El Diario Montañés, 24 de enero de 2019 (dibujo de Ansola © DM)
Animado
por los últimos acontecimientos, he compuesto este artículo a la manera
futbolística. Desde ese prisma, el panorama político-deportivo de Cantabria sería,
más o menos, éste:
Beitia,
que no se había ganado la titularidad por méritos propios en el equipo del PP, acaba
de retirarse del campo vencida por la presión. Los directivos madrileños pensaban
que los fichajes mediáticos movían pasiones, pero, ante la tozuda realidad, han
tenido que echar mano de Buruaga, a quien habían relegado al banquillo con
malas maneras. Pablo Zuloaga mantiene doble ficha en el PSOE –actúa
indistintamente como secretario general del partido o delegado del gobierno, según
las circunstancias lo demanden–. Ahora le ha pedido a Revilla que se dedique a
gobernar a tiempo completo, no a perderlo en bolos televisivos. Se ve que ya le
discute la titularidad presidencial.
También
ha habido movimientos significativos y algunos fichajes sorprendentes en el
mercado de invierno. Juan Ramón Carrancio creó un conjunto nuevo la temporada
pasada –Ola Cantabria– porque en el suyo no jugaba cómodo, y Carlos Bedia, «el
alférez trueno», se acaba de incorporar a las filas de Vox besando el escudo y explicando
que volvía a su casa de siempre, pues después de treinta y cinco años había llegado
a la conclusión de que en el PP no le daban juego por el extremo derecho. Félix
Álvarez teme por su puesto porque Ciudadanos ha fichado a Joaquín Solanas, un «exterior»
que se mueve muy bien, se adapta a todas las circunstancias y, asociado al
«interior» José López, puede dar mucho juego desde la derecha. Podemos
Cantabria ha sido disuelto por su junta directiva, pero sus componentes, pese a
la mala imagen que ofrecen por la banda izquierda, no renuncian a seguir en el
campo de juego.
El
PRC es el único equipo con la alineación titular definida. Pero si gana la liga
de mayo deberá pensar con urgencia en un «plan renove» para sustituir al
capitán, porque ya tiene muchos partidos sobre sus espaldas y las lesiones pueden
comenzar a pasarle factura.
El
panorama es apasionante. Hagan sus apuestas, señores.
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