miércoles, 5 de enero de 2022

AÑO NUEVO CON FUEGO (5 de enero de 2022)

 

El Diario Montañés, 5 de enero de 2022

Nos mostrábamos satisfechos. Los cántabros habíamos superado el fin de año con ligeras incidencias: algunos locales abiertos ilegalmente, en los que bebían alcohol y tomaban droga unos cuantos menores; restos de los botellones, abandonados en bolsas para desesperación de los barrenderos; descerebrados sin luces que grababan sus escaladas por los árboles luminosos metálicos, que tanto han proliferado por las plazas de la ciudad al calor de la moda publicitaria; golpes y magulladuras por peleas y agresiones en las urgencias hospitalarias… Todo ello poca cosa, si lo comparábamos con lo que sucedió en Barcelona, donde, pese a la prohibición de celebrar fiestas ilegales, los agentes de la policía local encontraron en una vivienda «entre 50 y 70 personas, sin contar con otras que había en un piso de arriba “practicando sexo”». Este vago margen numérico que refiere la autoridad es comprensible, puesto que contabilizar cuerpos en posiciones tan promiscuas, como las que supuestamente tendrían los presuntos implicados, puede resultar embarazoso; eso por no hablar de lo comprometido de cada situación particular, generalmente compuesta por varios individuos enlazados. Ni siquiera bastaría con que los agentes advirtieran con firmeza –en castellano o catalán, que sobre eso nada ha trascendido– que fueran deshaciendo rápidamente los combinados carnales y poniéndose contra la pared, porque los partícipes no iban a entenderlo: «todos eran americanos, con prostitutas», que querían dar la bienvenida al 2022 practicando coyundas múltiples, cíclicas y, si el cuerpo aguantaba, recurrentes.

Y cuando casi éramos felices con nuestros nimios sucesos, hete aquí que han aparecido –también múltiples, cíclicos y recurrentes– los pirómanos que sufrimos en Cantabria. Su fogosidad es bien distinta. Va unida siempre al viento sur y al fuego con que destruyen flora y fauna. Son terroristas, tan tercos como cobardes… Ellos también han querido saludar el año jodiendo. Pero jodiéndonos a todos.

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