El Diario Montañés, 21 de agosto de 2013
Aprovechando
la festividad de Nuestra Señora de Valvanuz y la presencia del presidente en la
romería, un grupo de personas le ha regalado una capa amarilla, «atributo de
nobleza en época medieval», por su lucha contra los agujeros del fraking. Una
de las portavoces del colectivo llegó a decirle emocionada: «Eres nuestro
superhéroe». Pero Diego, modesto, matizó que él no era «de ésos» y, aunque
aceptó el regalo, añadió que podía hacer lo que hace «sin necesidad de capa».
Pero
el adalid del antifraking quizá tenga que echar mano de la prenda, más pronto
que tarde, para intentar tapar los agujeros que se han abierto en cascada
después de que anunciara en el Día de Cantabria que la región había «pasado ya
lo peor». Desde entonces los titulares de prensa parecen haberse conjurado
contra él: El número de trabajadores dados de alta en la Seguridad Social en el
sector turístico bajó en Cantabria un 0,7% en julio, frente a un aumento
nacional; las ventas de la industria regional han sufrido la mayor caída de
España; las altas de autónomos tienen hasta julio el menor aumento del país;
Cantabria será una de las regiones con mayor recesión en 2013; la construcción
de nuevas viviendas alcanzó mínimos históricos; el consumo en los hogares
cántabros descendió un 3% durante el primer semestre; el sueldo medio de los
cántabros es el cuarto más bajo de España; Sniace plantea el despido de toda la
plantilla; Golden Line traslada a Valladolid los 150 puestos de trabajo de
Torrelavega... Demasiados huecos para el aguaplás del superhéroe. Acaso por
eso, como el asunto va de agujeros, ha optado por proyectar un campo de golf de
primer nivel con dieciocho hoyos. Lástima que De la Serna, además de atribuirse
la idea original, haya asegurado que su proyecto es más competitivo.
Nunca
lo confesará –los superhéroes son así–, pero Diego, ante el cúmulo de
adversidades, ha debido de pensar aquello de «Tú también, Bruto, hijo mío».
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