El Diario Montañés, 7 de agosto de 2019
Después
de tanto pensarlo, es posible que el año menos pensado se consumen todas las
propuestas culturales capitalinas y nuestra Atenas del Norte se convierta en
eje de la sabiduría y epicentro del turismo ilustrado internacional. Pero como
ese día aún no ha llegado, Ángel Cuevas, presidente de la Asociación de
Hostelería, advierte que, para lo que ofrecemos ahora, ya hay suficientes
alojamientos turísticos y no es conveniente crear más. «Es una actividad privada
en la que no podemos intervenir ni incentivar», ha dicho la directora general
de Turismo, Eva Bartolomé, aunque todos los profesionales coinciden en que lo
interesante sería que Santander, en particular, y Cantabria, en general, ofreciesen
actividades para atraer a los visitantes todo el año.
Esto
de la oferta y la demanda tiene muchas caras. Ante la demanda de ganaderos y
cazadores, el gobierno regional sí ha intervenido poniéndole ‘numerus clausus’
al lobo, y oferta la caza de treinta y cuatro ejemplares, el 20% de los que
pululan por nuestros bosques. Para ello ha decretado un año de matanza, porque al
parecer no hay monte para tanto cánido –«cupo de extracción», concretan; no se
atreven a llamarle al pan, pan, y al vino, vino–. No sabemos si lo habrá también
para los osos, que aumentan su población con un crecimiento del 8% anual en la
Cordillera Cantábrica, y deberán echar sus barbas a remojar cuando vean las de
los lobos pelar.
En
cualquier caso, esto de la caza también atrae al turismo. Es casi una actividad
para todos los públicos, pues nuestro Parlamento Regional aprobó en 2006 la Ley
de Caza de Cantabria, que dice en el artículo 3 de su Título Primero, que «podrán
realizar la acción de cazar las personas mayores de catorce años que estén en
posesión de la licencia de armas y cumplan los demás requisitos establecidos…».
Catorce años contempla la ley. No es ninguna broma. Ahí sí me atrevería a
pedir, si no ‘numerus clausus’ –no soy tan ingenuo–, que la concesión de
permisos fuese a edades más avanzadas.
Por
responsabilidad, el gobierno también debería intervenir en esa ley.
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