martes, 23 de agosto de 2022

MUSEOS COMO TERRAZAS (24 de agosto de 2022)

 


El Diario Montañés, 24 de agosto de 2022 (fotografía ©El Diario Montañés)

«En Santander, cualquier museo de nueva creación que se precie habilita una terraza en lo más alto de su estructura. Y no es porque los arquitectos sospechen que lo mejor pueda estar en las vistas panorámicas exteriores, porque desconfían de las obras futuras que se exhiban en el interior, dios me libre de tales pensamientos. Más bien se puede deber a que el cambio climático, en unos casos, o las previsibles pandemias por venir, en otros, nos obliguen a mantener una vida concentrada en el aire libre –permítaseme la contradicción–. Aunque, si bien se mira, en el Centro Botín los visitantes de las escaleras-miradores multiplican ampliamente a quienes entran a su interior para contemplar exposiciones, quizá porque, salvo en contadas excepciones, estas suelen dar la espalda al gran público. Como me temo que se la pueda dar el contenido del Archivo Lafuente, esencial para unos pocos, pero ‘difícil de ver’ para la inmensa mayoría. De ahí que los planos de esa futura Sede Asociada contemplen terrazas exteriores por doquier, que abrazan al edificio madre, a modo de faralaes, hasta hacerlo irreconocible. Nos cobran mucho por el traje nuevo del emperador, pero es probable que algún día alguien se atreva a decir que está desnudo».

Esto me lo comentaba, paseando por El Sardinero, un amigo setentón y cascarrabias, harto de arquitectos de alta costura que inventan costosísimas edificaciones. Pedimos un taxi para acercarnos hasta el centro de la ciudad. El conductor nos preguntó con una sonrisa: «¿A dónde van, caballeros?».  A mi acompañante se le pasó por la cabeza contestar, como Buzz Lightyear, «hasta el infinito y más allá», pero, más práctico, pensó en los diez euros anuales de subvención municipal y se adaptó a una distancia asumible: «A ver si hay suerte y nos alcanza para llegar hasta Correos».


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