martes, 1 de julio de 2025

CALOR Y LITERATURA (2 de julio de 2025)

 

El Diario Montañés, 2 de julio de 2025 (fotografía DM, Javier Cotera)

He visto al mirlo que anida en mi jardín dirigiéndose al agua de los estanques con el pico abierto por el calor, diría que agotado. Su visión trajo a mi mente imágenes de García Márquez, cuya obra repite escenas en las que los pájaros, por el bochorno del trópico, rompen «las alambreras de las ventanas para morir en los dormitorios».

Estaba celebrando un cumpleaños con un grupo familiar en el que se encontraban dos mejicanos. Habían llegado a España desde una zona de su país cercana al desierto. Amantes de la literatura, ante nuestras quejas por el calor citaron de memoria la frase con la que uno de los personajes de Juan Rulfo definió Comala: «Ustedes se quejan de vicio», dijeron con su tono dulce. «Aquello está sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno. Con decirle que muchos de los que allí se mueren, al llegar al infierno regresan por su cobija». Quizás la exageración sea cierta, pero me defendí aduciendo que este año se nos había colado en Cantabria una canícula continuada que, como diría Rosalía de Castro, «enerva y rinde». Las noches son tropicales –en mi pueblo, la del domingo alcanzó 24º, con una sensación térmica de 27º– y los días se suceden superando los treinta.

Dicen las estadísticas más rigurosas que «el calor extremo nos vuelve agresivos y violentos», lo que demuestra que, aunque racionales, nuestra animalidad está sujeta al dictado de la naturaleza. Tendremos que extremar las precauciones, porque las olas de calor van a ser cada vez más continuas. Deberemos beber mucha agua, buscar las sombras y evitar las horas de mayor agresividad del sol, permaneciendo en casa bien resguardados del peligro: ya advertía un titular de este periódico de lo que pasa en Valderredible cuando se ponen los huevos al sol.

miércoles, 25 de junio de 2025

OBISPOS Y ELECCIONES (25 de junio de 2025)

 

El Diario Montañés, 25 de junio de 2025

Los tiempos han cambiado una barbaridad, y a su rebufo los de la Iglesia. Hay centenares de templos que han instalado cepillos digitales para recaudar los donativos (limosnas), que se pueden realizar en efectivo, con tarjeta o Bizum (desconozco si con límites operativos, porque la institución es perita en bulas). De esa forma no existe ningún riesgo de hurtos indeseados.

Hace unos años solo nos hablaban de la X para que la marcásemos en su casilla al hacer la declaración de la renta. Ahora algunos de sus miembros más destacados utilizan X como red social (antiguo Twitter) para comunicarse con su rebaño y compartir con él la información necesaria. Es la versión moderna de una Iglesia que se ha puesto al día.

Esta semana, con valentía e innegable vocación democrática, los obispos españoles han pedido elecciones anticipadas, sabedores de que, aun formando parte del mundo divino, nada de lo humano les es ajeno. «Que hablen los ciudadanos es un principio básico de una democracia», ha manifestado categórico Luis Argüello, portavoz de la Conferencia Episcopal, en clara demostración de que no concibe separación alguna entre la vida religiosa y la política. Así pues, no debe permanecer tranquilo el César pensando solo en sus asuntos, porque al final también son de la Iglesia, que es de Dios.

Los obispos se sienten peor tratados cuando gobierna la izquierda, que en cuanto huele poder no pierde ocasión de echarle fuego a los casos de abusos sexuales. Situaciones por las que ellos han pedido públicamente perdón. En su caso, una petición verdadera, como los besos de la española. El perdón de Sánchez apenas tiene validez, porque dicen que, aunque «humanamente sea reconocible, políticamente es irrelevante». Y para más inri no lo ha pedido en confesión, que es cuando los casos más peliagudos obtienen absoluciones definitivas.

martes, 17 de junio de 2025

YA NO HAY LADRONES BUENOS (18 de junio de 2025)

 


El Diario Montañés, 18 de junio de 2025

Los expositores de la feria del libro de Madrid recibimos recientemente un aviso que me llenó de satisfacción: el servicio de seguridad había localizado a un hombre y una mujer robando libros. La satisfacción no me la producía su descubrimiento sino el hecho de que todavía quede alguien que, aunque sea hurtando, quiera acceder a la lectura. Pero ¡ay!, mi gozo en un pozo, porque la nota aclaraba que los ladrones culturales se dirigían después a otra caseta, distinta de la rapiñada, para devolver los libros, aduciendo que los tenían repetidos, y pedir así que les reintegrasen el importe.

Ábalos, Cerdán, Koldo, y vaya a saber usted cuántos más, no robaban libros porque no los necesitaban (quizás alguno para apuntar su contabilidad en B). Que se sepa hasta ahora, presuntamente realizaban mordidas económicas a cambio de concesiones de contratos, y algunos de ellos, además, con el estilo casposo del Torrente de Segura, hablaban de mujeres como quien intercambia cromos: me «gusta más Ariadna», pero «la Carlota se enrolla que te cagas», pues, «la que tú quieras». Ladrones y putañeros.

Hasta ahora ninguno ha salido a pedir perdón siguiendo el ejemplo de san Dimas, el buen ladrón, que estando crucificado junto a Jesús «se arrepintió de sus pecados y le reconoció como Hijo de Dios, por lo que recibió la promesa de estar con él en el paraíso». Como al parecer ya no quedan ladrones buenos, tuvo que ser Sánchez, maquillado en exceso para recalcar su pesadumbre, quien pidiera perdón varias veces a la ciudadanía.

No sabemos si ese acto de contrición le alcanzará para continuar en la presidencia de la nación o, como san Dimas, obtendrá el beneficio futuro de contemplar a Dios de cerca. Que, como diría Rajoy, «no es cosa menor; dicho de otra manera, es cosa mayor».

 


martes, 10 de junio de 2025

SIN IRA (11 de junio de 2025)

 

El Diario Montañés, 11 de junio de 2025

En España seguimos empeñados en regar la tierra buscando el rebrote de la ira. La sombra de Caín persigue el enfrentamiento, patria del tú o del yo, del conmigo o contra mí, de manifestaciones en las que resulta rentable, aun siendo puta, llamárselo a la Zapatones, desde un pretendido espíritu democrático apenas cuestionado.

