lunes, 13 de julio de 2020

ALGUNOS JÓVENES IRRESPONSABLES (15 de julio de 2020)



El Diario Montañés, 15 de julio de 2020

Aprendí mucho durante mi larga amistad con Benito Madariaga, pero la diferencia de edad, veintiséis años, hizo que algunas enseñanzas prendieran en mí tiempo después. Recuerdo una frase que solía repetirme: «Aún no tienes edad suficiente, pero a partir de los cincuenta tendrás conciencia de la muerte. A mí me ha pasado. Cuando los cumplí, comencé a pensar en ella. Siempre ha estado ahí, pero ahora es algo que me preocupa». Tenía razón. Como concepto, la muerte nos acompaña desde que comenzamos a tener conciencia, pero llega un momento en que notamos su presencia hasta en los gestos más cotidianos. (¿Por qué si no nuestra obsesión por mirar las esquelas?).

Los jóvenes –algunos– son distintos. Ante el coronavirus, por ejemplo, no entienden nuestras precauciones con las mascarillas, ni con las distancias. No sienten el peligro. Mucho menos, la muerte. Conciben ese punto final como algo inevitable, pero remoto. Todavía no les toca. No es su tiempo. Prefieren los grupos, el bullicio, las discusiones. En ocasiones, incluso, las peleas etílicas. Es su particular manera de mostrar una falsa fortaleza. Las multas, si llegan, las pagan sus padres. Ellos, no.

«La vida es así –dice mi mujer–. Mira cómo son los animales jóvenes. Juguetones; casi se podría decir que ‘insensatos’. Los perros no temen las tormentas hasta la edad madura. Antes, permanecen ajenos al peligro». «Quizá sí –contesto–, pero sus padres siguen teniendo un ‘comportamiento animal’ a la hora de imponer la autoridad. Lo has comprobado: en ocasiones un ladrido a tiempo o un suave mordisco hacen que los más pequeños sigan guardando el respeto y agachen las orejas». «De acuerdo –me contesta–, pero procedimientos así no están bien vistos hoy día».

Puede ser –me digo– pero, por perder algunos comportamientos animales, corremos el riesgo de actuar como bestias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario