miércoles, 25 de septiembre de 2019

POR LA GRACIA DE DIOS (25 de septiembre de 2019)


El Diario Montañés, 25 de septiembre de 2019

Las redes sociales mandan en el juego político. Poco se habla de los programas (lejos queda el «programa, programa, programa» de Anguita). Ahora se hace una política de felicidad aparente, de sonrisas ante la cámara en cualquier situación, lo mismo en una verbena que en una manifestación contra la violencia de género. Todo se ha mezclado sin distingo y la vida semeja una romería perpetua entre amigos. Interesa más lo que simulamos hacer que lo que hacemos. A ello nos está llevando este modelo social del imperio de las apariencias, sin apenas conciencia crítica. Mejor que masticar un texto escrito es recibir la información en pastillas con pocos caracteres y en papilla de imágenes. Así somos y así nos va.
Digo esto con una edad desde la que analizo las cosas apartado del caos circulatorio, en el borde del camino, con la perspectiva crítica de la distancia. Admito, cómo no, que el relevo generacional es necesario, pero desconfío de esta nueva generación de políticos, a veces tan apuestos como irresponsables. Y tan iguales en físico y sustancia, que Casado ha tenido que dejar crecer su barba para que los votantes de más edad no lo confundan con Rivera. Todos ellos son expertos en utilizar Facebook, Instagram o Twitter –los altavoces de las ocurrencias fáciles–, aunque de vez en cuando se les vuelvan en contra.
Cuando De la Serna se hizo cargo del ministerio de Fomento, Pedro Casares manifestó que el alcalde había utilizado Santander «para sus intereses personales, profesionales o políticos» y que «la ciudad era una plataforma para medrar en su carrera». Ahora que Luis Clemente –veterano socialista elegido en las primarias de su partido, pero sin la imagen de juventud que tanto vende– se aparta de la lista al Congreso por «motivos personales», Casares ha aceptado ocupar su lugar sin dudarlo. A diferencia de De la Serna, él deja el Ayuntamiento haciendo un ejercicio de responsabilidad y obedeciendo el mandato de Pablo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi partido en la capital del Reino.
Una decisión personal muy democrática… por la gracia de Dios.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

POLACIONES EN EL MAPA (18 de septiembre de 2019)


El Diario Montañés, 18 de septiembre de 2019

Hay manifestaciones del arte popular que se aproximan a los apuntes carpetovetónicos de Camilo José Cela, ejercicios literarios que el escritor definía como agridulces bosquejos entre caricatura y aguafuerte. Mucho de caricatura, aunque no pretendida, tiene el monumento a Revilla en Polaciones, un bajorrelieve que se puede vincular con el estilo naïf de algunos tallistas románicos, en los que se debe apreciar la ingenuidad antes que la pericia.
Nuestro presidente, querido por algunos por su espontaneidad natural y detestado por otros por esa misma razón, cuando tiene una cámara delante –que es algo así como ofrecerle caramelos a un niño– se transforma en su propio personaje y acostumbra a decir en voz alta, sin censura, todo lo que piensa. Ahí radica, en parte, la clave de su éxito mediático. Hace unos días, situado ante su representación en piedra, habló del escaso parecido que mantenía la figura con el modelo, e incidió en detalles poco afortunados de su elaboración, como el cuello, el pelo, los ojos o las orejas. Lo decía con su habitual desparpajo, en un tono distendido, sospecho que de broma, sin intención de dañar la imagen del artesano ni mucho menos la de la artesanía popular. Pero el artífice se sintió dolido, acaso con razón. «Es una pena que se me esté juzgando solo por este trabajo y no por el resto de mi obra», dijo en un escrito que publicó en las redes sociales y se extendió como la pólvora (en el fondo admitía que ese no era su mejor trabajo). La frase se convirtió en un reto: había que conocer las demás creaciones de Vicente Diestro, que tal es el nombre del tallista. Su perfil profesional de Facebook recibió miles de visitas. Es lo que tiene Revilla, que promociona las cosas aunque no hable bien de ellas.
No creo equivocarme si auguro una foto de ambos protagonistas ante el monumento para deshacer el entuerto. Ni que el lugar se convierta en epicentro de ‘selfies’ de los turistas. Así como el ‘Ecce Homo’ colocó a Borja en el mapa, esta escultura puede hacer lo propio con Polaciones.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

CON MAL CAFÉ (11 de septiembre de 2019)