Libertad sin ira, pedía Jarcha en los albores de la democracia, tras cuarenta años de dictadura. Veníamos de un solo pensamiento político, de una sola patria –grande y libre– y de una sola lengua. Una época oscura, a la que algunos parecen querer volver, que Dámaso Alonso poetizó en ‘Hijos de la ira’, cuando escribió que Madrid era una ciudad de un millón de cadáveres que se pudrían lentamente (ahora en Madrid, en España, en el mundo, somos muchos más, no muertos por las mismas causas de entonces, pero pudriéndonos por la indiferencia ante las injusticias, protegidos por nuestro bienestar, que queremos salvaguardar de los que llegan de lejos).

Estoy en la Feria del libro de Madrid, que el pasado domingo, a las once de la mañana, pese a la enésima manifestación preparada contra el gobierno de Sánchez a la misma hora, estaba rebosante. Nunca he visto tantas personas por los pasillos de El Retiro, paseando entre las casetas, dando preferencia a la cultura frente a la crispación. Quizás como muestra de que hay gente para todo y de que no conviene seguir la senda de quienes pretenden ocupar un puesto que consideran suyo por la gracia divina, no por los votos.

Estoy en la Feria del libro de Madrid, en la que casi 400 casetas conviven sin objeciones –242 de editoriales, 125 de librerías y 10 de distribuidoras–. Una oferta cultural de todos los actores del libro. Sin impuestos ni caciquismos. Con libertad. Sin ira.

martes, 3 de junio de 2025

LOS MÁS SIMPÁTICOS (4 de junio de 2025)


 El Diario Montañés, 4 de junio de 2025

Si no fuera porque la estupidez humana supera todas las cautelas de la lógica, pensaría que la carrera de espermatozoides que se organizó en Los Ángeles fue una noticia falsa. Mas no, resulta que un adolescente, Eric Zhu, superó el millón de dólares de recaudación para hacerla posible, con la excusa científica de «llamar la atención sobre la infertilidad masculina», porque, según él, la ciencia certifica que la cantidad de espermatozoides por eyaculación se ha «reducido a la mitad en los últimos cincuenta años». Y Zhu pretendía resaltar la necesidad de la salud reproductiva, no fuera que en un futuro no deseado «nadie pueda tener hijos». Le manda huevos, nunca mejor dicho.

Apenas repuesto de la corrida de cabezones –retransmitida para todo el mundo–, me enteré de que Donald Trump Jr. –hijo mayor del presidente americano– ha invertido en una empresa que promoverá en Las Vegas la celebración de unos Juegos Olímpicos con dopaje –Juegos Mejorados los llaman– en los que no solo estarán permitidas las sustancias prohibidas en las competiciones ordinarias, sino que su consumo será exigido para pulverizar las marcas y «cambiar el deporte para siempre». Quiere, con la ayuda de estimulantes, que los deportistas sean más rápidos, más altos, más fuertes. De ahí a aplicar los resultados a nuestra productividad laboral solo hay un paso.

Nuestros juegos extravagantes, quede dicho, son más de andar por casa. Y no necesitan escudarse en la ciencia, tan solo en el humor: lanzamiento de huesos de aceituna en Murcia, de dátiles en Elche, de cerezas en Vigo… o cada 26 de julio celebración del Campeonato Mundial de Comedores de Sobaos en Ambrosero.

De haber participado en la carrera, posiblemente nuestros espermatozoides no habrían ganado. Pero con su chispa entrarían los primeros al ovocito, tras partirlo de risa. Y sin fraudes.

martes, 27 de mayo de 2025

SITUACIONES IRRITANTES (28 de mayo de 2025)


 El Diario Montañés, 28 de mayo de 2025 (fotografía Daniel Pedriza DM)

En la feria del libro de Portillo (Valladolid) varios colegas de la profesión almorzábamos en un restaurante que ocupa la antigua iglesia. Éramos escritores y editores –cuando recapacito, me pregunto por qué casi nunca hay libreros–, y en la conversación de sobremesa el nombre que más se repitió fue el de Revilla, quizás evocado por las anchoas que tomamos como entrantes. «Puedes escribir un artículo sobre él –me dijo un compañero–, porque menudo error ha cometido el emérito al denunciarlo. Revilla es un “animal” de la comunicación, y los periodistas lo saben. Modula a la perfección las emociones, e incluso consigue encaminarlas al borde de las lágrimas. El público lo apoyará sin fisuras para que gane su “desigual batalla”. El emérito ha querido salir del desierto de la indiferencia, pero enfangará su imagen».

La tarde menguaba de regreso a Cantabria, mientras analizaba las posibilidades del escrito. Pero, en un momento, se impuso otro con fuerza. A la altura de Arenas de Iguña, la autovía, cerrada por obras, obligaba a los vehículos a circular por la antigua carretera nacional, pródiga en abandonos y penumbras (sazonado todo por la morrina que anublaba la visión). Al llegar a Los Corrales respiré porque pude incorporarme de nuevo a la autovía, mas, apenas unos kilómetros después, hube de retornar a la carretera antigua hacia Las Caldas del Besaya. Un forzado regreso al pasado. ¿Qué sucede con nuestras comunicaciones –me dije–, que ni Revilla ganó esa batalla en su día?

Cuando el próximo mes regrese en tren de la feria del libro de Madrid, ya me ha comunicado RENFE que en Palencia nos esperará un autobús para acercarnos hasta Cantabria por esos mismos andurriales.

Sé que para que las cosas estén bien, primero deben estar mal. Pero, por habituales, hay situaciones que irritan.



martes, 20 de mayo de 2025

ADIÓS, FELISA, ADIÓS (21 de mayo de 2025)

 


El Diario Montañés, 21 de mayo de 2025

Tardaba en salir la fumata, aunque los más pesimistas presentíamos el humo negro que podía obstaculizarle al Gremio de Editores su presencia en la Feria del Libro de Santander. Porque en este negociado cultural, incapaces de luchar contra el enemigo verdadero, siempre estamos dispuestos a hacerlo entre nosotros. No es extraño que el tenderete amenace ruina. El negocio agoniza mientras dos de sus más importantes actores culturales –libreros y editores– tratan de arrancarse entre sí la mascarilla del limitado oxígeno que brota de las ventas. Cada uno va a lo suyo, caínes y abeles que, por maldición divina, llevan la discordia por bandera y ahora no quieren compartir la escasa limosna de las ferias. Es el mundo al revés, capaz de sacrificar a los más pequeños para mayor abundancia de los grandes, que de esa manera siguen imponiendo su vergonzosa uniformidad cultural.

