miércoles, 26 de abril de 2017

DUEÑO DE LAS LLAVES (26 de abril de 2017)


El Diario Montañés, 26 de abril de 2017

Domingo 23 de abril. Día del libro, día del inicio del año jubilar, día del Madrid-Barça. Elecciones en Francia. Por la feria del libro de Santander pasan los autores para encontrarse con sus lectores, presentes o futuros, haciendo un ejercicio de fe en la lectura. En tierras lebaniegas se abre la Puerta del Perdón. Al anochecer, por los bares de la capital los forofos difunden el rumor de que Dios ha jugado vestido de blaugrana. La actualidad –nunca a partes iguales– mezcla cultura, fe y fútbol.
En Liébana, el presidente regional ha querido convertirse en un pequeño San Pedro, y aunque desea que por la Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio pasen durante este año jubilar un millón de peregrinos –fieles o no, santos y pecadores–, no quiere que el perdón tenga barra libre. Según él, hay demasiados corruptos que no merecen obtenerlo. Por experiencia ya debería saber que el perdón divino está poco considerado, mucho menos que el indulto humano, como bien conoce el nuevo jefe de policía de Cantabria, condenado por torturas en 1994, pero absuelto por la entonces todopoderosa mano de José María Aznar, a quien Dios guarde muy lejos.
De todos modos, también Revilla debería tener mucho cuidado en ese puesto de portero divino del bien y del mal (el único portero en el que creo es en Iribar, que paraba como los ángeles) con los nombramientos que están haciendo desde su gobierno. A más de uno lo tendrían que haber dejado a las puertas, a tenor de lo que estamos viendo con las recientes dimisiones que están enturbiando las aguas de la política regional. Sabemos por experiencia biológica que en las aguas estancadas quienes mejor se desenvuelven son los cangrejos americanos, invasivos y dañinos, aunque luego se diga –pobres batracios– que «algunos me salieron rana».
Revilla, si no de las del perdón, es dueño de las llaves de su gobierno, y debería estar muy bien informado para que no le suceda con los suyos lo mismo que a Esperanza Aguirre, tan ajena a todo, tan engañada, tan inocente…

1 comentario:

  1. Yo creo que tampoco se entera mucho de lo que hacen sus adláteres.

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