martes, 1 de mayo de 2018

UN GESTO 2 de mayo de 2018


El Diario Montañés, 2 de mayo de 2018

La semana ha estado cargada de noticias. A las ya habituales del espigón que no cesa –alfanje de piedra y lodo que hiere de muerte el paisaje–, del Metro-TUS que no carrula y de la turborrotonda que no descongestiona, se ha sumado ahora la sospecha de que por las contrataciones del Servicio Cántabro de Salud discurren aguas turbias que pueden estancar los desagües de las buenas prácticas. El Sindicato de Médicos le ha añadido más gasolina al fuego y ha denunciado, entre otras cosas, que los profesionales sanitarios están evaluados por un programa informático privado que tiene como objetivo último clasificarlos en buenos o malos según deriven a sus clientes al hospital o a casa y según prescriban tal o cual medicamento, siempre con la perspectiva de poner el ahorro por delante de la salud –lo mismo que están haciendo quienes viajan a Turquía para someterse a implantes capilares baratos, sin tener en cuenta que el ahorro en cuestiones de salud suele resultar muy caro–. Revilla, ante acusaciones tan graves, ha decidido coger al toro por los cuernos, ha encargado una investigación que desatasque el asunto y ha prometido que no le temblará el pulso a la hora de cortar cabezas.
Tampoco le tiembla cuando firma libros, pero el marketing editorial, quienes llevan su agenda, o él mismo –vaya usted a saber– han elegido hacerlo fuera de la feria del libro de Santander, lugar donde libreros y editores cántabros se encuentran con el público lector. Y no digo yo que el presidente no pueda dedicar sus obras donde le venga en gana, pero este año la casi coincidencia de fechas de firma y feria hace que la cosa pueda parecer un desprecio.
Una pena, porque con un gesto tan sencillo podría haber atraído público para darle ambiente a la carpa y vida a la facturación, algo que necesita mucho este mundo cultural en el que unos cuantos profesionales luchan para que las ideas –el alimento espiritual de las personas– sigan volando en las páginas de papel. Por eso los libros merecen tanta promoción como otras cosas del comer.

1 comentario:

  1. A ver si le va a pasar como a Cifuentes con el caiga quien caiga que le busquen las cosquillas, digo, los chanchullos, si los tiene.

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