El Diario Montañés, 9 de agosto de 2023
Sería
injusto culpar a los casi 78.000 jóvenes españoles que acudieron a Lisboa, a la
Jornada Mundial de la Juventud de la Iglesia Católica, por la actitud
incontrolada de unos pocos que cantaron el ‘Cara al sol’. O por el hecho de que
un grupo coreara el pareado «que te vote Txapote» (como en nuestro país tenemos
verdadera devoción por la poesía, ya se han inventado otro, «que te vote el del
bote», en alusión al narco amigo del contrario).
Es
posible que quienes escuchaban a nuestros adolescentes, desconocedores del
idioma, creyeran que ambas letrillas eran alabanzas religiosas, del tipo
«Juntos como hermanos», «Alabaré, alabaré» u «Oh happy day». Pensarían en eso, sin
duda, porque los monitores no intervinieron, quizás por considerar que aquello
era una simple diversión, como había anticipado Demetrio Fernández, el obispo
de Córdoba, cuando dijo que los jóvenes «se lo iban a pasar bien sin necesidad
de porros ni preservativos ni alcohol».
Deseo
que estos incidentes no oculten el hecho prodigioso de que Jimena, una joven
española de dieciséis años, «casi ciega y que ahora ve», haya recuperado en
Fátima la visión tras rezar una novena a la Virgen de las Nieves y luego comulgar.
Una noticia pintiparada para la sección ‘Si buscas milagros, mira’ de la
revista ‘El Santo’, de los capuchinos de Santander.
El
cardenal Juan José Omella ha rebajado los ánimos en ambas situaciones: «Que te
vote Txapote no es el sentir de la Iglesia española», ha manifestado. Y en
cuanto a lo de la niña «no le daría ni más elocuencia ni menos elocuencia, es
un dato bonito. Los médicos tendrán que decir el resto». Pero, por si los
milagros existen, recomienda rezar para que se nos conceda la lluvia, tan necesaria.
Aunque, por lo visto, Dios debe andar en sus asuntos.
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