo permita la obsesión por lo correcto, son características de nuestro país, donde lo mismo tomamos el cuerpo de Cristo, que huesos de santo, cabello de ángel, brazo de gitano, yemas de santa Teresa, tetas de novicia, pedos de monja, pelotas de fraile... o los autóctonos cojones del anticristo, chochitos ricos u orgasmos a la crema de orujo).

Sea como fuere, lo cierto es que, en cuanto al fútbol se refiere, nos hemos comido a Costa Rica tras meterles «siete chicharros», estuvimos en un tris de merendarnos a Alemania, y si no se nos atraganta Japón superaremos con facilidad la fase de grupos del mundial de Qatar, donde los nuestros, por cierto, no pueden catar jamón ibérico porque la importación del cerdo y sus productos, entre otras cosas más importantes, está prohibida por ley.

Lo cierto es que, si el equipo sigue manteniendo este saborcillo a octavos de final, algunos periodistas deportivos deberán comerse con patatas los prejuicios que han alimentado sobre nuestro seleccionador. Al tiempo.

martes, 22 de noviembre de 2022

JURADO POPULAR (23 de noviembre de 2022)

 

El Diario Montañés, 23 de noviembre de 2022 (fotografía © El Diario Montañés. R. Ruiz)


Ante algunos sorteos, cruzo los dedos para no resultar premiado. Fue el caso del que tuvo lugar el 28 de septiembre, cuando se eligió a setecientos candidatos cántabros para formar parte del jurado popular. El listado se publicó en el BOC del 31 de octubre, y resultó un alivio no aparecer en aquella relación.

Aunque ser mayor de 65 años –el día del sorteo estaba a punto de cumplirlos– era uno de los supuestos para negarse a participar en esa tarea, deseaba no ser elegido, porque el puesto tenía gran responsabilidad. Sin ir más lejos, los componentes del jurado popular que culpó a Mari Carmen Merino de la muerte de Jesús María Baranda –el célebre caso del cráneo de Castro Urdiales– tuvieron que estrujarse las meninges para determinar si tal suceso había sido homicidio o asesinato, porque penalmente eran diferentes, ya que el asesinato es «un homicidio más grave» que conlleva los añadidos de «alevosía, ensañamiento o precio, recompensa o promesa». Menudas caras se les quedarían a los miembros del jurado cuando escucharon tales puntualizaciones al abogado de la defensa.

Fernando Lázaro Carreter, que pulía el lenguaje con precisión de orfebre, denunció en su momento que el léxico enrevesado de ciertas leyes parecía pensado solo para juristas, por lo que pedía «caridad» para el ciudadano común. Camilo José Cela, hábil estrujador de palabras, rizó el rizo al discernir entre estar dormido o durmiendo, razonándolo porque decía que no era igual estar jodido que estar jodiendo.

Ambos autores vinieron a mi pensamiento cuando imaginé la deliberación que tendrían los ciudadanos comunes que integraban aquel jurado. Sobre ellos pesaba la responsabilidad de decidir entre dos supuestos con idéntico final –la muerte–, pero bastante distintos en cuanto al tiempo de condena.

Cuando no nos nominaron para solventar tal embrollo, fuimos verdaderamente agraciados.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

CAZURROS ANÓNIMOS (16 de noviembre de 2022)


 El Diario Montañés, 16 de noviembre de 2022

No sé qué demonios pasa en estos tiempos, pero la gente se desquicia por todo. Algunos creyeron en su momento que tras la experiencia negativa de la pandemia regresaríamos más fraternales. Qué va. La memoria humana olvida fácilmente, y parece que hemos vuelto con mayor odio. Escupimos el rencor de cada día a golpe de tuit. Hasta los mandatarios los utilizan, y tienen una multitud seguidora de sus ocurrencias (54 millones siguen los mensajes de Trump).

A mis 65 años aún no he podido descubrir que es lo que mueve a una persona, aparentemente normal, a soltar en las redes las mayores barbaridades. Trátese, pongamos por caso, de la noticia de una quema de camiones, de una huelga de médicos o de una agresión machista, siempre hay quien participa en los comentarios para escribir estupideces, aunque no vengan a cuento. Para ello conviene también despreciar a quien esté en el poder, sea del lado que sea: Revilla es el «viejo chocho charlatán», Feijoo es el pelele de Ayuso, Sánchez se ha convertido en saco de todas las hostias, Luis Enroque (sic) es el seleccionador vanidoso…

Blas de Otero pidió la paz y la palabra, aunque hay ocasiones en que las palabras, si se utilizan mal, pueden poner en peligro la paz. Usadas con respeto, aunque afiladas, no deberían convertirse en navajas.

En este rincón nunca pretendo ofender a nadie, y si critico a alguna persona lo procuro hacer con rigor, moderación, tiento y una buena dosis de vaselina para que no sienta malestar. Es un hábito que pierdo cuando se trata de estos cazurros anónimos, que lanzan sus imbecilidades escudándose en una idea errada de la libertad de expresión. Entonces, además de desquiciarme yo también, sospecho que como sociedad hemos fallado en alguna fase de la educación de esos individuos.


martes, 8 de noviembre de 2022

CATÁLOGO DE TONTOS (9 de noviembre de 2022)

 

El Diario Montañés, 9 de noviembre de 2022

El día que abordemos con rigor el tema del arte, pueden desvanecerse creadores que han logrado vivir maravillosamente del cuento de sus presuntas maravillas. Los encargados de la limpieza de los museos eliminan de vez en cuando algunas instalaciones que confunden con basura –se cuentan por decenas sus intervenciones, saneando espacios de arte que no pasaban de ser un montón de inmundicia–. Quizás siguiendo su ejemplo «instalador», un diputado, de quien nada se sabe, se dedica a introducir papel higiénico en la textura porosa de las paredes de mármol travertino de los baños del Congreso. Y esas piedras naturales, de aspecto suave y elegante, cuyas oquedades tapona el parlamentario, se convierten mediante su mano en una metáfora de otros agujeros que pretenden tapar sus señorías en la economía actual con sesudas medidas económicas. La obra resultante, que sería motivo de admiración en cualquier museo –podría titularse «Soluciones financieras desde el inodoro»–, se transforma, en los urinarios impolutos del Congreso, en un quebradero de cabeza para quienes deben limpiarlos a cada momento.

