miércoles, 25 de junio de 2025

OBISPOS Y ELECCIONES (25 de junio de 2025)

 

El Diario Montañés, 25 de junio de 2025

Los tiempos han cambiado una barbaridad, y a su rebufo los de la Iglesia. Hay centenares de templos que han instalado cepillos digitales para recaudar los donativos (limosnas), que se pueden realizar en efectivo, con tarjeta o Bizum (desconozco si con límites operativos, porque la institución es perita en bulas). De esa forma no existe ningún riesgo de hurtos indeseados.

Hace unos años solo nos hablaban de la X para que la marcásemos en su casilla al hacer la declaración de la renta. Ahora algunos de sus miembros más destacados utilizan X como red social (antiguo Twitter) para comunicarse con su rebaño y compartir con él la información necesaria. Es la versión moderna de una Iglesia que se ha puesto al día.

Esta semana, con valentía e innegable vocación democrática, los obispos españoles han pedido elecciones anticipadas, sabedores de que, aun formando parte del mundo divino, nada de lo humano les es ajeno. «Que hablen los ciudadanos es un principio básico de una democracia», ha manifestado categórico Luis Argüello, portavoz de la Conferencia Episcopal, en clara demostración de que no concibe separación alguna entre la vida religiosa y la política. Así pues, no debe permanecer tranquilo el César pensando solo en sus asuntos, porque al final también son de la Iglesia, que es de Dios.

Los obispos se sienten peor tratados cuando gobierna la izquierda, que en cuanto huele poder no pierde ocasión de echarle fuego a los casos de abusos sexuales. Situaciones por las que ellos han pedido públicamente perdón. En su caso, una petición verdadera, como los besos de la española. El perdón de Sánchez apenas tiene validez, porque dicen que, aunque «humanamente sea reconocible, políticamente es irrelevante». Y para más inri no lo ha pedido en confesión, que es cuando los casos más peliagudos obtienen absoluciones definitivas.

martes, 17 de junio de 2025

YA NO HAY LADRONES BUENOS (18 de junio de 2025)

 


El Diario Montañés, 18 de junio de 2025

Los expositores de la feria del libro de Madrid recibimos recientemente un aviso que me llenó de satisfacción: el servicio de seguridad había localizado a un hombre y una mujer robando libros. La satisfacción no me la producía su descubrimiento sino el hecho de que todavía quede alguien que, aunque sea hurtando, quiera acceder a la lectura. Pero ¡ay!, mi gozo en un pozo, porque la nota aclaraba que los ladrones culturales se dirigían después a otra caseta, distinta de la rapiñada, para devolver los libros, aduciendo que los tenían repetidos, y pedir así que les reintegrasen el importe.

Ábalos, Cerdán, Koldo, y vaya a saber usted cuántos más, no robaban libros porque no los necesitaban (quizás alguno para apuntar su contabilidad en B). Que se sepa hasta ahora, presuntamente realizaban mordidas económicas a cambio de concesiones de contratos, y algunos de ellos, además, con el estilo casposo del Torrente de Segura, hablaban de mujeres como quien intercambia cromos: me «gusta más Ariadna», pero «la Carlota se enrolla que te cagas», pues, «la que tú quieras». Ladrones y putañeros.

Hasta ahora ninguno ha salido a pedir perdón siguiendo el ejemplo de san Dimas, el buen ladrón, que estando crucificado junto a Jesús «se arrepintió de sus pecados y le reconoció como Hijo de Dios, por lo que recibió la promesa de estar con él en el paraíso». Como al parecer ya no quedan ladrones buenos, tuvo que ser Sánchez, maquillado en exceso para recalcar su pesadumbre, quien pidiera perdón varias veces a la ciudadanía.

No sabemos si ese acto de contrición le alcanzará para continuar en la presidencia de la nación o, como san Dimas, obtendrá el beneficio futuro de contemplar a Dios de cerca. Que, como diría Rajoy, «no es cosa menor; dicho de otra manera, es cosa mayor».