Dice la IA, de quien tanto discrepo porque está aprendiendo a nadar y guardar la ropa antes que a ser valiente, que «la relación entre libreros y editores es dinámica, y puede ser de cooperación, competencia o conflicto, dependiendo de las circunstancias». No quiero ser tan superficial como ella. A simple vista puede parecer que en Cantabria se ha optado por el conflicto porque los libreros quieren seguir manteniendo los aranceles del 25% que imponen a los editores para acudir a «su feria de libreros», que no del libro. Y que estos no lo consideran justo –mucho menos aún en esta edición, en la que se ha reducido a la mitad el espacio de su caseta–. Pero, sin duda, hay otras razones subyacentes de mucho más calado.

Si no se impone el sentido común para intentar descubrirlas, dialogar y subsanarlas, los editores cántabros no acudirán a la edición de Felisa 2025, que, por ello, estará más desamparada.


domingo, 11 de mayo de 2025

BIBLIOTECA INMATERIAL (14 de mayo de 2025)

 

El Diario Montañés, 14 de mayo de 2025

Domingo gris. Cielo melancólico. Releo al portugués Gonçalvo M. Tavares, que aumenta mi aflicción con la rotundidad de su pensamiento: «¿Qué hacer con el número de teléfono de la persona que ha muerto? ¿Dónde lo pones? ¿En qué agenda? Envejecer es un poco esto: primero, solo hay una agenda: la de los contactos de los vivos. Después empieza la de los muertos, con un nombre; luego dos, tres. Y sí, en poco tiempo, las dos agendas tendrán el mismo peso».

Vivir –lo dice Borges– es un «desgaste incesante hacia la muerte». Con el paso de los años, la vida se nos llena de ausencias y comienza a gravar la partida de los otros. Ese vacío ocupa ya con excesivos muertos la agenda de mi teléfono móvil. Y de sus conversaciones –algunas optimistas frente a un cáncer o una enfermedad que luego los venció sin misericordia– mi wasap de amigos. Sucede lo mismo con las fotografías, que abarrotan mi carpeta de imágenes, presentes en su inexistencia, de compañeros del alma que jamás veré vivos. ¿Qué hacer con todo ese material que de alguna manera los mantiene presentes en la inmaterialidad de la memoria? Imposible eliminarlo. Es su forma de persistencia.

Permitidme una licencia poética, en forma de giro brusco de guion. Quiero hablaros de una fotografía que publicó este periódico el domingo 5 de agosto de 2018, en la que aparecemos diez personas con una biblioteca a nuestras espaldas: «La Biblioteca de Menéndez Pelayo inicia a final de año las obras de su rehabilitación», dice la noticia.

Al ver las estanterías repletas de sabiduría he tenido idéntica sensación que cuando reviso los teléfonos, los wasaps o las imágenes de los muertos. Porque, tras siete años, la biblioteca solamente vive en imagen.

Los «diez custodios», según parece, seguimos aquí. Algunos, para denunciarlo.

martes, 6 de mayo de 2025

IMPOSIBLE DEBATIR (7 de mayo de 2025)

 

El Diario Montañés, 7 de mayo de 2025

La otra mañana, por descuido, me levanté con el pie izquierdo. Debo confesar que, aunque no soy supersticioso, comencé la jornada con la extraña sensación de que la cosa podía torcerse en cualquier momento, pues por tradición heredada tendemos a confundir zurdo con siniestro. Ejemplos hay a cientos. Me viene a la cabeza el de Quico, protagonista de ‘El príncipe destronado’, a quien su madre reprendía cuando a la hora de comer cogía los cubiertos con la izquierda. Su padre, sin embargo, decía con sorna que «el zurdo lo es porque tiene más corazón que el diestro, pero los diestros les corrigen porque no toleran que otros tengan más corazón que ellos». (Quizás esto lo escribió Delibes como justicia poética de un zurdo de pensamiento).

En aquel entonces no era conocido ni tenía poder –esto es lo peligroso– el argentino Milei, que sostiene ahora que no hay que darle ningún lugar «a los zurdos de mierda». Tampoco en ese pensamiento se ha querido quedar escaso Abascal, que los define como «unos mierdas sin principios». Es posible que el padre de Quico tuviera razón, y lo que en realidad no pueden soportar estos diestros salvapatrias es que otros antepongan el corazón cuando piensan.

Sea como fuere, la sorpresa más grande de ese día que inicié a pie cambiado no me la ofreció un zurdo político, sino una persona del otro extremo ideológico: «No insultes mi inteligencia –me dijo mientras conversábamos–, ni me supongas tan estúpido como para mantener que la tierra es plana. Eso déjalo para los ignorantes. Pero tampoco me creas tan necio como para que me trague que el hombre ha pisado la luna». Lo soltó con un par. Sin corazón ni cabeza.

Luego, incontinenti, caló la gorra, diose media vuelta… y ya no hubo más que hablar.

martes, 29 de abril de 2025

SIN ELECTRICIDAD (30 de abril de 2025)

 

El Diario Montañés, 30 de abril de 2025 (fotografía Javier Cotera, DM)

Lunes 28 de abril. Temo que se agote la batería del portátil, porque debo entregar este artículo y no tenemos electricidad en España, Portugal ni en algunas partes de Europa. Ahora comprobamos la cantidad de situaciones de nuestra vida diaria que penden de un hilo. De camino a mi domicilio, desde la imprenta en la que concebimos nuestros libros –paritorio de ideas plasmadas en papel–, he visto a los vecinos de una urbanización comunicándose de ventana a ventana, a obreros en la puerta de sus empresas porque máquinas y ordenadores se han apagado, a jóvenes pasmados ante el eclipse de sus móviles.

He tenido el impulso de detenerme en un bar al ver un grupo de parroquianos charlando en la terraza. Perderse su conversación en estas circunstancias sería imperdonable. Habían olvidado las discusiones del partido Barça/Madrid y se centraban en lo que de verdad importaba. Y pillo algunas frases al vuelo: «Son los rusos, sin duda. Que no nos cuenten milongas». «Claro que sí. Ya te dije que teníamos que comprar el kit de supervivencia, y tú te reías, pero seguro que esto es solo el principio». «Como se pongan de acuerdo Putin y Trump para repartirse el mundo, lo vamos a tener jodido». «Es un sabotaje en toda regla, hombre; además, así nos convencerán de que es imprescindible que invirtamos en defensa». «Algo muy necesario, porque aquí somos tan ingenuos que pensamos que todo el mundo es bueno».  