Ahora que una panda de descerebrados –dicen que forman parte de la generación más preparada de la historia– se dedica a atacar las verdaderas obras de arte con sopa, pintura o pegándose a ellas, quizá fuera provechoso encauzar sus ímpetus hacia la limpieza de las letrinas congresuales, ayudados por el ínclito, aunque todavía desconocido, creador de la papiroflexia parietal.

Unamuno, que gustaba retorcer el nombre de las cosas, llamaba cocotología al arte de crear figuras con papel. También, en un catálogo de tontos, hablaba del tonto constitucional, que aquí nos viene pintiparado, pues en su definición abarca tanto al diputado constitucional como a los activistas climáticos, porque ese tonto unamuniano lo era por constitución fisiológica, ingénita, irremediable. Un tonto ‘a nativitate’. Como los tontos de este artículo.

miércoles, 2 de noviembre de 2022

NOS HURTAN ABRAZOS (2 de noviembre de 2022)


 El Diario Montañés, 2 de noviembre de 2022. Imagen ©El Diario Montañés

Cuando supo que iba a morir, el abuelo de José Saramago se despidió de los árboles del huerto de su casa, abrazándolos uno a uno y hablando con ellos mientras lloraba. El gran escritor portugués manifestó en el discurso de recogida del premio Nobel de Literatura que ese abuelo había sido el hombre más sabio que nunca conociera, pese a que no sabía leer ni escribir.

Su gesto ha venido a mi pensamiento a raíz de la ola de incendios que ha asolado Cantabria este fin de semana, destruyendo centenares de hectáreas de bosque y matando a un número muy grande de animales. Y todo porque hay otros animales larvados que salen de su caparazón en cuanto sopla el viento sur. Son los pirómanos del odio, que arrasan con todo y convierten a nuestra región en una gigantesca pira que ellos mismos prenden cual inquisidores, porque se sienten dueños exclusivos de la flora y la fauna, y no tienen rubor alguno en llevárselas por delante, aunque sean patrimonio de todos.

Esta especie de condena a muerte de la naturaleza, ¿se deberá a venganzas solapadas?, ¿estos incendiarios tendrán alguna relación con quienes protestan porque se ha prohibido la caza del lobo? Lo desconozco, pero sospecho que detrás de tanta maldad puede esconderse alguna causa similar, porque el hombre ya no solo es un lobo para el hombre (pobres lobos, tienen que soportar el sambenito de tales comparaciones); ahora también lo es para la naturaleza

Abrazar a los árboles denota una sensibilidad exagerada –aunque ya existen corrientes de pensamiento que lo plantean como un ejercicio saludable: la arboterapia–, pero quemarlos demuestra un grado de hijoputismo propio de psicologías desequilibradas, miserables y asociales. De seres indeseables que destruyen nuestra comunión con la naturaleza y nos hurtan la posibilidad de futuros abrazos bucólicos.

jueves, 27 de octubre de 2022

ÉXODO PROFESIONAL (27 de octubre de 2022)

 

El Diario Montañés, 27 de octubre de 2022

Unos dieciocho mil médicos han marchado de España en estos diez últimos años, buscando mejores sueldos y un futuro laboral garantizado. Y lo están haciendo en un momento en que los profesionales se jubilan masivamente, porque alcanza la edad del retiro la generación que llegó a la Universidad más abierta: la llamada de los ‘baby boomers’, los nacidos entre 1957 y 1977.

Sumando los estudios de la carrera, la preparación del MIR y el desarrollo de la especialidad en los hospitales, los hemos preparado durante doce años, y ahora, como si fuesen canteranos repudiados por el club que los formó, buscan su futuro lejos de nosotros (si esto se tratase de fútbol, sospecho que se levantarían más voces). Quedaron en nada aquella lucha no lejana contra el enemigo desconocido, que se los llevaba por delante a ellos mismos, y el agradecimiento en forma de aplausos a las ocho de la tarde. Prevalece el olvido. Han vuelto las críticas y el desprecio: «¡Nunca se ponen al teléfono! ¡Te atienden como si tuvieran prisa!». Y no vemos más allá. No queremos reconocer que los pacientes son más numerosos que nunca, y ellos nunca han sido menos que ahora.

Y no pretendo decir que, como en la viña del Señor, no haya de todo en la profesión (hace un par de meses me sacaron de la antesala del quirófano porque en ese momento comprobaron que no coincidían los diagnósticos de dos afamados cardiólogos… y aquí sigo). Pero debemos cuidar mucho de lo público, algo que nos hemos dado entre todos y que los responsables políticos deberían tratar con cariño económico y perspectiva de futuro.

Si a la Sanidad y sus profesionales solo los gestionamos con criterios empresariales, seguirá esta sangría y nos irá muy mal. Algunas residencias de mayores son un claro ejemplo.

 

martes, 18 de octubre de 2022

PAGAR SIN CONSUMIR (19 de octubre de 2022)

 

El Diario Montañés, 19 de octubre de 2022

José Solana no habría podido pintar ‘La tertulia del Café de Pombo’ si otro Solana (Óscar) hubiera regentado el establecimiento. No está la situación ahora para perder el tiempo como se perdía entonces en charlas interminables, ni para permitir que decenas de personas, sin apenas efectuar consumición, rodearan las mesas para nutrirse de aquellas ideas que trataban de todo y concluían en nada. A Solana (Óscar) algunos medios informativos lo han nombrado Solano, como al viento, quizás porque con su decisión de cobrar 1,50 euros a quienes no hacen gasto pretende que corra el aire para desalojar gorrones. Con la medida quiere educar al no cliente, ese que ocupa una silla sin aportar beneficio económico, convencido de que en nuestro país se aprende a base de sanciones.

