miércoles, 18 de marzo de 2020

QUEDÉMONOS EN CASA (18 de marzo de 2020)


El Diario Montañés, 18 de marzo de 2020

Es tiempo de reposo forzado. De mirar a nuestro interior, desconocido para muchos. Embebidos en el día a día, descuidábamos nuestros asuntos. La rutina nos marcaba la agenda cotidiana. Éramos como niños. O como viejos. Gobernados por la reiteración de horarios: de casa al trabajo, del trabajo a casa. Un día tras otro. Y, de repente, todo se va al traste por un veneno microscópico, que tal es el significado de la palabra ‘virus’.
«Ahora, bruscamente, la nave se ha detenido. Esa corriente en la que estábamos embarcados ha ido a desembocar en un remanso y ya no fluye. Era un torrente desbocado, constante, alegre durante gran parte del recorrido. Los proyectos, las ambiciones, la vanidad… eran los motores que propiciaban una buena travesía. Uno marchaba en volandas hacia no se sabe qué ambición o qué destino. Puede ser que aún estemos a tiempo de enterarnos». La frase es de Mario Camus. Confirma que la buena literatura puede traducir casi todo. Pertenece al prólogo de ‘Apuntes del natural’. Mario se refiere a su vida, al parón que le supuso dejar de hacer cine tras el rodaje de ‘El prado de las estrellas’. Pero ese torrente que se detiene, súbito, y nos enfrenta a un remanso no pretendido, es una metáfora que le viene bien a este tiempo de letargo obligado, que debería convertirse en un periodo de recogimiento respetado por todos. Porque esos héroes de la Sanidad, a los que aplaudimos cada tarde, están exponiendo sus vidas para salvar las nuestras, aun sin los medios necesarios. Sin siquiera mascarillas. Ídolos hoy, porque luchan en primera línea, pero desatendidos hasta ayer. Hagámoslo por ellos. Por todos. Quedémonos en casa.
De esta saldremos reforzados. Pero debemos saber hacia «qué ambición o qué destino» encaminarnos. Mientras tanto, entremos sin temor en nosotros mismos.

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