Llego a casa. Hoy comeremos de latas. Hace tiempo que la tecnología nos hurtó el fuego del hogar. Y, aunque el fuego esté en el origen de su nombre, no tenemos dónde encenderlo. Menos mal que, mientras haya luz solar, nos refugiaremos en la prensa y los libros en papel. Bendito funcionamiento el suyo: nos alumbran sin necesidad de electricidad.


martes, 22 de abril de 2025

EL LIBRO AYER Y HOY (23 de abril de 2025)

 

El Diario Montañés, 23 de abril de 2025

El bibliobús llegó al pueblo anunciándose con música, al tiempo que una voz grabada repetía insistente que traía el maná de la cultura. Estacionó en el aparcamiento del ‘Bar Aníbal’, cuyos límites acababan de definir poco antes con grava y unas vallas amarillas que mostraban escritas en letras negras una leyenda que no podían deletrear los parroquianos. Ninguno atinó tanto como quienes pronunciaron con dificultad «Güepes» o «Esgüepes». La incógnita solo se resolvió cuando la televisión emitió el primer anuncio, porque ni siquiera los dos bachilleres del pueblo, que ya alternaban en el bar y encendían cigarrillos sin censura, se habían atrevido a aventurar una respuesta por miedo a meter la pata: Schweppes.

Lo cierto es que allí estaba aparcado el bibliobús. Cuando los más atrevidos entramos en él con gran respeto, descubrimos que los estantes de aquella biblioteca ambulante guardaban en continentes de papel un pequeño mundo de fantasías, desconocido en gran parte para nosotros, pero todavía abarcable. Clásicos de siempre y modernos de entonces, hoy clásicos, convivían en armonía orientándonos hacia una pasión lectora que no sufría tantas amenazas como ahora. Aquel universo nos hidrataba el alma, como la tónica americana de nombre impronunciable de las vallas del aparcamiento nos permitía superar la mediocridad del sifón que bebíamos en el cine durante el descanso de las películas –«se recomienda visitar el ambigú»–. ¡Y, además, de manera gratuita!

El universo de la oferta lectora resulta hoy inabarcable. Por eso una de las tareas principales de expertos y críticos debería ser la de desbrozar los caminos para que no los enmarañe el marketing engañoso de las grandes editoriales. Porque, aunque de vez en cuando surgen nuevas estrellas en el firmamento novelístico, la mayoría suelen ser fugaces y se encuentran a años luz de poder ofrecernos una mínima calidad literaria.

martes, 15 de abril de 2025

UN AUTÉNTICO FAR WEST (16 de abril de 2025)

 

El Diario Montañés, 16 de abril de 2025 (fotografía DM, Luis Palomeque)


Corría el año 1982. Las editoriales celebraban sus congresos en los mejores lugares turísticos de España. Yo trabajaba en Anaya, y aquel año acudía a Fuengirola a mi primera convención comercial. Visto desde fuera, pasar cinco días en la ciudad de la Costa del Sol parecía algo de lo más grande. Llegamos al hotel de noche, para comenzar el simposio al día siguiente, por la mañana. Después de desayunar, nos anunciaron la primera sorpresa. Ese año nos acompañaría un autor de lujo, el lingüista y académico Fernando Lázaro Carreter. ¡Menudo bautismo iba a tener yo! Mejor, imposible. A la mañana siguiente, en efecto, se incorporó a las presentaciones. Me encontré con él momentos antes, cuando venía de dar su acostumbrado paseo matinal. «¿Qué le ha parecido Fuengirola, don Fernando?», le pregunté como despedida de nuestra breve charla. Recuerdo literalmente su contestación: «Un auténtico ‘far west’».

La frase me ha estado rondando por la cabeza desde que tuve noticia de que Santillana del Mar, joya de la corona de nuestro turismo, ha sido apercibida «por la proliferación de cartelería en las fachadas», ya que, como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico, no está cumpliendo con las obligaciones derivadas de tal distinción. Y eso que el informe no denuncia la mercadería que siembra las casonas de jarras, camisetas, imanes para frigoríficos, tirachinas, llaveros, espadas de madera, azulejitos, peluches, navajas…

Estamos a un paso de alcanzar a Fuengirola. A poco que se avíen las paredes con sandalias, flotadores de playa o similares, lo lograremos. El ejemplo tiene que propagarse con fuerza por cada rincón regional, no solo en Santillana. No debemos desmayar. Las ferias de abril, las previstas carreteras con impacto ambiental, los teleféricos u otras ocurrencias análogas colocan ya a Cantabria muy cercana a un ‘far west’ turístico.   

martes, 8 de abril de 2025

NO PERDAMOS LA PERSPECTIVA (9 de abril de 2025)

 

El Diario Montañés, 9 de abril de 2025

No debería ser tan ingenuo, señor Revilla. Eso de que nadie es más que nadie queda muy bien sobre el papel, pero en la realidad no es así. Usted mismo refiere que «mojó» por primera vez en un prostíbulo, «con dieciocho años… y pagando», algo impensable en otros que, con maneras soberanas, pueden permitirse retribuir servicios de condición más lujosa.

«No perdamos la perspectiva, yo ya estoy harta de decirlo, es lo único importante», repite doña Rosa, en ‘La colmena’. Pues eso, que no deberíamos perderla. Mientras usted en la niñez pastoreaba ovejas por las laderas de Peña Labra, el otro se educaba para pastorear a todo el país. Y eso también coloca a cada uno en su lugar, porque, como quiera que no todos los pastores son iguales, algunos nos siguen considerando ovejas siervas. A cada cual, pues, lo suyo y según su nivel. Además, debemos tener mucho cuidado, porque cuando se declara emérita a una persona se siguen manteniendo sus honores y algunas funciones, aunque una vez jubilada brillen por su ausencia.

Tampoco perdamos la perspectiva de que antes de molestar a alguien deberíamos tener en cuenta su categoría y condición. Lo ha refrendado nuestro consejero de sanidad: «No se puede convocar a un consejero a que suba al Parlamento en una tribuna a hablar de si hay un turno de enfermería por la noche o no lo hay. Eso no es política sanitaria. Eso es de concejal de pueblo» (entre los concejales también distingue categorías). Él, César Pascual, está para resolver retos más complicados. Como el que plantean los médicos jóvenes, que prefieren tiempo libre antes que guardias y peonadas. Y, si no perdemos la perspectiva, deberíamos darles la razón. «Trabajar sin tregua y sin fin, es lo mismo que una condena» que, con sensatez, quieren eludir.

