martes, 16 de mayo de 2023

PALABRAS RARAS (17 de mayo de 2023)

 

El Diario Montañés, 17 de mayo de 2023

El desván de las promesas incumplidas, repleto habitualmente, puede reventar estos días colmado por las ofertas que se amontonan en su entrada. La esperanza humana necesita nutrirse de futuro, aunque sea incierto, y cada cuatro años no falta quien nos lo ofrezca sin mesura. A esas personas de verbo fácil y hablar desenvuelto se les conoce con un nombre de poco uso, ‘facundos’, que para muchos solo tendrá el significado de una marca de pipas, aunque los más ilustrados conocen su proveniencia de ‘facundia’.

Mientras nos hablan y prometen, la mayoría escuchamos sus discursos cómodamente asentados sobre nuestros ‘tafanarios’, sustantivo que no le anda a la zaga en cuanto a rareza, pues así se denominan las nalgas o el trasero, sobre todo si son generosos en carnosidad. Según parece, la palabra era de uso común en la Salamanca del siglo XVI, cuando los estudiantes menos pudientes, ‘los capigorrones’, predecesores de los actuales tunos, calentaban con su culo –perdón, con su tafanario– el asiento de los más pudientes. Al llegar estos a sus sitios, los capigorrones tenían que colocarse en el fondo de las aulas, donde más frío hacía, aunque para combatirlo les dieron el ‘derecho al pataleo’, que no era sino golpear con los pies en el suelo para entrar en calor.

Y, miren por dónde, los días que nos vienen pueden poner de actualidad estos términos ya remotos, pues de la facundia de los candidatos dependerá en gran parte que algunos sigan en sus sillas o se vean obligados a moverse de ellas. De ser así, nada debería pasar, si acaso que los tafanarios de los recién llegados encuentren los asientos fríos. Si los ocupantes demostraran ser unos tunos, y nos hubieran embobado con sus promesas como a gaznápiros, hasta las nuevas votaciones nos quedaría el derecho al pataleo.

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