Cada cual es libre de poner las reglas en sus negocios, respetando las normas del juego. Conociéndolas, deberán ser los parroquianos quienes decidan entrar o no. En eso radica la libertad.

Doña Rosa, el antipático personaje de ‘La colmena’ que no quería perder la perspectiva, denigraba a cuantos estaban en su entorno, fuesen empleados o clientes. Tampoco algunos hosteleros deberían perderla (la perspectiva) y tendrían que denunciar a esos compañeros de profesión que denigran a sus trabajadores, como evidencian los inspectores de trabajo cuando hablan del excesivo «fraude en hostelería», donde escasean los derechos y sobran los deberes. Hay gorrones en ambos lados de la balanza.

«Salta la liebre» llamaban Mario Camus y sus compañeros adolescentes a los locales del paseo de Pereda donde dormitaban tras los cristales, al calor beatífico de los rayos de sol, el periódico sobre la panza, los señores que daban en no pensar en nada, porque donde menos se piensa… Hoy lo tendrían difícil. Y es una lástima, porque, aunque no consumieran, formaban parte de nuestro paisaje sentimental.

miércoles, 12 de octubre de 2022

OLOR A PODRIDO (12 de octubre de 2022)

 

El Diario Montañés, 12 de octubre de 2022. Fotografía ©El Diario Montañés

Cuando me enteré de que Pablo Iglesias había suspendido un examen para ser profesor de la Facultad de Periodismo de la Complutense, quedé perplejo. Y decidí investigar, porque la información generaba dudas, ya que añadía que había «quedado quinto en una terna de siete». Estos conceptos numéricos, propios de Groucho Marx, confundían bastante pues significaban tanto como decir que no había traspasado el umbral de la docencia porque la puerta estaba herméticamente abierta. Entonces descubrí la realidad: el exvicepresidente no había alcanzado la puntuación necesaria en unas evaluaciones que se aplicaban sobre un baremo que medía varios merecimientos, pero no había suspendido ningún examen.

La comunicación rápida, cuando además es interesada, puede tener estos riesgos.

No de manera rápida, pero sí constante, están apareciendo opiniones sobre el presunto daño que causó el agua en los libros de la Biblioteca de don Marcelino. Ante esa gota china, que tortura inclemente a los antiguos responsables, debo decir que estuve presente en ella dos días después del incendio del MAS, en noviembre de 2017. Y que casi un año más tarde, en agosto de 2018, fui convocado, junto con un reducido grupo de personas, para conocer la situación real de la misma y el estado de sus fondos. Visitamos pausadamente las instalaciones; recibimos detallado inventario de libros, obras de arte, mesas, estanterías, sillas y objetos personales del sabio; examinamos su despacho; vimos decenas de fotografías de los volúmenes en cada estante; comprobamos lo que atesoraba la caja fuerte... Y firmamos un documento en el que dábamos fe de la situación real de cuanto se iba a trasladar para su cuidado y restauración.

Mantengo ahora lo que certifiqué entonces: no detectamos nada de lo que se denuncia, ni por la vista ni por el olfato. Y eso que el olor a moho es inconfundible.

martes, 4 de octubre de 2022

SONRISA SIN DOBLEZ (5 de octubre de 2022)


 El Diario Montañés, 5 de octubre de 2022

Un estudio del psicólogo estadounidense Carney Landis revela que la sonrisa es un reflejo de respuesta tanto a experiencias agradables como desagradables. De las diecinueve tipologías que describió en 1924, solamente seis indicaban una manifestación positiva ante la felicidad o el placer; el resto respondía a incomodidad, vergüenza, dolor, horror o tristeza. Es decir, que la sonrisa sirve también para enmascarar sentimientos negativos. (Cabría añadir en estos tiempos otros tipos de sonrisas artificiales que, sin duda, no estaban aún presentes en el año de su estudio, pero que han adquirido importancia posterior: valgan como ejemplo la «sonrisa Berlusconi», propia de una cirugía de estiramiento, o la estremecedora risa maquillada del Joker, que tampoco conocía entonces el profesor americano, puesto que apareció dibujada por primera vez en un cómic de 1940).

Bien mostrando una sonrisa labial alta, media o baja –según la clasificación que establecen los propios psicólogos–, pululan por el entorno político campeones de la sonrisa impostada, personas que exhiben su imagen riente como si estuvieran pidiendo nuestro voto a todas horas desde un cartel publicitario. Esos individuos también suelen utilizar el escudo de la sonrisa para ocultar la rabia cuando algún adversario político les está dando varapalos dialécticos y no les queda más salida que «sostenella y no enmendalla». Entonces, una risita de circunstancias aparece en su rostro, y el observador se pregunta qué sentimiento real se esconde tras ese gesto de cinismo. Son muecas que apenas logran disfrazar el rencor y se dibujan en su cara sin la pintura del Joker pero con igual artificio.

Ante la dudosa verdad que pueden transmitir las sonrisas, si me dan a elegir –aunque en el lote figure la muy célebre de Mona Lisa– escogería una sonrisa vertical. Cuando se exhibe entreabierta, me fascina la frescura de su encanto sin doblez.

martes, 27 de septiembre de 2022

INMOVILISTA DE LIBRO (28 de septiembre de 2022)

 

El Diario Montañés, 28 de septiembre de 2022

Las personas con la suerte de cara suelen decir que si el destino los sonríe es porque estaban en el lugar adecuado en el momento oportuno, aunque a poco que escarbemos podremos descubrir que ese lugar lo habían buscado con ahínco.

