miércoles, 26 de febrero de 2020

¿PIN GUBERNAMENTAL? (26 de febrero de 2020)

El Diario Montañés, 26 de febrero de 2020

Los docentes cántabros están preocupados porque han recibido hace quince días una comunicación que los ha puesto en alerta. Se trata de un documento que envía la directora general de innovación educativa en el que pide información precisa de cuantas actividades extraescolares o impartidas por personas ajenas al personal docente se ofrecen o se van a ofrecer en los centros de enseñanza. «Es como un pin gubernamental», me comenta Chema, un profesor veterano de Lengua y Literatura que se teme lo peor: «Tenemos que dar informes sobre qué autor viene a estar con los chicos, qué libro se va a comentar, quién es el editor, cuál la editorial… A simple vista parece como si no confiaran en nuestro criterio o como si regresara la censura». En la conversación sobrevuela la sospecha de que la medida puede ser una consecuencia directa del pin parental de Vox. ¿Quiere imponer la dirección general de innovación educativa una especie de censura previa? ¿O tan solo pretende tener conocimiento de cuantas actividades «innovadoras» se realizan en los centros para estar informados si hay alguna reclamación de los padres? De momento, por reciente, todavía no se sabe qué uso harán del documento, pero la sombra de la duda es alargada.
Las huellas de los dinosaurios que han permanecido grabadas en las rocas durante miles de años reciben el nombre de icnitas. Acaso algunos pensamientos retrógrados que, a fuerza de repetirlos, comienzan marcar la agenda política en nuestro país, sean icnitas ideológicas que vienen de tiempos que ya creíamos superados. De ser así, el regreso al Pleistoceno educativo sería una realidad: análisis previo para evitar contenidos peligrosos, ciclos de lecturas ejemplares y cine patriótico. Santiago, y cierra España.
La directora general de innovación educativa nos debe una explicación. Como generadora del invento, ella tiene la última palabra.

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