martes, 10 de abril de 2018

DISCREPANCIAS Y COINCIDENCIAS (11 de abril de 2018)


El Diario Montañés, 11 de abril de 2018

Semana de discrepancias políticas en lo económico. Según el PP, la esplendidez de los presupuestos nacionales para con nuestra región ha sido tal que los cántabros hemos tenido un subidón de bilirrubina de tan contentos, algo médicamente explicable porque las borracheras, en este caso de millones, pueden afectar al funcionamiento del hígado y con ello al aumento de esa sustancia. Sin embargo, el gobierno regional y algunos partidos de la oposición han visto la botella medio vacía, con escasa cantidad siquiera para achisparse. Y tienen la convicción de que su bilirrubina no se alterará, porque lo del gobierno central ha sido un brindis al sol.
Es habitual que a la hora de analizar los datos económicos no nos pongamos de acuerdo. No obstante, el consejero de industria acaba de apostar por la creación de un tercer carril en la autovía de Bilbao –algo en lo que coincide con el proyecto de ley de Presupuestos Generales– y por una conexión por tren que nos permita llegar a la capital vecina en 35 minutos, porque es ahí, en el Este, donde se está cociendo el bacalao y es importante llegar antes de que se enfríe el pil-pil. Una coincidencia puntual. Algo es algo.
Quienes coinciden plenamente en que las cuentas municipales no están nada claras son los partidos de la oposición en el ayuntamiento de Cayón. Comentándolo, me recordaba un amigo de la infancia lo que aprendimos en la escuela siendo niños, referido a que nombres y apellidos no tienen por qué identificarse con la calidad de las personas que los portan. Hay Calvos, decían los libros, con poblados cabellos, y Cabellos con la testa calva; rubios de apellido Moreno, y morenos de apellido Rubio. La lista continuaba con más ejemplos jocosos. Mi amigo mantenía que en el caso del ayuntamiento cayonés el nombre le venía pintiparado al alcalde –Gastón–, pues coincidía con el talante derrochador que le atribuyen. Tuve que aclararle que esa palabra no está recogida en el diccionario de la Real Academia. Pero la cosa tiene su gracia, me replicó. Discrepé, aunque en el fondo coincidía con su apreciación.

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