martes, 22 de septiembre de 2015

OÍDO AL PARCHE (23 de septiembre de 2015)


El Diario Montañés, 23 de septiembre de 2015


Anda estos días el presidente de la CEOE de Cantabria que no da abasto. Con el nuevo gobierno regional parece que su presencia es imprescindible en todos los foros. Esta semana acaba de mantener una reunión con la vicepresidenta superconsejera y con el consejero de Educación, ¿Cultura y Deporte? para elaborar conjuntamente un plan ante la llegada de los refugiados sirios a nuestra región, porque se considera preciso que cuando estén aquí encuentren resueltas las necesidades de alojamiento, atención sanitaria y educación, además de intentar que tengan un trabajo que facilite su integración social. El gobierno pretende así adelantarse a la situación y quiere prevenir antes que lamentar. Lo que desconozco es si en esa misma reunión se habló de la calidad del trabajo que tanto los refugiados como los autóctonos pueden conseguir en Cantabria. De ser así, algo tendría que haber explicado el responsable de la CEOE, porque un informe demoledor de la UGT denuncia que el 95% de los contratos que se han hecho en nuestra región este trimestre veraniego han sido eventuales, y uno de cada tres se ha firmado por menos de cinco días. O sea, que se terminaba cuando aún estaba fresca la tinta de la firma. Malos tiempos para los sirios… y para los cántabros.
He dicho al comienzo que el presidente de la CEOE no paraba, y no lo he dicho porque sí. Hace unas semanas mantuvo otro encuentro con nuestro consejero de Educación, ¿Cultura y Deporte? para relanzar el Consejo de Formación Profesional de Cantabria, que tiene la muy encomiable misión de poner en contacto a centros educativos y empresas para que sus intereses coincidan. Y en esa reunión debieron de venirse arriba, porque además pactaron elaborar «un plan estratégico para las industrias culturales de la región», hasta donde sé, a espaldas de la gran mayoría de ellas.
Acaso ambos desconozcan el manifiesto que anda circulando por ahí desde mayo –lo publicó en primicia ‘El Diario Montañés’–, firmado por más de ciento cincuenta profesionales de todos los ámbitos de nuestra cultura local. En él se reclama «un nuevo tiempo para la cultura», que supere la desidia, la falta de diálogo y la obsesión casi enfermiza por cubrir las apariencias. Un nuevo tiempo en el que los responsables políticos deben prestar atención a las voces que hacen cultura a diario. Y no sólo a otras.
Oído al parche.

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