Cuando los proyectos no resultan como se esperaba –o existe la posibilidad de que empeoren–, hay quien siente la necesidad de buscar nuevos espacios. Macarena Olona, desde la derecha extrema, se muestra decidida a dar «un paso al frente» si los resultados de las próximas elecciones dejan a su partido sin posibilidades de ser alternativa. Para ello pretende crear una nueva propuesta política «por el bien de los españoles» –eso de sacrificarse por los demás queda siempre muy bien en determinadas decisiones personales–. Por el otro extremo, Yolanda Díaz está poniendo en marcha ‘Sumar’, con la difícil pretensión de no restarle votos a la ideología de la izquierda. Aunque se pueda pensar que en su fuero interno ninguna de las dos pretende buscarse acomodo, los bamboleos de Toni Cantó sobrevuelan sus decisiones.

Tan inestable como el de los políticos es el territorio de los que «conviven en las exclusivas», ese lugar satinado para parejas mediáticas. Risto Mejide y Laura Escanes han puesto fin a siete años de compromiso, aunque los mensajes de cariño que intercambian llevan a preguntarse por qué se separan cuando tanto se quieren. Tamara Falcó e Íñigo Onieva han hecho lo propio, sin apenas haber comenzado la convivencia. Se han devuelto los anillos porque a él le pillaron en el lugar inadecuado, dándose un morreo con otra mujer, pronto famosa en las exclusivas rosas.

Estos divorcios divulgados en papel me desconciertan tanto como los de los políticos. Debo de ser un inmovilista de libro. Cuando algunos se replantean el futuro, yo cuestiono su coherencia.

martes, 20 de septiembre de 2022

ESTUPIDEZ PLANA (21 de septiembre de 2022)

 

El Diario Montañés, 21 de septiembre de 2022. Imagen ©El Correo

El mes de septiembre debe de tener algo especial para los terraplanistas, pues lo han aprovechado para celebrar congresos en Barcelona y Menorca. En ambas ciudades, muy turísticas y quizás también ahora con mejores precios para los alquileres, han agotado las localidades de los espacios que habían elegido para sus reuniones, aunque mantener estas creencias en pleno siglo veintiuno pueda resultarnos llamativo. (Está de sobra demostrado que hay gente «pa tó», según dicen que dijo Rafael el Gallo cuando le presentaron a José Ortega y Gasset como filósofo, porque sin duda pensaba que era mucho más natural colocar las luces en el traje para torear, que ponerlas en el caletre para alumbrar ideas).

Cuando uno navega por el mundo global de internet descubre que los creyentes en la tierra plana también pensaban navegar en un crucero para alcanzar por mar el límite final de su concepción espacial, que según ellos está por «el paralelo 60, pero nos lo ocultan». La travesía estaba prevista para el año 2020, pero desde entonces no se ha vuelto a saber más de ella. Es posible que ahora aleguen que entonces los frenaron oscuras fuerzas gubernamentales con el invento interesado de la pandemia, pues cabe decir que estos individuos de mente lisa tampoco han creído en la infección mundial, ni en las vacunas, ni en los dinosaurios, ni en la antigüedad de la tierra…

La educación, que siempre debe estar presente en nuestra actividad diaria, escolarmente comienza en septiembre, y debería centrarse, ante todo, en formar personas y prepararlas para luchar contra la ignorancia, que, según Charles Darwin, engendra más confianza que el conocimiento. Lo malo es que una inscripción que pude leer recientemente en una taza de café mantenía que «la ignorancia se puede educar, pero la estupidez dura para siempre».

No hay remedio.

martes, 13 de septiembre de 2022

CESE TEMPORAL DE CONVIVENCIA (14 de septiembre de 2022)



 

El Diario Montañés, 14 de septiembre de 2022 ©El Diario Montañés

El mes de septiembre representa el retorno a la normalidad. Aunque las romerías sigan dando sus últimos coletazos y el calor parezca decirnos que el verano continúa, es tiempo de volver a la rutina diaria.

Carlos de Inglaterra, que habrá soñado en más de una ocasión con ser rey, acaba de despertar siéndolo, precisamente en septiembre. Ha roto el hábito del ‘dolce far niente’ a una edad provecta, como si quisiera proporcionarle argumentos al ministro Escrivá, que puede sentirse tentado de ponerlo como ejemplo a la hora de recomendarnos trabajar hasta los setenta y tantos, aunque en el caso del monarca inglés su ocupación distará mucho de los trabajos físicos de verdad (de la remuneración es mejor no hablar).

Miguel Ángel Revilla –para quien todos los meses parecen septiembre porque, aunque también de edad provecta, no encuentra el descanso agosteño– ha dicho que cántabros y asturianos somos la misma tribu, pueblos gemelos, comunidades «uncidas». Se lleva de maravilla con el presidente asturiano, Adrián Barbón, con quien acostumbra a reunirse de continuo. La última vez ha tenido lugar recientemente en Los Machucos, en un acto en el que, según titular de este mismo periódico, habrían pasado «de la amistad al idilio». Intuyo que en tiempos venideros, estando ya próximas las elecciones, su pasión septembrina deberá terminar en un cese temporal de convivencia, porque es probable que Barbón reciba algún «consejo» de sus compañeros del socialismo cántabro: una cosa es la amistad incondicional y otra bien distinta la condicionada por los votos.

Seguro que su cese será de verdad temporal, no como el de Elena de Borbón y Jaime de Marichalar, quienes, ya próximos a cumplir los quince años de ruptura, no lo consideran definitivo, aunque sea crónico.