 

martes, 1 de abril de 2025

EL MES DEL LIBRO (2 de abril de 2025)

 

El Diario Montañés, 2 de abril de 2025

Me sorprende que quienes han confeccionado el kit de supervivencia no hayan incluido en él ningún libro. «Será –comentaba a mi compañera Begoña, con quien tantos he cuidado– porque el kit es para las primeras setenta y dos horas, y en ese tiempo estaremos más preocupados de solucionar los asuntos adversos que de enfrascarnos en el sosiego de la lectura». «Ya, pero deberían tener en cuenta lo bien que arde el papel cuando se arrancan las hojas –dijo pragmática–, y cuánto podría ayudar para encender una lumbre, si fuera necesaria». Tenía razón, y ante su lógica no supe qué contestar. Si acaso, que el otro papel –el que hoy representa– no es tan importante como cuando se proclamaba a los cuatro vientos que un libro ayudaba a triunfar.

Precisamente ahora que llega el mes del libro, no deberíamos perder de vista que sufrimos una preocupante escasez de lectores, al mismo tiempo que un aumento exponencial de escritores. Curiosamente, la abundancia de escritores puede resultar negativa, pues si no encuentran una editorial que los publique sienten la tentación de autoeditarse, algo que no es malo en sí, pero cuando la edición no está regulada por filtros profesionales viene a ser –lo he dicho otras veces– como dejar la sanidad en manos de curanderos.

Algunos «autoeditados», seguros de sí mismos, escriben en las redes consejos tan engañosos como estos: «Una editorial necesita autores para su negocio. Un autor no necesita una editorial para llegar a sus lectores. Hazte editor de tu propio trabajo». Sin duda, tienen la idea equivocada de que los editores nos dedicamos solamente a publicar, ignorando que nuestro principal cometido es cuidar la calidad del contenido y el continente para que el libro siga siendo un objeto noble. Aunque no lo hayan incluido en el kit de supervivencia.

martes, 25 de marzo de 2025

PELIGRAN LOS HUEVOS (26 de marzo de 2025)

 

El Diario Montañés, 26 de marzo de 2025

Parece una contradicción que con Trump en el poder haya pocos huevos en EE.UU., pero el destino ha querido tal confluencia. La noticia es alarmante para nuestra economía real, la de todos los días, porque ante su escasez en el mercado americano el precio ha comenzado a dispararse en España. Ya sentíamos una nostalgia silenciosa cuando los cocinábamos sin apenas aceite –los huevos parecen más tristes pasados por agua o fritos a la plancha, no digáis que no–, pero así nos lo aconsejaba el precio desproporcionado del zumo de aceituna, aunque disfrazásemos su desuso tras los peligros del colesterol. También habíamos olvidado el atractivo de las puntillas, festoneadas de gotitas que eran una incitación al moje. Y estábamos acostumbrados a verlos en los platos rodeados de menos patatas, porque el año pasado los tubérculos habían multiplicado su coste. Pero, como la desgracia en casa de los pobres no sosiega, ahora que el aceite y las patatas han reducido sus precios a valores más soportables, nos vienen con lo de la subida de los huevos. Le manda…

Las consecuencias de su sobreprecio se reflejarán en la cocina y en otros asuntos. Aunque algunos sientan ganas de hacerlo, estaría mal lanzárselos a los políticos, pues sería una práctica insolidaria, cercana al vandalismo económico.

Con lo que se nos viene encima, tenemos el deber de cuidar mucho de los huevos y de las gallinas, porque, pese a su alarde de testosterona, Trump acabará comprándoselos a Europa, y atravesaremos un tiempo de necesidades.

De otros huevos, de los metafóricos, vamos sobrados en nuestro país. Con ellos «bien puestos» adorna el toro de Osborne los atardeceres en las lomas patrias y ocupa el centro de algunas banderas, empujando al aguilucho, símbolo de Franco, quien, por cierto, según algunos era monórquido. El dictador, quiero decir.

martes, 18 de marzo de 2025

LAS BUENAS MANERAS (19 de marzo de 2025)

 

El Diario Montañés, 19 de marzo de 2025

El funcionamiento de las redes sociales puede transmitir una idea distorsionada de lo que debe ser la democracia. Pese a que en ellas se discute de todo, la participación tiende a convertirse insoportable. Bien se trate de opiniones políticas o de discusiones deportivas –menuda semanita hemos tenido (y lo que te rondaré) intentando discernir si hubo un toque o dos en el lanzamiento del penalti atlético–, las redes tienen la propensión de convertirse en patios de gritos y descalificaciones. Falta, sin duda, una buena dosis de educación, que no se debe confundir con sumisión.

Sumisión es la que manifiestan los coros de incautos que se colocan estratégicamente detrás del líder o la lideresa en sus mítines o en sus declaraciones, mostrando apoyo incondicional a base de asentimientos que realizan al unísono para reafirmar su autoridad. Personalmente, me perturban. Son aduladores que pretenden demostrar la infalibilidad de las palabras de su predicador jefe. Góspeles de la aquiescencia, que se colocan hoy detrás de ti, y mañana vete a saber detrás de quién. Solo necesitan que el que hable sea de su cuerda y esté montado en el machito. Es un fondo que ambienta mucho. Aunque no sirva para la radio o el periódico –por la falta de imágenes en la primera; por las imágenes fijas, en el segundo–, el grupo de corifeos, a la espalda del líder o la lideresa, adorna tanto en televisión como los pantalones vaqueros con la camisa remangada que utilizan los protagonistas de los mítines de fin de semana con forzado estilismo.

Si quieren que les diga la verdad, me disgustan ambas posturas. Protestar por protestar, sin sentido ni civismo, o aplaudirlo todo con ofuscado adiestramiento suelen ser muestras evidentes de que el fanatismo prevalece sobre el criterio riguroso y comedido. Sobre el sentido común.

martes, 11 de marzo de 2025

LA RESPUESTA ESTÁ EN EL VIENTO (12 de marzo de 2025)


 El Diario Montañés, 12 de marzo de 2025

No guardo rencor a la IA, aunque el ChatGPT conjugue mi biografía en pretérito porque decidió poner fin a mis días en 2016. Por eso, sin acritud, he escrito este artículo recurriendo a una conversación real con ella, como otros componen los suyos utilizando la hemeroteca, en un corta y pega con el que alcanzan sin gran esfuerzo las palabras necesarias para completarlos. 

