El Diario Montañés, 29 de enero de 2014
En
Arqueología y en Historia se utiliza como referente para la asignación de
fechas la del nacimiento de Cristo. Así, se habla de sucesos ocurridos «antes y
después de Cristo», representados con las siglas a. C. y d. C. En los últimos
años, a partir del desarrollo de métodos más científicos de datación, se ha
comenzado a usar la expresión «antes del presente» (AP, en castellano, o BP, en
inglés –‘before present’–). Y como el
presente no es estático, los usuarios de esta fórmula tomaron 1950 como año
cero.
No pretendo con lo anterior dar lecciones a nadie
–«lejos de mí el afán de protagonismo»–, sino sentar las bases para construir
sobre ellas un nuevo referente histórico: el que toma 2014 como año primero del
renacimiento del turismo en Cantabria. Así lo ha manifestado en Fitur, basando
sus esperanzas en el mundial de vela de Santander, en el Centro de Arte Botín,
en un campo de golf de 18 hoyos en el Abra del Pas, en las telecabinas de
Cabárceno o en los cañones de nieve de Campoo, Ignacio Diego, por lo que se
podía honrar su nombre utilizando a partir de ahora la expresión «antes y
después de Diego» (a. D. y d. D.). Aunque, bien mirado, ni las ideas buenas ni
las estúpidas de estos proyectos son suyas, y se cometería un agravio con
quienes los concibieron (recurro de nuevo a la historia: a Colón le sucedió lo
mismo con Américo Vespucio. Descubrió un continente que luego bautizaron con el
nombre del florentino).
Menos mal que ni Diego ni el responsable de
deportes de su gobierno se enteraron del acontecimiento de este fin de semana
en la piscina de Cros de Maliaño. Mil nadadores de toda España –una campeona
del mundo y cuatro campeones de Europa, incluidos– llenaron de vida y consumo
el arco de la bahía, gracias al apoyo de la corporación local camarguesa. Si lo
llegan a saber, vienen y se cuelgan las medallas.
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