En verdad, los tiempos de la realeza son inescrutables. Lo sabe bien Carlos III.

martes, 6 de septiembre de 2022

EN EL NOMBRE DE MARIO (7 de septiembre de 2022)

 

El Diario Montañés, 7 de septiembre de 2022

Estando en cualquier terraza de un bar, comprobamos que saben ganarse la vida junto a nosotros. Buscan nuestras sobras, aunque guardan prudente distancia porque conocen el peligro que conlleva estar demasiado cerca del ser humano si se baja la guardia, no en vano hasta hace poco los cazaban con balines o trampas para comerlos (y será mejor no hurgar por si en algunos lugares continúan haciéndolo).

Viéndolos afanarse detrás de las migas que ahora tiro en la acera, recuerdo a Mario Camus, cuando cada mañana desmigaba un pedazo de pan mientras ellos revoloteaban a su alrededor. Admiraba su espíritu de supervivencia –imprescindible ante el peligro por el que están pasando– y su capacidad para discernir amigos o enemigos: esperan a los primeros con alegre inquietud alimenticia y saben huir de los segundos. Como de la señora que le recriminó en cierta ocasión porque al darles comida ensuciaba el solado de la urbanización. Pensaba que el pan era un artículo pringoso, como el chicle que sus nietos tiraban en la calle y permanecía adherido para siempre en los estratos de la historia. Pero a ellos no los reprendía. Sí a Mario, que no le hacía ningún caso, ¡menudo era!, y seguía con sus atenciones, porque los admiraba. «Qué ser tan simpático el gorrión», decía –para él todos los gorriones eran el gorrión, como para Cortázar todos los fuegos, el fuego–. Eran los mismos de siempre, los que le habían acompañado en su infancia pueblerina o en sus estancias en las grandes urbes. Invariablemente han estado ahí. Como seguro que estarán este viernes en el traslado de sus restos al Pabellón de Personas Ilustres de Santander. Ese día no llevaré flores, sino un puñado de migas que depositaré en un lugar discreto, junto a su nicho. En el nombre de Mario.

martes, 30 de agosto de 2022

¿DE QUÉ MORIMOS? (31 de agosto de 2022)

 

El Diario Montañés, 31 de agosto de 2022

Hemos conocido que en Cantabria se ha disparado la mortalidad un 23,22% en los siete primeros meses del año con respecto al mismo periodo de 2021, lo que supone 4,5 veces más que en el resto de España. El Instituto Carlos III, por una parte, y el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, por otra, conocen a la perfección cuántas personas han muerto, qué edad tenían y si eran mujeres u hombres, pero discrepan en cuanto a determinar de qué han muerto. Y eso denota cierta laxitud, porque se puede pensar que los encargados de certificar el ‘exitus letalis’ (así nombran los doctores la «salida hacia la muerte») no hayan hecho bien su trabajo, en cuanto a la determinación de las causas.

Uno de los éxitos editoriales de Alianza Editorial se produjo en 1995 con el libro ‘Cómo morimos’, del cirujano estadounidense Sherwin Bernard Nuland. En él estudiaba esa experiencia final por la que todos acabaremos pasando, y ante la que nos preparamos, en una especie de cruel adiestramiento, viendo cómo desaparecen nuestros seres queridos. El doctor americano realiza en dicha obra una descripción precisa y detallada, sin paños calientes, de cuantos procesos de degradación –clínicos, biológicos y psicológicos– se producen en el tránsito hacia el final. Minuciosamente analizados, según las siete formas habituales de morir: el cáncer, el SIDA (ahora, el COVID-19 o las infecciones en general), las enfermedades cardiacas, los accidentes cerebrovasculares, el Alzheimer, la vejez y las muertes violentas.

Un certificado médico de defunción no exige recoger tantos detalles. Tan solo que esté «firmado por un médico licenciado que acredite el día, la hora y las causas del fallecimiento». Analizarlas no debería resultar complicado, siempre, claro está, que hayan sido determinadas. Después –y eso sería lo más fácil–, habría que organizarlas para una sencilla estadística.

martes, 23 de agosto de 2022

MUSEOS COMO TERRAZAS (24 de agosto de 2022)

 


El Diario Montañés, 24 de agosto de 2022 (fotografía ©El Diario Montañés)

«En Santander, cualquier museo de nueva creación que se precie habilita una terraza en lo más alto de su estructura. Y no es porque los arquitectos sospechen que lo mejor pueda estar en las vistas panorámicas exteriores, porque desconfían de las obras futuras que se exhiban en el interior, dios me libre de tales pensamientos. Más bien se puede deber a que el cambio climático, en unos casos, o las previsibles pandemias por venir, en otros, nos obliguen a mantener una vida concentrada en el aire libre –permítaseme la contradicción–. Aunque, si bien se mira, en el Centro Botín los visitantes de las escaleras-miradores multiplican ampliamente a quienes entran a su interior para contemplar exposiciones, quizá porque, salvo en contadas excepciones, estas suelen dar la espalda al gran público. Como me temo que se la pueda dar el contenido del Archivo Lafuente, esencial para unos pocos, pero ‘difícil de ver’ para la inmensa mayoría. De ahí que los planos de esa futura Sede Asociada contemplen terrazas exteriores por doquier, que abrazan al edificio madre, a modo de faralaes, hasta hacerlo irreconocible. Nos cobran mucho por el traje nuevo del emperador, pero es probable que algún día alguien se atreva a decir que está desnudo».