Háblame de tu importancia en los artículos de opinión, le pregunté. «La IA ha comenzado a jugar un papel interesante en la escritura de artículos de opinión –contestó–. Gracias a su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos y tendencias, puede ayudar a los escritores a identificar temas relevantes y a estructurar sus argumentos. Sin embargo, es importante recordar que la escritura de opinión es personal y subjetiva. La voz y la perspectiva del autor son fundamentales, y la IA no debe reemplazar la creatividad y la experiencia humana».

¿Y puedes escribir con estilo mordaz?, inquirí. «Sí, la IA puede generar contenido que sea mordaz, si se le alimenta con ejemplos de ese tipo de escritura. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no tiene emociones ni intenciones; simplemente sigue patrones y estilos que ha aprendido. Cuando se utiliza para escribir artículos de opinión, es fundamental que los autores revisen y ajusten el contenido para asegurarse de que refleje su voz y perspectiva de manera adecuada».

¿Y tienes influencia en el periodismo? «Sí, la inteligencia artificial está teniendo un peso cada vez más significativo en el periodismo. Muchas redacciones están utilizando herramientas de IA para analizar datos, identificar tendencias y generar contenido».

No me atreví a preguntarle si nos estarán dando gato por liebre con noticias o artículos generados por ella misma. Si fuera sensible, podría haberme contestado que la respuesta está en el viento.

 

martes, 4 de marzo de 2025

NO TODO FUE MEJOR (5 de febrero de 2025)

 

El Diario Montañés, 5 de marzo de 2025

Hablaba el pasado domingo mi amigo Javi Llamazares de la edad y los peligros que con el paso de los años nos acechan en los recodos de la vida. Y eso que apenas ha iniciado las primeras rampas de la cincuentena. Qué diremos quienes ya vislumbramos la pancarta de los setenta –más próximos, por lógica, al final de la etapa–, y tomamos pastillas como suplementos imprescindibles para el camino. Es una cuestión de perspectiva, importantísima para tener una visión (opinión) global.

De jóvenes, la mirada solo sabe enfocarse hacia adelante; luego, con las vivencias de la edad, se acumulan experiencias que nos permiten echar la vista atrás para poder apreciar otros matices. Recientemente, en la boda de un notario –me han dado fe–, los invitados treintañeros, compañeros de los novios, terminaron cantando el cara al sol, como nosotros cantábamos ‘Paquito el chocolatero’. Quiero pensar que lo hicieron como gracia, desconocedores de la realidad de aquella España de represalias, mandiles, sabañones y rosario.

Con diecinueve años, en 1976, mucho más jóvenes entonces que ellos ahora, mi compañera Lines y yo pudimos ver en el cine la película de Chaplin ‘El gran dictador’. Se había estrenado en 1940, pero en nuestro país no pudimos descubrirla hasta la muerte de Franco, porque su lobreguez censora la había prohibido (¿sería porque, a diferencia de quienes ahora lo reivindican como paladín del desarrollo y la paz, él sí se consideraba un dictador?). Ver al dictadorzuelo hacer malabarismos con la bola del mundo, en un tiempo que avanzaba con paso dudoso hacia la democracia, nos invitaba a no tropezar con la misma piedra.

Aunque solo sea por eso, amigo Javier, los años no siempre vienen mal. Porque últimamente algunos se empeñan en convencernos de las bondades de un tiempo que en absoluto fue mejor.

lunes, 24 de febrero de 2025

UNA ANÉCDOTA BERLANGUIANA (26 de febrero de 2025)

 

El Diario Montañés, 26 de febrero de 2025

Poco tiempo después del intento de golpe de Estado del 23F, el dramaturgo Lauro Olmo me comentaba la importancia de descubrir los términos de una más que probable conversación aquella noche entre Juan Carlos I y don Juan, su padre. Como autor teatral tenía claro que si aquel diálogo se había producido, sería crucial conocerlo. Pero de momento no podremos saberlo. Los secretos del entramado siguen vigentes pasados cuarenta y cuatro años… y lo que te rondaré, pues el Tribunal Supremo dictaminó que la documentación continúe clasificada hasta «veinticinco años después de la muerte de los procesados o cincuenta tras el golpe de Estado». Es decir, hasta 2031.

Aquella tarde de lunes, en Santander, supongo que también en otras ciudades, se soliviantaron los ánimos (hubo cohetes y otros sonidos más sospechosos) entre algunos recalcitrantes que luego medraron encaramados en la ola de la democracia. En la Comandancia de Marina, donde cumplía dieciocho meses de servicio militar, esa misma noche decidieron dejar la guardia normal y enviarnos a los demás a nuestros domicilios. Una medida que permitió que algunos sopesáramos seriamente la huida a Francia, al menos hasta que Juan Carlos paró la intentona tras su mensaje en la televisión. El martes 24 nos acuartelaron, cuando ya se habían entregado los golpistas. Cenamos, amontonados en el comedor, arroz a la cubana con un par de huevos, lo primero que buenamente pudo improvisar Gonzalo Piñeiro, que era el responsable de la cocina. El problema llegó cuando los mandos comprobaron que era imposible que pernoctáramos todos, pues no había literas para tanto marinero: el funcionamiento de la Comandancia contemplaba una guardia cada tres días, por lo que solamente disponían de un tercio de camas. De nuevo nos enviaron a casa.

Aquel disparate se adelantó cuatro años a la comedia berlanguiana de ‘La vaquilla’.     

martes, 18 de febrero de 2025

TRAZADOS ASNALES (19 de febrero de 2025)

 

El Diario Montañés, 19 de febrero de 2025

Visitando este fin de semana el corazón de Cantabria con un grupo de amigos (Carmona, Tudanca, Polaciones, Piedrasluengas…), pudimos charlar sobre una tradición no corroborada, pero que ha hecho fortuna: el trazado de las carreteras de montaña lo perfilaban antaño los burros. Y observando desde lo alto del embalse de La Cohilla las vueltas y revueltas que traza el camino, hoz de Bejo arriba (Unamuno comparó este paisaje con la «puerta fatídica e imponente del otro mundo, de ultratumba» de ‘La Divina Comedia’), imaginamos a los asnos, bien cargadas sus alforjas, dibujando trochas y delineando cortaduras para hacer menos costoso su avance. Aunque sea leyenda, lo cierto es que todas esas carreteras habían surgido de la necesidad de las gentes de buscar conexión con otros valles para intercambiar productos. Eran caminos imprescindibles que facilitaban la comunicación y el comercio.