El Diario Montañés, 11 de septiembre de 2019

La escena transcurre en un restaurante santanderino: «¿Tomaremos algo de postre, chicos?», pregunta el camarero, mientras retira el último plato de la cena. «Si usted quiere, tómelo por su cuenta; nosotros vamos a pasar directamente al café». «No, si yo lo decía por ustedes». «¡Acabáramos! Está usted empleando el plural inclusivo, como solía utilizar el plural de modestia Miguel Indurain». Desconcertado, el joven toma nota de la demanda cafeteril y se retira sin saber quién era el tal Indurain –la fama es fugaz– y mucho menos qué significa eso de plural inclusivo y plural de modestia. Qué gente tan rara la de la mesa cuatro, estará diciéndose.
Es amable el camarero; tiene sonrisa franca. Utiliza, sin saberlo, el mismo plural inclusivo que esos médicos que, cuando te ven entrar en la consulta, con una edad madura, se dirigen a ti casi a voces, «¿Qué tal? ¿Cómo nos encontramos?». Pero él, al menos, no nos habla como si fuésemos abuelos sordos y nos aplica el tratamiento de «chicos», algo que está comenzando a ser habitual en algunos comercios para mostrar cercanía hacia el cliente. No levanta la voz. Por eso resulta inimaginable que pueda salir a la calle, como hizo el otro día un colega suyo, a mentar de mala manera a la madre del presidente en funciones. En el fondo, todo es una cuestión de educación y de principios. Y este camarero parece educado.
Para preparar a la ciudadanía ha comenzado un nuevo curso escolar. Asistiremos a la retahíla de lo caros que son los libros y todo el material, y comenzaremos con el trasiego de las actividades extraescolares, porque se trata de que a nuestros hijos no les falte de nada y reciban la mejor educación para poder triunfar en la vida. Pero, como padres, no deberíamos olvidar nunca que, ante la duda, es preferible desconocer qué es un plural de inclusión o cualquier otra zarandaja cultural, antes que no saber comportarse cívicamente. Y eso es algo que se aprende en casa, se refuerza en la escuela y se debe practicar siempre. Así no nos tendrá que regañar Revilla.

jueves, 5 de septiembre de 2019

DUDOSA EXCELENCIA (4 de septiembre de 2019)


El Diario Montañés, 4 de septiembre de 2019

Vivimos épocas de escasas certezas. Quizá la única sea la afirmación descorazonadora de que «todos tenemos un precio», como cantaba Víctor Manuel en 1974, y que «todo se compra, se vende». Si no, que alguien me explique por qué la empresa farmacéutica que ha llenado de vello a unos cuantos niños –la hipertricosis como efecto secundario visible, que quizás tenga otros más perniciosos a la larga– atesora en sus vitrinas el ‘Premio Andalucía Excelente’ en control de calidad, y el galardón I+D+i en los premios nacionales de El Suplemento 2019. Un probable cambalache pecuniario –«¡qué falta de respeto, qué atropello a la razón!»–, porque, según parece, el error se produjo por un fallo en el etiquetado, que es el eslabón más sencillo de toda la cadena en una compañía con tantos méritos.
Precisamente desde el lunes, en un encuentro que tiene lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de título ‘El momento de la reindustrialización digital’, unos cuantos especialistas están abordando cuestiones que afectan al positivo efecto de «la inversión en I+D+i, la movilidad sostenible, la inteligencia artificial o las nuevas oportunidades de negocio que ofrece la conectividad 5G». Un curso, sin duda, justo, necesario y conveniente, sobre todo si el desarrollo de sus ideas se pone luego en manos de personal cualificado, pues, de entrada, como muchos trabajadores de las empresas interesadas, algunos de los participantes de más alto nivel –Pedro Sánchez y tres ministras– permanecen en sus cargos de forma eventual, en funciones. Y, aunque cuando estudiábamos Pedagogía el profesor Alcoba nos transmitía que la teoría era el capitán y la práctica los marineros, es preferible que los marineros sean profesionales y no de remplazo.
Por cierto, si Pedro Sánchez ha venido a este seminario como presidente en funciones, no se entiende que no haya avisado con antelación a Miguel Ángel Revilla, que es el presidente ‘de facto’ de todos los cántabros. A lo mejor es que ha llegado en funciones de candidato y pretende apoyar solo a sus correligionarios en las probables elecciones. A saber, que lo de la I+D+i de los partidos tiene su intríngulis.