 


martes, 10 de junio de 2025

SIN IRA (11 de junio de 2025)

 

El Diario Montañés, 11 de junio de 2025

En España seguimos empeñados en regar la tierra buscando el rebrote de la ira. La sombra de Caín persigue el enfrentamiento, patria del tú o del yo, del conmigo o contra mí, de manifestaciones en las que resulta rentable, aun siendo puta, llamárselo a la Zapatones, desde un pretendido espíritu democrático apenas cuestionado.

Libertad sin ira, pedía Jarcha en los albores de la democracia, tras cuarenta años de dictadura. Veníamos de un solo pensamiento político, de una sola patria –grande y libre– y de una sola lengua. Una época oscura, a la que algunos parecen querer volver, que Dámaso Alonso poetizó en ‘Hijos de la ira’, cuando escribió que Madrid era una ciudad de un millón de cadáveres que se pudrían lentamente (ahora en Madrid, en España, en el mundo, somos muchos más, no muertos por las mismas causas de entonces, pero pudriéndonos por la indiferencia ante las injusticias, protegidos por nuestro bienestar, que queremos salvaguardar de los que llegan de lejos).

Estoy en la Feria del libro de Madrid, que el pasado domingo, a las once de la mañana, pese a la enésima manifestación preparada contra el gobierno de Sánchez a la misma hora, estaba rebosante. Nunca he visto tantas personas por los pasillos de El Retiro, paseando entre las casetas, dando preferencia a la cultura frente a la crispación. Quizás como muestra de que hay gente para todo y de que no conviene seguir la senda de quienes pretenden ocupar un puesto que consideran suyo por la gracia divina, no por los votos.

Estoy en la Feria del libro de Madrid, en la que casi 400 casetas conviven sin objeciones –242 de editoriales, 125 de librerías y 10 de distribuidoras–. Una oferta cultural de todos los actores del libro. Sin impuestos ni caciquismos. Con libertad. Sin ira.

martes, 3 de junio de 2025

LOS MÁS SIMPÁTICOS (4 de junio de 2025)


 El Diario Montañés, 4 de junio de 2025

Si no fuera porque la estupidez humana supera todas las cautelas de la lógica, pensaría que la carrera de espermatozoides que se organizó en Los Ángeles fue una noticia falsa. Mas no, resulta que un adolescente, Eric Zhu, superó el millón de dólares de recaudación para hacerla posible, con la excusa científica de «llamar la atención sobre la infertilidad masculina», porque, según él, la ciencia certifica que la cantidad de espermatozoides por eyaculación se ha «reducido a la mitad en los últimos cincuenta años». Y Zhu pretendía resaltar la necesidad de la salud reproductiva, no fuera que en un futuro no deseado «nadie pueda tener hijos». Le manda huevos, nunca mejor dicho.

Apenas repuesto de la corrida de cabezones –retransmitida para todo el mundo–, me enteré de que Donald Trump Jr. –hijo mayor del presidente americano– ha invertido en una empresa que promoverá en Las Vegas la celebración de unos Juegos Olímpicos con dopaje –Juegos Mejorados los llaman– en los que no solo estarán permitidas las sustancias prohibidas en las competiciones ordinarias, sino que su consumo será exigido para pulverizar las marcas y «cambiar el deporte para siempre». Quiere, con la ayuda de estimulantes, que los deportistas sean más rápidos, más altos, más fuertes. De ahí a aplicar los resultados a nuestra productividad laboral solo hay un paso.

Nuestros juegos extravagantes, quede dicho, son más de andar por casa. Y no necesitan escudarse en la ciencia, tan solo en el humor: lanzamiento de huesos de aceituna en Murcia, de dátiles en Elche, de cerezas en Vigo… o cada 26 de julio celebración del Campeonato Mundial de Comedores de Sobaos en Ambrosero.

De haber participado en la carrera, posiblemente nuestros espermatozoides no habrían ganado. Pero con su chispa entrarían los primeros al ovocito, tras partirlo de risa. Y sin fraudes.