miércoles, 29 de enero de 2020

NI AGUA (29 de enero de 2020)


Diario Montañés, 29 de enero de 2020

Dice Revilla que nuestro turismo necesita cuatro meses de verano porque, pese a los esfuerzos que se están haciendo, es demasiado estacional. FITUR ha sido un año más el escaparate verde de nuestra tierruca, cuyo stand presidía en esta ocasión un Ojáncano. No se sabe con certeza si fue ese gigantón mitológico el que amedrentó a Pedro Sánchez impidiéndole acercase por la exposición de Cantabria, aunque algunos sospechan que más bien pudo ser el «no» del PRC a su investidura. Mal augurio, anuncio de tiempos que pueden complicarse si se decide a gobernar desde el rencor. Me consta que los socialistas cántabros intentaron obtener a toda costa una foto del presidente dentro del pabellón regional, pero debieron conformarse con otra casi robada mientras paseaba por el pasillo de la feria. Va a ser que ahora que Teruel existe hasta en los telediarios, Cantabria se ha nublado ante los ojos de Sánchez. Esperemos que sea una ceguera pasajera y que no tenga repercusiones futuras en asuntos importantes; sin ir más lejos, en el del trasvase de agua desde el pantano del Ebro utilizando la autopista que pretendía vertebrar nuestra región, y que, años después de estar concluida, sigue en espera de los permisos oportunos y con la oposición frontal de Aragón, con Teruel incluido. Si no funciona este verano, entonces sí se resentiría nuestro turismo de temporada por los cortes de agua.
Por cierto, uno de los eslóganes que nunca falta en FITUR, gobierne quien gobierne, es el de «Cantabria Infinita», creación de Javier López Marcano, lema que ha sobrevivido hasta en los tiempos del PP. Nació con buen pie, porque condensa en dos palabras la rica variedad de nuestra región.
También el exconsejero ha sobrevivido al calvario de la lentitud de la justicia, y ahora, libre de toda culpa, pide volver a la primera línea política, porque dice que «es una cuestión de honor» y que se lo deben. López Marcano no es rencoroso, pero confiesa que no olvida. Es de los que sostienen que al enemigo, ni agua. Aunque, en su caso, con tal aforismo no peligre el abastecimiento.

miércoles, 22 de enero de 2020

NIHIL OBSTAT (22 de enero de 2020)

El Diario Montañés, 22 de enero de 2020

Llámese al pan, pan, al vino, vino, y al pin parental educativo, censura previa, propia de retrógrados. Cuarenta años de democracia no han logrado que algunos olviden los otros cuarenta en los que los suyos vivieron mejor porque mantenían a los demás bajo el yugo negro del lápiz rojo. ‘Nihil obstat’, escribían en los libros las autoridades eclesiásticas y los censores tras haber expurgado cuanto juzgaban peligroso. Igual hacían con las películas, alterando doblajes o dando tijeretazos, porque los pastores, ya se sabe, consideran que sus rebaños de bestias deben ser guiados con mano dura e ideas puras, que, curiosamente, son siempre sus propias ideas.
Ese concepto de rebaño familiar quiere llevar Vox al plano educativo, disfrazado por expresiones que, tras su aparente rigor e inocencia, esconden un peligro evidente que ataca la libertad y en el fondo pretenden privatizar los contenidos, primero, y la educación, después. «A mis hijos no les adoctrinen en ideología de género contra mi propia voluntad y valores morales, ni tampoco les impartan una educación afectivo sexual contraria a mis convicciones», dicen estos antivacunas de la cultura, que estiman que la educación es peligrosa cuando no sigue sus premisas ideológicas de flores a María, miércoles de ceniza, imperio hacia Dios y rezos en familia, porque la familia que reza unida permanece unida. Son conscientes de que se empieza con lo de la igualdad de géneros y luego se termina asegurando que las arqueas de Asgard, ese misterioso organismo que han logrado cultivar en laboratorio los científicos japoneses Hiroyuki Imachi y Masaru Nobu tras sacarlo de los fondos marinos, «pueden explicar el origen de todas las formas de vida complejas de la Tierra, incluidos los humanos». ¡Faltaría más!
Cuando estudiaba Magisterio, una frase de Kahlil Gibran enseñoreaba nuestra filosofía: «Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas de la Vida. Vienen a través de vosotros, pero no son vosotros […] Podéis anhelar ser como ellos, pero no tratéis de hacerlos como sois vosotros, porque la vida no da marcha atrás ni se detiene en el ayer». 
Aunque algunos así lo pretendan.

miércoles, 15 de enero de 2020

LA VOLUNTAD DE LAS URNAS (15 de enero de 2020)