Esto me lo comentaba, paseando por El Sardinero, un amigo setentón y cascarrabias, harto de arquitectos de alta costura que inventan costosísimas edificaciones. Pedimos un taxi para acercarnos hasta el centro de la ciudad. El conductor nos preguntó con una sonrisa: «¿A dónde van, caballeros?».  A mi acompañante se le pasó por la cabeza contestar, como Buzz Lightyear, «hasta el infinito y más allá», pero, más práctico, pensó en los diez euros anuales de subvención municipal y se adaptó a una distancia asumible: «A ver si hay suerte y nos alcanza para llegar hasta Correos».


martes, 16 de agosto de 2022

HIJOS DE LA MISMA ESPAÑA (17 de agosto de 2022)

 

El Diario Montañés, 17 de agosto de 2022

Cuando llegamos a la pequeña iglesia románica, se sobresaltó. Dormitaba en el banco del pórtico, sentada sobre un periódico porque, aunque la temperatura del pueblo palentino superaba los 30 grados, «la piedra está siempre fría». Se despabiló y nos miró con ojillos vivos. Vestía bata malva y calzaba zapatillas rosas. Representaba ochenta años, pero acaso tenía bastantes menos. Su vida había sido dura, como daban muestra los surcos de su frente y las manos varoniles, habituadas a trabajar firmes para sacar los mejores frutos de la reseca tierra castellana. Se dirigió al interior del templo y comenzó las explicaciones con la candidez de quien ha memorizado una retahíla: «Ese es Daniel en el foso de los leones. Reza, y la fe le protege de las fieras». Evidenciaba que la imaginería románica es el alfabeto de los menos ilustrados. Ascensión –tal era su nombre– nos habló de Santander cuando finalizó sus comentarios ingenuos sobre los capiteles historiados, porque sabía que veníamos de Cantabria. «He ido a Santander en dos ocasiones: a una boda y a una comunión. Ambas veces lloviznaba. Todo era verde. ¡Qué bendición!». Nos comentó que su vida transcurría atada al terruño, del que apenas había salido. «Ahora que puedo viajar, resulta que me mareo en coche», dijo resignada.

Por casualidad, ese mismo día cayó en mis manos una entrevista a Cayetano Martínez de Irujo. En ella decía que había tenido una infancia muy estricta «bajo la dictadura de las ‘nannys’». Más tarde había residido once años entre Holanda, Francia, Bélgica y Alemania. Y había debido hacerse una casa en África porque en Ibiza o Marbella era imposible vivir ante la constante presión de los ‘paparazzi’.

Ascensión y Cayetano, aunque a primera vista no lo parezca, son hijos de la misma España.  Una versión actualizada de ‘Los santos inocentes’.

 

martes, 9 de agosto de 2022

MEDIDAS DE AHORRO (10 de agosto de 2022)


 El Diario Montañés, 10 de agosto de 2022

Comenzamos a vivir en un ambiente preelectoral. Algunos ayuntamientos anuncian ya remodelaciones de plazas y aceras, mientras que en otros huele a podrido tanta remoción de los contratos de las basuras, algo que se debería hacer siempre y no se hace casi nunca en el caso de los contratos basura, porque haberlos, haylos. También hay políticos que comienzan a desmarcarse de los pactos que firmaron hace tres años y entonan el ‘mea culpa’ de aquella decisión primera, que en el presente consideran equivocada; por eso proclaman lo que pudo haber sido y no fue, para confusión del electorado. Son manifestaciones al viento del norte de esta tierra –¿será nuevo himno regional?– cada día menos verde debido al regreso de la pertinaz sequía, que otrora regulaban el dictador y su equipo sin permitir ninguna otra injerencia. Pero ahora es Bruselas quien impone las reglas de juego para ahorrar energía en este periodo de crisis, aunque muchos no quieran verlo y jueguen con la utilización electoral de tales medidas europeas.

No digo que no se pueda debatir sobre todo: si resulta eficiente un grado más o menos en el aire acondicionado o la calefacción, si es pertinente la apertura o cierre de puertas automáticas, si los horarios de apagar las luces son más o menos coherentes… pero es seguro que todos nos pondremos de acuerdo en que, sea como fuere, algo deberemos hacer para defendernos de lo que se nos viene encima –por supuesto que también nos pondremos de acuerdo en que lo de la corbata de Sánchez es de chiste, y muchos ha provocado–. Pero si hacemos electoralismo con estos asuntos tan graves, con los que ni siquiera somos solidarios de palabra, barrunto que no lo seremos tampoco cuando debamos pasar a las obras.

A partir de hoy podremos comprobarlo.

martes, 2 de agosto de 2022

GUSTAVO COTERA (3 de agosto de 2022)

 

El Diario Montañés, 3 de agosto de 2022 ©Roberto Ruiz (El Diario Montañés)

El periodo vacacional, que para algunos comienza ahora, es temporada idónea para la relajación. En este verano caluroso y seco, que según los científicos va a ser el más fresco de nuestras vidas, se celebran muchos festejos. Agosto es mes de romerías, de comidas campestres y charangas, de procesiones, de exaltación del folklore regional… y de otras actividades simpáticas, más cuestionables, algunas chocantes, absurdas quizá. Una de las más extravagantes es el ambiente andaluz que nos ocupa desde abril, y que en Cantabria respiramos por cualquier lugar. Ha tenido –y sigue teniendo– su máxima exaltación en la Semana Grande de Santander, con bailes de sevillanas y venta de mojitos en cada calle, poniendo una nota de color foráneo –«Sevilla tiene un color especial», cantaban ‘Los del Río’–. Otra nota pintoresca, aunque supuestamente más cercana a lo nuestro, ha sido el primer campeonato mundial de comedores de sobaos, en Ambrosero, que, para pequeño disgusto del orgullo local, ganó Anier Gonzálvez, un espigado joven madrileño. (Este concurso puede procurarles fama, tanto a él –esperemos que no de comilón– como al lugar, incluso más que la procedente de cualquier otra actividad, como demuestra el ejemplo de Teodoro García Egea y su pueblo, Cieza, donde se proclamó campeón del mundo de lanzamiento de huesos de aceituna en 2008, tras proyectar la semilla ovalada, a pleno pulmón y sin canuto de propulsión, a 16,84 m).

