martes, 31 de marzo de 2015

ALTURA DE MIRAS (1 de abril de 2015)


El Diario Montañés, 1 de abril de 2015

Estamos los cántabros con el cuello dolorido de tanto mirar hacia arriba para ver si de una vez por todas escampa. Tenemos puestas nuestras esperanzas en que esta Semana Santa nos traiga por fin el buen tiempo, y el turismo convierta la pasión en gozo, ahora que ya la piel nos verdeaba y «le nacían algas de azafrán a la ropa mojada». Han llorado mucho los cielos de Cantabria. El pasado invierno ha sido el más lluvioso desde que hay registros estadísticos, y la primavera comenzó de manera similar. Por eso seguimos mirando a lo alto con la ilusión de atisbar un rayo de sol que nos traiga, sino el amor, la luz que tanto añoramos. Porque sin luz, lo advierten los psiquiatras, tenemos mayor tendencia a la depresión.
El gobierno regional, acaso para velar por nuestra salud porque no nos quiere con contracturas en el cuello, había trazado una especie de red preventiva de teleféricos. Desde ellos íbamos a poder relajarnos cambiando de postura y mirando de arriba hacia abajo, que es como miran los gigantes y los fuertes de espíritu. Pero las circunstancias, unas veces en forma de corporaciones intransigentes y otras de empresas sin crédito suficiente para obtener crédito bancario, le han dejado a dos velas en el peor momento preelectoral. Tendremos que contentarnos con seguir viendo nuestra región desde abajo, por más que sospechemos que es bellísima cuando se mira desde arriba.
También desde abajo, doblando el cuello hacia el techo donde plasmaron un cielo de carne los pintores de Altamira, verán su obra semanalmente cinco privilegiados que luego nos dirán –peritos ellos– que la réplica no le llega a la suela del zapato al original, por más que, como previenen algunos científicos, éste pueda disolverse algún día como lágrimas en la lluvia, por «la presencia humana y la iluminación consiguiente».
Ese día quedaremos definitivamente cabizbajos por no haber tenido altura de miras. Y no será el día menos pensado, sino el que se piense más.

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