El Diario Montañés, 15 de enero de 2020

Revilla, descendiente de Corocota y de Pelayo, el de Cosgaya, ha salido a defender la España constitucional que a su parecer hacía peligrar el pacto suscrito con los catalanes. Aunque ha explicado el «no» de su partido a la investidura de Sánchez de manera convincente, algunos votantes progresistas del PRC no lo han entendido. Podía haber votado «sí», dicen, y luego darle un no rotundo a cuantas iniciativas hiciesen peligrar el orden constitucional. Pero ha preferido poner el parche antes de que saliera la herida, diciendo eso de que Cantabria prefiere honra sin trenes, a trenes sin honra.
Zuloaga aprovechó entonces para lanzar un órdago. Quien lleva su partido con mano de hierro pensó que esa misma mano podía poner al presidente contra las cuerdas, pero midió mal el riesgo. Ochenta y tantos de los suyos se echaron a temblar por si la decisión del jefe los dejaba a la intemperie, y ahora tendrá que aceptar la capitulación con mano de seda y escuchar la reprimenda de Revilla, que se siente con la autoridad moral que da la edad para recriminarle su falta de visión política. Una edad que, según el líder socialista –paradojas de la vida–, era el principal problema que el partido del presidente debía resolver.  
Por el bien de todos, el gobierno regional debe seguir adelante, aunque sea con recelos, buscar la sintonía con el gobierno nacional y remar juntos. No cabe otra. Ya vendrán las zancadillas desde fuera, promovidas a nivel nacional por Vox, que quiere sacar a las calles las broncas del Parlamento y prepara fines de semana llenos de banderas cara al sol.
Esos fines de semana prefiero quedarme en casa leyendo, o sin hacer nada, o, a lo sumo, como Blas de Otero, admirando una pierna de mujer –la izquierda a ser posible–. Para quienes consideran que no hay mayor pecado que no seguir al abanderado, creo que en este caso en el pecado está la virtud. Porque esa bandera, que es de todos, como mejor se defiende es respetando los pactos que han salido de la voluntad de las urnas.

jueves, 9 de enero de 2020

HEREDAR EL ERROR (8 de enero de 2020)


El Diario Montañés, 8 de enero de 2020

Estamos viviendo momentos de agresividad política. Parece que todo ha valido en las sesiones de investidura del Congreso de los Diputados, donde se ha insultado más que se ha debatido. Las ocurrencias pendencieras se reflejaron luego en los tuits, el medio que con menos palabras más ofende. La de ahora es política de gestos obscenos, de gentes sin preparación intelectual que hablan y no paran de la unidad de España, pero dejan de lado los intereses de los ciudadanos, a quienes la patria que más importa es la del trabajo de cada día, que en ocasiones no saben dónde encontrar. Pero hoy nadie quiere tener votantes críticos; prefieren ‘hooligans’ de pensamiento hueco que comenten y aplaudan sus gracias –charanga y pandereta– en las discusiones de las tabernas.
El tren de la democracia llevaba buena marcha, pero le están poniendo obstáculos en las vías. Para colmo, la Iglesia también se revuelve y le echa más leña al fuego sin importarle que descarrile. El arzobispo de Valencia, pastor de unos pocos, que no de todos, acaba de pedirle a los ciudadanos que recen de rodillas por esta España que, según él, pasa por un periodo de «grave emergencia» con el gobierno anunciado de «socialistas y socialcomunistas». Monseñor Cañizares, ya se sabe, continúa anclado en el pensamiento preconciliar.
Y, miren por donde, hablando de trenes me ha llegado desde los entresijos de la memoria un hecho que ocurrió en 1979. En las elecciones locales el PRC había pactado con PSOE, PCE y PTE-ORT que el alcalde de Santander fuera el socialista Jesús Cabezón. En un movimiento de última hora varió su postura y se perdió aquella vía que ilusionaba a muchos. Hormaechea fue proclamado alcalde de la ciudad y siguió tan vivo, políticamente hablando, que años más tarde, siendo ya presidente de Cantabria, se permitió «comprar» a un diputado regionalista. El partido tardó mucho tiempo en superar aquel error.
Si con el último cambio inesperado del voto el PRC pierde de nuevo el tren de los electores, el error, por un tema de edad, quizás no lo pague Revilla. Lo heredarán sus sucesores.

jueves, 2 de enero de 2020

FUTURO INCIERTO (2 de enero de 2019)


El Diario Montañés, 2 de enero de 2019

Doce campanadas como doce espadas despidieron 2019 en los hogares de los trabajadores cántabros amenazados por los ERTE. Las luces de las calles no pudieron borrar la tristeza de sus rostros. Esta vez no era una uva la que dificultaba el brindis, sino el futuro incierto de sus empresas, ligado a su futuro. Los caminos de la economía tienen trampas que entierran proyectos, balances que quiebran ilusiones.
Parte fundamental de la industria cántabra depende del sector automovilístico, que este año ha caído en un bache profundo y está dando palos de ciego porque no se atreve a apostar por las energías alternativas sin antes deshacerse del stock de vehículos que siguen utilizando las tradicionales, y los compradores no saben a qué atenerse (conviene analizar también el poder de los Países Árabes para salvaguardar sus intereses y frenar el desarrollo de tecnologías que sustituyan a las que se basan en el uso del petróleo). En el caso particular de Ferroatlántica es el coste de la energía eléctrica convencional lo que mantiene pendiente de un hilo la suerte de cientos de personas. Parte de la crisis, pues, proviene de la necesidad de implantar nuevas energías, una solución de futuro que amenaza el presente porque nadie ha visto llegar el problema con tiempo suficiente de reacción.
También son tristes las campanadas en las residencias de ancianos. Allí suenan anticipadas porque sus huéspedes no resisten despiertos hasta las doce. Tampoco les importa mucho saludar al año nuevo en tiempo y forma: la mayoría no conciben otro futuro que el del día siguiente. Me comentaba mi amigo Guillermo Lanseros un contraste que existe en alguna de esas residencias, donde el derroche de las luces navideñas que adornan sus fachadas no se corresponde con la cantidad y la calidad de los menús, que pocas veces se ajustan a las limitaciones y a las necesidades particulares de cada anciano. Prevalece, caiga quien caiga, cerrar el año con balance positivo. Igual que en la industria.
Como veis, las luces navideñas no han conseguido hacerme olvidar la sombría realidad. Pese a todo, os deseo de corazón un luminoso «veinteveinte».