Siendo justo, debo añadir que también por las calles de Santander ha habido una muestra del folklore regional, con el desfile de casi trescientos participantes. Al verlos recordé a Gustavo Cotera, quien con su obra se empeñó en que nadie nos empañara las tradiciones, la pureza de los trajes regionales, la mitología y muchas de nuestras esencias. Un personaje al que debemos agradecimiento eterno.

Para sí lo quisieran otros.

 

martes, 26 de julio de 2022

ILUSTRES AÑORANTES (27 de julio de 2022)

 


El Diario Montañés, 27 de julio de 2022

En verano el tiempo parece que cunde mejor. Con los días más duraderos y la actividad reducida al mínimo, hago cosas que en cualquier otra estación ni se me pasarían por la cabeza. En concreto –debo confesarlo–, he aprovechado recientemente para ojear una revista del corazón. Fue entonces cuando constaté, con cierto desasosiego, que quienes protagonizaban sus páginas –antaño de papel couché y ahora menos brillante por la crisis– van cumpliendo años inexorablemente, y que el relevo generacional parece estancado. Quizá se deba a que los jóvenes de hoy permanecen indiferentes ante la fama de las exclusivas pagadas, pero lo cierto es que en el ejemplar que tenía entre las manos pude comprobar, apenas mirando el índice, que figuraban los de siempre: Paz Padilla, Isabel Presley, Mario Vargas Llosa, Kiko Matamoros, Isabel Pantoja, Ortega Cano, Raquel Mosquera… Todos superaban la cincuentena. Algunos mostraban en la playa sus cuerpos de piel de naranja y curvas maduras, pese a los presumibles arreglos con Photoshop; otros, en las fiestas sociales, no podían ocultar la vejez de las manos y las rodillas, arrugadas y flácidas, aunque lucían en la cara y el cuello la presumible tersura artificial del botox.

Por esas fantasías de la mente, que en ocasiones te hace ver relaciones absurdas donde en realidad no las hay, vinieron a mi cabeza ciertos articulistas que siguen ocupando su espacio en la prensa para hablar de la existencia de Dios –al que hemos olvidado en esta época descreída–, de la maldad del diablo –que sienten la tentación de identificar con el presidente–, de la añoranza de un tiempo anterior –no democrático, pero muy satisfactorio–… Y concluí que acaso también ellos pertenecen a una sociedad marchitada.

Fue cuando la voz de mi conciencia me advirtió con reproche: «Y tú, ¿te libras?».


martes, 19 de julio de 2022

INCENDIARIOS (20 de julio de 2022)

 

El Diario Montañés, 20 de julio de 2022

El país arde por un cambio climático que no quiso ver Rajoy en su día, cuando incluso involucró a su primo en un asunto que según él no debía convertirse «en el problema mundial». Transcurría 2007, y desde entonces todo ha ido a peor hasta convertirse en un problema mundial de primer grado. Pero, aunque del título de este artículo pudiera desprenderse lo contrario, no voy a referirme a los que queman el monte en estas semanas de calor insoportable, asesinos del medio ambiente y verdugos de nuestro futuro. En realidad, pretendo traer a colación a otros incendiarios –llamémoslos así– que han resurgido con fuerza, armados con gasolina extrema. ¿Pues no escribió en este diario –en nombre de la libertad y sin andarse por las ramas– un opinante como el que esto firma, que los votantes de Podemos abandonaron al partido y «se fueron con la coleta del fundador», justamente unas líneas antes de afear la conducta de Joan Baldoví por llamarle «chaval» al rey? ¿Y no afirmó otro que la ley de Memoria Democrática «nunca borrará cuarenta años de nuestras vidas, en los que una España empobrecida, rural y casi analfabeta, llegó a ser una potencia industrial», porque fuimos afortunados «y aquí no gobernaron los comunistas?».

Coger el rábano por las hojas es costumbre nacional, aunque sepamos que lo sustancial está en la raíz. Y lo sustancial es que el cambio climático ya ha llegado, que Podemos, antes de la intervención de Villarejo y de algunos ‘periodistas’ interesados, obtuvo el 20,68% de los votos, y que la Ley de Memoria Democrática tiene cosas buenas, como por ejemplo buscar a las 114.000 personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura, algo para lo que el negacionista Rajoy presumió de haber empleado «cero euros».

Dicho sea todo sin rencor incendiario.

 

martes, 12 de julio de 2022

SANTANDER EN VERANO (13 de julio de 2022)

 

El Diario Montañés, 13 de julio de 2022

Pasear por el Pereda –el Muelle según los clásicos– siempre tiene su aquel, pero en verano es un lujo. Las colas en las heladerías para comprar esos helados que sirven con medida generosa (desmedida) para que se escurran por las manos y haya que devorarlos, más que paladearlos, en posturas inverosímiles de lejano acercamiento; la música en la abarrotada Feria del Libro, atardeciendo en la plaza Porticada, con el aire internacional que aporta la lengua inglesa (todo se canta en inglés porque la lengua de Boris Johnson –dejémonos de llamarle de Shakespeare– viste mucho (sea en una gala de las letras castellanas, en el nombramiento de personajes del año o en una verbena de vecindario), aunque pocos la entiendan; las obras del futuro museo del Banco Santander –parece que siempre han estado ahí, en el paisaje, como muestra esperanzada de una milla cultural que tarda demasiado tiempo en concretarse–; el cartel de «visite nuestras exposiciones del interior» que cuelga en las escaleras del Centro Botín (que también es museo), al frente, en los jardines, para que la gente se anime y no tome solo como mirador el edificio enmallado; el menú del día que sirven camareros amables –en su mayoría hispanos o de países del este–, que preguntan con sonrisa amable que «qué quieren tomar los chicos», «el marqués», o, como me dijeron recientemente, «el caballerísimo», un grado en el tratamiento que me trajo del subconsciente lo del general ampliado.