Ingenieros no cuadrúpedos, pero con unas alforjas que en 2023 se calculaban en 420.000 euros, son los que están estudiando ahora, por encargo del Gobierno de Cantabria, un itinerario que una Reinosa con Potes, aunque para ello deban abrir una cicatriz acerba en la cadena montañosa, más por capricho turístico que por necesidad. Algunos ediles han puesto ya la disculpa extravagante de que el «nuevo vial abrirá la posibilidad de compartir servicios como el Hospital Tres Mares de Reinosa», siempre que el apuro no se produzca en invierno, añado yo, y que el hospital esté bien dotado de una vez por todas, superando la desidia de su abandono.

Sea como fuere, parece que nuestros vecinos de Burgos y Palencia son remisos, tanto al diseño del teleférico de la Vega de Pas como al de esta carretera de Reinosa a Potes, y han prohibido el desarrollo por su zona. Tengo el pálpito de que piensan que ambos proyectos son burradas sin sentido. 



martes, 11 de febrero de 2025

LISTAS DE ESPERA (12 de febrero de 2025)

 

El Diario Montañés, 12 de febrero de 2025


Vaya por delante que le estoy agradecidísimo a nuestro Insalud por la atención que me dan –diría que nos dan– cada vez que acudo al médico de familia o a un especialista. Personalmente, con ligeras excepciones –no en vano tratamos con personas humanas, como dice mi amiga Maribel, firme creyente de la existencia de las divinas–, me encuentro muy bien tratado cuando me reciben. Pero ahí radica el obstáculo que imposibilita que ese funcionamiento sea redondo: que te suelen recibir con demasiada tardanza. El tiempo que transcurre desde que obtienes el volante médico solicitando pruebas diagnósticas específicas, hasta que tienes la primera cita, suele resultar demasiado largo (aunque parezca un contrasentido, porque volante proviene de volar). Pero cuando ya consigues ese primer reconocimiento, no es conveniente tirar cohetes de alegría, porque tan solo has superado la primera barrera, antes de chocar con el segundo muro: las listas de espera y la promesa incierta del «esté atento, que ya le llamaremos».

Esta semana apareció en la pantalla de mi móvil un número largo de teléfono, de esos que, no sé por qué, suelen sobresaltarme. Era de mi centro de salud. Respiré aliviado. Una voz femenina, muy amable, me comunicaba la fecha de una cita que había pedido mi médica de familia al servicio de oftalmología para que consideraran una posible catarata de mi ojo derecho. Tras el saludo y la identificación inicial, me pidió que tomara nota. «Será el 12 de diciembre», dijo. «Pero esa fecha ya pasó», contesté con socarronería, «a no ser que se refiera usted al diciembre próximo, dentro de diez meses». «Me temo que va a ser ese diciembre», me respondió con tono de disculpa. «Hable con su doctora de cabecera para ver si puede urgir la cita».

Si os soy sincero, sigo sin verlo claro.

martes, 4 de febrero de 2025

SÍ, PERO NO (4 de febrero de 2025)


 El Diario Montañés, 4 de febrero de 2025

Quiero dejar claro que estoy a favor del progreso, pero de un progreso sostenible. Hacer las cosas porque sí, para mayor lucimiento del gobernante de turno, puede resultar peligroso por esa tendencia tan común de abandonarlas a su suerte una vez culminadas.

Uno tras otro, los sucesivos responsables de nuestra querida Cantabria siguen basando el desarrollo regional en el turismo, y por ello pretenden que la singularidad paisajística del terruño esté al alcance de todos, aunque ello conlleve la construcción, peligrosa para el medio ambiente y a primera vista innecesaria, de carreteras (Reinosa-Potes, «tenemos el gran capricho de cumplir nuestras promesas», el consejero de Fomento ‘dixit’) o de teleféricos panorámicos (el de Vega de Pas, «con 120.000 visitantes al año, ya nos saldría rentable», el alcalde del lugar ‘dixit’).

Quede claro que no pretendo ser intransigente como Gerardo Diego, que prometió no regresar a Santander porque no soportaba el desatino que se había realizado en Peña Cabarga cuando construyeron el «pirulí de la Habana», que quebró el «lomo solemne» de la montaña (por cierto, aunque terminado hace tiempo, su mirador, que permite divisar el 80% de Cantabria, continúa cerrado). Seguiré, cómo no, visitando los Valles Pasiegos, con Castro Valnera hermanando, que no limitando, Cantabria con Castilla, y rogaré, desde mi desconfianza infinita, para que la ola masiva de visitantes respete paisaje, fauna, caminos y sendas sin dejar plasmada su huella de destrozos (¡ay mis queridas secuoyas de Cabezón, descortezadas sin piedad!).

Si finalmente ambas infraestructuras se llevan a cabo (el estudio para calibrar los daños medioambientales debe ser tan exquisito como alejado de cualquier interés económico), deberían utilizarse con raciocinio, porque hay ocurrencias –¿recuerdan las cenas que se planearon, y pronto dejaron de realizarse, en los teleféricos de nuestro particular Jurassic Park de Cabárceno?–, que pueden resultar auténticas patochadas.

martes, 28 de enero de 2025

GERIATRÍA, CULTURA Y TURISMO (29 de enero de 2025)

 

El Diario Montañés, 29 de enero de 2025

Muchos actos culturales se están sosteniendo –si dejamos a un lado los conciertos que se diseñan pensando en los jóvenes– gracias a la participación de las personas mayores. En la presentación de un libro, en una conferencia, presenciando una obra de teatro o asistiendo a un concierto de música clásica, pongamos por caso, el cabello blanco, las calvas y los esmerados peinados con mechas predominan entre el público. Gracias a su participación, la cultura sale casi siempre vencedora en el desafío amenazador de las butacas vacías. En cuanto a la actividad turística, qué decir de los viajes del Imserso, vigorizantes imprescindibles para mantener vivos lugares que, de otro modo, permanecerían mustios gran parte del año.

Si bien el reciente frenazo de la revalorización de las pensiones, finalmente arreglado, pudo enfriarnos el otoño de la vida a más de doce millones de pensionistas, en Cantabria, donde gobierna el mayor partido de los que votaron no, se había actuado teniendo en cuenta la importancia de la tercera edad como fuente turístico-cultural de primer orden. De ahí que recientemente hayan sido nombrados tres responsables de la cultura y el turismo regional provenientes de la actividad geriátrica.

La gente se ha echado las manos a la cabeza con tales designaciones, llegándolas a relacionar con el amiguismo. No puedo entenderlo. Tengo la certeza de que es muy difícil que haya personas más apropiadas para el cargo que la trinidad elegida, porque en esta nueva era de envejecimiento activo de la población, los especialistas en asuntos geriátricos –alma de animadores– deberían resultar tan imprescindibles para la cultura y el turismo, como lo son los desfibriladores para los centros deportivos.

