miércoles, 16 de enero de 2019

¿QUÉ PENSARÁ TORRALBO? (16 de enero de 2019)

El Diario Montañés, 16 de enero de 2019 (viñeta de Gustavo García)

Hace siete años comencé a transmitir mis incertidumbres desde este rincón, y tengo la sensación de que durante ese tiempo en algunas cuestiones apenas hemos avanzado. Inicié la colaboración en ‘El Diario Montañés’ con un artículo que manifestaba mis dudas con respecto a los proyectos que se anunciaban entonces, en 2012: una milla cultural y remodelaciones y nuevos usos previstos para los edificios de Correos, del Banco de España o del Museo de Bellas Artes. Y en ello seguimos. La vida en nuestra región es como una esperanza que se alarga en el tiempo sin llegar a consumarse. La fe mueve montañas, pero la nuestra, después de tantas promesas incumplidas, se tambalea porque sólo cuando se acercan las elecciones vemos cómo las obras remueven algunos palmos de tierra.
Ahora, con las votaciones a la vuelta de la esquina, empiezan a llovernos las ofertas: la cubrición de la Plaza Porticada –«Nos quitarán hasta el placer de sentir la lluvia, guarecidos en los soportales», me dice un amigo–, el concurso de ideas para el edificio del MUPAC, las inversiones en el tren de alta velocidad, el eterno conflicto de Valdecilla… Todos ellos son temas importantes que nos atrapan en un bucle sin salida cierta, porque los presupuestos generales, que sí han salido, lo han hecho reducidos en lo que respecta a Cantabria. Ahí tiene Beitia una buena oportunidad para foguearse y denunciar la falta de compromiso del PSOE con nuestra región y, ya de rebote, atacar a Revilla por tener a ese partido de socio en el gobierno. Pero, tras lo visto la semana pasada, puede ser peor el remedio que la enfermedad, y me parece a mí que la buena de Ruth no va a decir nada que no tenga escrito en unas cuartillas. Y eso, la verdad, no quedaría bien; aunque tampoco quedaría bien el silencio.
Bajo la tutela de Ramón Torralbo, Beitia alcanzó todos los objetivos deportivos y se labró una trayectoria inigualable, que ahora, en lo político, se está resintiendo. ¿Qué pensará el maestro del salto al vacío que ha dado su discípula? Daría cualquier cosa por saberlo.

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