Alejados del centro (de la ciudad) estuvieron en la UIMP cuatro expresidentes del gobierno (¿expresidentísimos?), Felipe González, Aznar, Zapatero y Rajoy, para recoger la medalla de la institución por los méritos de su «entrega» y «apuesta por el futuro de España».

El futuro de su tiempo, ya pasado en el presente. A su modo, figuras del museo democrático.

martes, 5 de julio de 2022

MENÚ BARATO (6 de julio de 2022)

 

El Diario Montañés. 6 de julio de 2022

Dicen las encuestas que el 30% de los españoles no se irán de vacaciones porque la carestía de la vida ha puesto su futuro cuesta arriba. Además, la operación salida está amenazada por la circulación de miles de coches que se van a echar a las carreteras sin revisar convenientemente, con el peligro que eso supone para la seguridad («se calcula que unos 112.500 vehículos se quedarán tirados en el inicio de esta operación, y dos millones y medio a lo largo del verano»). Las cifras asustan. Esconden una realidad demasiado dura que demuestra que vivimos bajo mínimos, en un país donde el 27,8% de la población está en riesgo de pobreza o exclusión social.

Aquí, en Cantabria, los hosteleros se frotan las manos porque la ocupación prevista para el mes de julio es del 90%, aunque a la hora de comer se haya dado un paso de la carta al menú. Menos es nada. Que es lo mismo que piensan los libreros y editores cántabros, que están viendo cómo la Feria del Libro de Santander (tiene nombre de mujer, «Felisa», y triunfa en cuanto a organización y asistencia de público) les supone un respiro económico para fortalecer este mundillo cultural que se resiste a morir y se recupera con cada uno de estos eventos, cual ave fénix. Vivir resistiendo.

Decía García Lorca que el hombre no solo vive de pan, sino también de libros. «Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro». Lo mismo le pedimos los profesionales del papel a los lectores, porque un buen libro «pone las escaleras para subir a la cumbre del espíritu y del corazón». Y sacia el apetito de luz cultural a un precio similar al de un menú.

 

martes, 28 de junio de 2022

DE BIEN NACIDOS... (29 de junio de 2022)

 

El Diario Montañés, 29 de junio de 2022

«Ten cuidado, que tiene la pluma muy ácida», le comentó un consejero a Revilla al verle hablando conmigo. Se refería a mis artículos de los miércoles en este rincón. Y sí, la verdad, en el balance global predominan los escritos críticos, aunque procurando no descalificar a nadie en la censura.

Recuerdo que dimití como presidente del Gremio de Editores de Cantabria en mayo de 2020, cuando las ayudas a la edición se recortaron el 50% con respecto a las del año anterior, pese a que días antes me habían asegurado su mantenimiento. Entonces las editoriales cántabras emitimos un comunicado de protesta en el que pedíamos que se respetaran unos puntos que, al margen de la cantidad económica, facilitaran al menos nuestra tarea en el futuro. Al año siguiente –se podrá discutir si aquella era la cantidad idónea– se recuperó la cifra inicial.

Y ahora viene la parte más positiva: desde entonces todo ha ido mejorando, porque, dejando a un lado el desconocimiento que tenemos de quiénes integran el jurado que valora los proyectos (dicen que es normal, porque nadie quiere que se sepa su identidad), los pagos se han ido produciendo de manera más ágil, hasta llegar a este año, que se han adelantado de tal forma que por vez primera tenemos el dinero, incluso, antes de editar los libros. Como de bien nacidos es ser agradecidos, le comuniqué a Gema Agudo, en nombre de los editores, nuestra gratitud. Y ella, que es ecuánime, me dijo que las cosas funcionan no solo cuando los responsables políticos las llevan adelante, sino cuando los funcionarios las ejecutan. Y en Acción Cultural tiene la suerte de contar con una persona que dirige a un equipo que, aunque mermado en número, trabaja sin desmayo. Se llama Rosa, una flor idónea para nuestro jardín cultural.

martes, 21 de junio de 2022

ELOGIO DE LAS MANOS (22 de junio de 2022)

 

El Diario Montañés, 22 de junio de 2022

Dice la ciencia que la mano es el punto de encuentro entre la mente y el mundo real. Y añade que gran parte de nuestra inteligencia se ha desarrollado a medida que adquiríamos habilidades manuales. Es indudable que hay múltiples utilizaciones de las manos, que todas nos han enriquecido –sobre todo las nobles–, pero una de ellas, la masturbación –que no es sino ofrecerles a las ensoñaciones sexuales una respuesta corporal–, ha resultado denostada siempre por la religión y lo es ahora por una mujer con nombre de virgen, Macarena Olona, que no gusta utilizar la mano izquierda. La señora en cuestión ha puesto el grito en el cielo por la supuesta enseñanza de la masturbación en la escuela pública, algo que no resultó cierto, pero que nos ha hecho hablar del tema durante días, en estos tiempos políticos en que actuamos a remolque de expresiones que, aun no siendo auténticas, se convierten en ‘trending topic’ y desvían nuestra atención de los temas verdaderamente importantes.

Yo tengo para mí que cuando uno se amanceba en solitario con su propia mano no le hace daño a nadie, si acaso se arriesga a caer en el peligro que trae consigo la demasía, pues con ella «lo bueno se hace malo, / la píldora veneno / y vicio la caricia…». Pero, en todo caso, tal vicio sería menor, y no traumático si la información llegase, seria y rigurosa, desde la escuela y no desde otros ámbitos, ni desde la sordidez de las páginas porno que, según dicen, ya invaden las aulas y afectan a la conducta de los alumnos en Secundaria.

Hoy, precisamente, me encomiendo a la pericia de unas manos hábiles para que le pongan freno al ritmo interior de mi corazón, que tiende a encabritarse con estos pensamientos olónicos.