Con tan sabia decisión, hemos dado otro paso más que confirma el pensamiento de Buruaga: en Cantabria somos únicos.

martes, 21 de enero de 2025

LA MIRADA DE LOS OTROS (22 de enero de 2025)


 El Diario Montañés, 22 de enero de 2025

Sobre la edad hay opiniones para todos los gustos. Quienes superamos la mitad de la sesentena solemos encontrarnos con personas que nos tratan como ancianos, o con camareros –valga el ejemplo de esa profesión– que nos preguntan, cuando examinamos la carta de un restaurante, si los «chicos» han elegido ya la comanda.

En los centros de salud sucede lo mismo. Dependiendo de la percepción de cada cual, hay profesionales que se dirigen a ti con naturalidad, mientras que otros elevan el volumen de su voz porque identifican edad provecta con sordera, y aderezan el tono de sus frases con una melosidad infantil.

También leyendo o escuchando las noticias son comunes tales contrastes, pues los periodistas suelen definir a los individuos, cuando son dignos de atención informativa y transitan por esa horquilla de edad, según su particular mirada. Y ahí es donde radica la principal diferencia de un hecho objetivo: en la mirada de los otros.

Personalmente, sigo dialogando con el adolescente que llevo dentro, cual centauro ontológico. Él es muy lanzado en sus opiniones, aunque temo que pueda abandonarme cuando los achaques de la edad me obliguen a depender a menudo de las prestaciones del Servicio Cántabro de Salud. «Pues date prisa –me dice–. Para entonces, por pronto que sea cuando las necesites, pueden estar completamente privatizadas. César Pascual sigue estando muy activo, aunque seáis de la misma quinta, según tu expresión viejuna, y ha logrado que Cantabria avance sin freno hacia lo más alto de la clasificación autonómica de privatizaciones». «Pese a que nuestras posiciones sean dispares en cuanto al funcionamiento de la sanidad –matiza mi yo mayor–, el río de la vida nos arrastra hacia el mismo mar». «Sí, pero en distinto barco, marinero. Y tú no eres precisamente de los de primera clase –concluyó, desafiante».

martes, 14 de enero de 2025

50 AÑOS DE LIBERTAD (15 de enero de 2025)

 


El Diario Montañés, 15 de enero de 2025

Aquel 20 de noviembre de 1975 gastamos ocho pesetas para comprar el ‘Alerta’. Franco había muerto de madrugada, y la tercera edición del periódico del Movimiento reproducía el titular a toda página, «Franco ha muerto», con la imagen del Generalísimo sobre fondo negro. Subimos al Seat 600, extendimos la portada por el interior del parabrisas, arrancamos el coche y recorrimos los diecisiete kilómetros que separaban Muriedas de la Peña Cabarga, haciendo sonar alegremente el claxon.

En Muriedas estaba el instituto de Camargo, donde estudiábamos el C.O.U. Como todos los centros escolares, recibió la orden de suspender las clases durante una semana. Entonces, cuatro jóvenes estudiantes, de entre diecisiete y dieciocho años, tuvimos el impulso juvenil, imprudente y peligroso, de trasladarnos desde allí hasta el monte de Cabarga, con gran bulla durante el recorrido. La Peña Cabarga aportaba el riesgo añadido de ser el lugar que elegían los vecinos de El Astillero cada primero de mayo para realizar unas marchas que, disfrazadas de lúdicas, tenían carácter reivindicativo. El monte llevaba el conflicto obrero grabado en sus entrañas rojas. Quizá ese detalle nos empujó a tomar tan irreflexiva osadía.

Muchos años después, demostrando que en algunas cuestiones los tiempos no siempre avanzan en el sentido previsto, algunos alumnos de un Instituto público de ESO de Valladolid, de similar edad a la nuestra de entonces, han cantado el ‘Cara al sol’ en el Valle de Cuelgamuros. Y no son los únicos, porque el himno parece estar de moda.

Aunque solo fuera como didáctica democrática para aplicar a tanto reivindicador ignorante del fascismo, es necesario defender los valores que sostienen nuestra democracia, aquellos que violaron sin miramientos los vencedores de la camisa nueva y que vuelven a estar amenazados.

En ese sentido, bienvenidos sean los actos de conmemoración de los cincuenta años de libertad.

 


martes, 7 de enero de 2025

ES LA GLOBALIZACIÓN (8 de enero de 2025)


 El Diario Montañés, 8 de enero de 2025

Hace cuarenta años, Juan José Losada, ejecutivo de Anaya, me dijo que el ordenador personal iba a convertir a la humanidad en una aldea global. Entonces ya habían llegado los prototipos, pero fue la explosión geométrica de las ventas posteriores la que ratificó el pensamiento que tuvo el filósofo canadiense McLuhan en los primeros años setenta del pasado siglo, cuando vaticinó la gran importancia que tendrían los medios electrónicos en la futura interconexión humana. Ahora, resulta incuestionable que estamos instalados en aquella aldea global. Y de ello son responsables las tecnologías que surgieron al abrigo de los primeros ordenadores balbucientes, fundamentalmente Internet. Por poner un ejemplo, su técnica me permite transitar, cómodamente sentado, la misma calle de La Fusterie por la que deambulé en mis bordeleses veranos adolescentes. También ha solucionado algunos crímenes, el último, que se sepa, en Tajueco, Soria, donde una imagen retrataba a un hombre colocando un fardo, que a la postre resultó ser un cadáver, en el maletero del coche. Es la tecnología, ese gran hermano que lo ve todo y además nos permite conversar y vernos, aunque estemos a miles de kilómetros de distancia. Miradas de ida y vuelta en un planeta abarcable.

También hay gérmenes que aprovechan la globalización del cambio climático para invadirnos. Humanos, animales y vegetales estamos azarosamente expuestos a sus ataques. Superamos la pandemia de covid, sí, pero otras nos acechan, porque esta alteración climática facilita la eclosión de plagas dañinas: el picudo rojo, de origen asiático, está aniquilando nuestras palmeras, y los fondos de inversión –parásitos terribles– han puesto su voraz punto de mira en Cantabria, «mercado inmobiliario de lujo», aunque tengamos escasez de viviendas sociales. Son nuevas amenazas ante las que las administraciones no pueden, o no saben, hacer nada. Se quedan tan panchas.

Riesgos propios de la globalización.