martes, 19 de abril de 2016

ENTRE AMIGOS (19 de abril de 2016)


El Diario Montañés, 20 de abril de 2016

He tenido un fin de semana pleno de amistad. El plan consistía en visitar Santillana del Mar y, sobre todo, en convivir. Y en hablar mucho, por aquello de que hablando se quiere la gente. El cielo estuvo plomizo, lloviendo las más veces para disgusto de Revilla que mantiene una desigual batalla contra los gigantes de la meteorología. A nosotros, los amigos 
–cinco parejas con fidelidad de más de dos décadas–, no nos molestaba la lluvia, porque Santillana está muy bella con las calles humedecidas y con los goteriales repicando en los adoquines. Tampoco parecía molestarles a Javier Rodríguez y a Sane, que el sábado estaban en la plaza de la villa levantando acta fotográfica de cuantos paseábamos por ella.
Esa noche, ya en el hotel, los amigos hablamos de muchos temas. De Altamira, de la cueva, de la réplica, de la película. Y del doctor Piñal, cuya sustanciosa entrevista ocupaba una página de este periódico. Y, aunque veteranos –peritos en desaires de la vida–, no entendíamos que el filme lo hubiera dirigido un inglés retirado, habiendo dos jubilados de lujo en Cantabria –Camus y Gutiérrez Aragón– que llevan la región en sus retinas y la cueva en sus almas niñas. Tampoco nos explicábamos la marcha de Cantabria del doctor Piñal, todo un referente mundial en cirugía de la mano, por el desprecio de algunos de los nuestros.
El domingo visitamos Cartes y sus casas nobiliarias, que abrazan el antiguo camino real protegidas por los torreones desmochados. En una de ellas tiene un museo de trajes típicos de nuestra región María Jesús Pérez. Su marido nos los contó uno por uno. Cuando llegó a la estantería de las amas de cría no pudimos dejar de pensar en que lo mejor de Cantabria, ya desde tiempos antiguos, suele ser, cuando no despreciado, aprovechado por otros.
A la salida del pueblo entramos en un bar. De fondo cantaba Ana Belén una melodía en la que reconocí aquello de «a veces madre, siempre madrastra». Como nuestra querida Cantabria.

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